Soltero, ¿Y con hija?

*11*

El Domingo llegó, meliodas y Elizabeth ayudaban a Leslie a acomodar las cosas.

Zeldris llegó con su novia Gelda, una chica rubia de cabellera que le llegaba sobre sus hombros, ojos miel, y grandes pechos.

Zeldris fue el primero en saber acerca de Melissa y Elizabeth, no podía creer el parecido que tenía la pequeña con su hermano mayor.

El y Gelda estaban maravillados con la niña, ella era dulce y tierna y muy sociable, ellos la cuidaban mientras Elizabeth y Meliodas terminaban de preparar la comida.

Justo a tiempo terminaron.

Cada quien se fue a arreglar para el convivio.

Melissa tenía un vestido rosado, digno de una niña bien, elegante con destellos brillantes, le amarraron su cabello en una coleta alta adornado con un moño plateado, al igual que sus zapatos.

Elizabeth por su parte se vistió con vestido rosado, parecido al de Melissa, solo que este era liso, con algunos detalles de flores en la parte superior del pecho, mangas cortas y zapatos color blanco con tacón muy bajo, se dejó el cabello suelto y se maquillo ligeramente.

Estaba nerviosa por alguna razón, no sabía cómo era la familia de meliodas, el y Leslie y zeldris fueron amables con ellas y se sentía en confianza, pero los demás que llegaban no sabía cómo las tratarían

Se mantuvieron en su cuarto, Melissa leía su cuento y Elizabeth miraba por la ventana, veía llegar a algunas personas.

Y su nerviosismo aumento más.

Meliodas recibía alegre a sus familiares.

-¡Hola Meliodas! Te vez fresco, ¿No tienes resaca?-
Preguntó su primo castaño, Harlequin.

-No salí anoche Harlequin, en unos momentos sabrás la razón.-

El castaño solo se rasco la cabeza confundido.

Elaine llego junto con Ban

-¡Hola amigo!-

Saludo el peliplata al rubio mientras se daban la mano y un abrazo leve.

-Gracias por Venir Ban,-

-Elaine me hizo un drama ayer porque no le dije el porque venía aquí, quería que le adelante la noticia.-

-Vamos Elaine pones en duda la ética profesional del doctor.-

Bromeó meliodas con la rubia.

-Son unos tontos los dos.-

Respondió con un gesto de molestia en su rostro.

-Pasen, siéntense, agarren lo que quieran, la cerveza está en la nevera junto a Zeldris, sirvete lo que gustes Ban.-

-Gracias amigo.-

Junto a Elaine caminaron hacia zeldris y lo saludaron.

La mayoría de sus familiares ya habian llegado, entro a la casa y subió las escaleras para ir por sus dos chicas al cuarto.

Estaba ansioso por llegar de la mano con ambas.

Golpeó la puerta y Elizabeth abrió enseguida.

Meliodas quedó sin habla. Ella lucía más bella y radiante que nunca.

-Luces muy bella.-

Alcanzó a decir.

-Gracias, igual tú luces muy bien.-

Respondió sonrojada.

Ambos se quedaron viéndose mutuamente en silencio con un gran sonrojo en sus mejillas.