Capítulo 11

173 16 0
                                    

Rachel

Apoyada de la mano de Mark logré bajar la montaña. Cayendo sobre tierra desolada de Mortem. Habían pasado 19 años desde que Miller y yo fuimos en busca de Jack en aquél entonces mi novio, para ser salvado de su padre un sangre azul completo. Sentí una fuerte opresión del pecho que me hizo caer de rodillas, aquellas voces seguían resonando en mi cabeza. Mark se preocupó y me hizo levantarme de nuevo.

-¿Mala caída?

-No, más bien es... ¿Puedes sentarte y hablar sobre ello?

Mark se detuvo y se sentó sobre el césped mojado, agarrándose a un costado, la herida estaba demorando en cicatrizar.

- Debió haber sanado ya ¿está todo bien?

-Sí más bien cuéntame lo que tenías que decir- me sonrió.

-Bueno las cosas con Miller no han ido bien desde que me enteré de que era estéril y luego aquella niña llamada Evelen lo sedujo y él...

Me detuve, tragando en seco aguantándome las lágrimas. Mark asintió con la cabeza y me rodeó con sus brazos.

-Él me engañó con esa niña, que es una especie de demonio.

Me retiré y sequé mis lágrimas rápidamente y me coloqué de pié. Fingiendo estar bien, como lo estaba haciendo luego de que Miller desapareciera.

Mark siguió mis pasos en medio del bosque Mortem, encontrándonos con la gran montaña y el campamento en ruinas que aún tenía memoria del gran incendio. Un crujido de hojas hizo que me pusiera en alerta, abriendo fuego azul, preparada para cualquier ataque. Cuando sentí que alguien estaba lo suficientemente cerca lancé fuego.

-Cuidado chica fuego azul.

Jack detuvo con la mano una bola de fuego. Sonreí al verlo de nuevo. Corrí a abrazarlo y el me correspondió con calidez.

- Te extrañe mucho Rachel.

-¿Cómo está Jeim?

- Bueno ella- se rascó la cabeza.

- ¡Bu!- me sorprendió por la espalda.

La iba a abrazar pero me detuvo con cara de asco.

-Ahorrate los abrazos, basta con decir que te extraño.

-Ya extrañaba tu ternura- dije con ironía.

Jack supervisaba el lugar como si buscase algo. Me preguntaba que vendría a hacer ellos en Mortem, un lugar que era ocupado por insurgentes sangre azules que deseaban vengar los muertos en el incendio. Acusaban a los fuego azul de su muerte. El fuego se había resurgido de las cenizas cuando los hijos buscaban cobrar hechos del pasado

-¿Qué hacen aquí?

Se miraron entre ellos y se encogieron de hombros, haciendo que el hecho de estar en Mortem no era nada del otro mundo.

-Paseando- dijeron con simplicidad.

-Jeim quiere hacerse unas fotos- soltó un suspiro y dirigió una mirada al paisaje de desagrado.

Mortem no era el lugar ideal para una toma de fotos, era sólo cenizas, tierra negra y maldita y recuerdos de guerra. No era el tipo de paisaje que me gustaría fotografiar, quizás para ella quizás tenía un montón de potencial un montón de ruinas, pero sabía que era algo que le gustaba hacer en solitario porque la hacía ver expuesta, por eso dudaba de su verdadero motivo.

-Los años no vienen en vano y sé cuando alguien miente, sean sinceros si es que no oculten algo de lo que deba preocuparme.

Jeim miró a Jack en complicidad y le dijo algo en voz baja, él asintió con la cabeza.

-Venimos en realidad en busca de una bruja muy especial que vive en medio de estas ruinas. Jack tiene de nuevo a esa persona en su mente.

-¿Quien?

-Delia, la madre de Estela y la ex guardiana del mundo de los muertos.

Un estallido sordo fue el preámbulo de una gran explosión sorpresiva. Cada uno de nosotros se tumbó sobre la arena con las manos sobre los oídos. Jamás la muerte se había sentido tan cercana. De nuevo Mortem era escombros y llamas. Apenas pude darme la vuelta vi que se avecinaba un grupo de personas que salían del bosque armados hasta los dientes con cuchillos y armas de fuego, las últimas tan poco usuales pero iguales de letales. El cuerpo de un fuego azul era como un tanque de gasolina que al entrar en contacto con pólvora ardía en llamas. Una muerte poco agradable, por suerte antes de que la bala acertara, el fuego azul la destruía como polvo produciendo chispas.

Apenas supe que la únicas opciones eran correr y pelear, elegí la más peligrosa. Me coloqué de pie abriendo fuego azul. Ellos me siguieron. Varios de ellos llegaron lanzando armas detenidas por nuestro fuego y se vieron en la necesidad de luchar fuego con fuego.

Jack fue el primero en lanzarse sobre ellos con cuchillos y luego se fue a los puños. Terminando en una lucha con fuego azul sin sentido que los llevó al cansancio. Jeim fue la siguiente, siendo más eficaz con su fuego mortal que varios intentaron apagar con agua fallidamente, terminando la mayoría con sus cuerpos carbonizados.  Excepto por unos jóvenes sangre azules fuertes, que lograban esquivar los daños de una manera admirable. Fui justo tras ellos, abriendo fuego pero cuando uno de ellos me atacó justo por la espalda con un objeto punzante que no supe de que se trataba. Caí de rodillas y toqué mi vientre herido, mis manos se mancharon de sangre y sentí que el aire empezaba escasear.

Escuché varios gritos y luego sentí que alguien me alzaba del suelo. Estaba consciente cuando logré ver su mechón rubio pegado en su frente por el sudor.

Me removí en la cama e inmediatamente sentí una mano apretar mi brazo.

-Mantente quieta intento colocarse una inyección de fuego.

Abrí los ojos y vi el rostro de una pequeña chica de cabello rubio que punza mi piel con una jeringa cuyo contenido era azul brillante. Sabía que era, lo conocía muy bien, no era la primera vez.

En mi mente sólo podía pensar que este no podía estar sucediendo otra vez. Me sentía bien, no era como antes.

-Ya está- retiró la aguja. -Alguien te ha estado esperando, le haré saber que ya despertarte para que pase.

No sabía a quién se refería la enfermera de baja estatura, pero cuando él entró y se quitó la gorra, supe que era Miller. Tenía un corte muy bajo, casi parecía como si se fuera rapado. Sus ojos eran una puerta su alma y sólo bastó con verlos para que todo el amor que creía haber escondido en el lugar más recóndito de mi corazón, saliera disparado como una flecha de un arco.

Cenizas Azules (Libro #2 De Fuego Azul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora