*17*

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Al día siguiente tal como lo habían planeado partieron rumbo al aeropuerto para regresar a Nueva York, Melissa tomó todas las cosas que quiso.

Elizabeth nuevamente se ponía nerviosa al saber que se subiría de nuevo a aquel avión.

La hora del vuelo estaba por llegar ya.

Subieron a bordo en cuanto el aviso sonó en el altavoz del aeropuerto.

Subieron y partieron hacia Nueva York.

Llegaron en la noche, el vuelo estuvo muy tranquilo.

Meliodas llamo a Zeldris y el fue por ellos al aeropuerto.

Llegaron a casa y Melissa acomodó sus fotos y cosas que llevo en su habitación con la ayuda de Elizabeth y Meliodas.

Terminó cansada y feliz al ver cómo quedó su cuarto con cada detalle.

Elizabeth y Meliodas se dirigieron a su habitación para descansar también, había sido un largo día.


*1 mes después*


Melissa se levantaba temprano, Elizabeth la ayudaba a vestirse, la peino y acomodo sus cosas en aquella mochila tornasol de unicornio.

-¿Lista para tu primer día de clases?-

Preguntaba la ojiazul con una sonrisa típica de ella en su rostro.

-¡Si! Es increíble lo rápido que pasaron los días tía -

Contestaba la pequeña mientras tomaba la mano de Elizabeth y salían de la habitación.

-Si, pero todo estará bien.-

Caminaron por aquel pasillo, bajaron las escaleras y llegaron al comedor

-Buen día preciosa ¿Lista?-

Leslie le colocaba en la mesa un vaso de leche con chocolate y fruta picada para que coma antes de irse.

-¡Si! Gracias abuelita leslie.-

Tomó un sorbo de la bebida y después comenzó a comer la fruta del plato

Elizabeth la veía comer con una sonrisa en su rostro.

Meliodas bajaba las escaleras ya vestido y listo para irse al trabajo.

-Buen día.-

Saludo a las tres mujeres que estaban en la mesa.

-Buen día cariño.-

Respondió su mamá.

El rubio se acercó a Melissa y le dio un beso en su frente.

Después miro a Elizabeth, y ella no lo miró, más bien le desvío su mirada.

El suspiro.

-¡Listo acabe! Papá, ¿Me llevarás a la escuela?-

Preguntó inocente mientras se acercaba al rubio.

-¡Claro que sí! ¿Estás lista ya? ¿Cepillaste tus dientes?-

Melissa llevó sus manos a su boca y corrió al baño, era lo último que le faltaba.

Elizabeth sin mirar a Meliodas tomaba su café tranquila.

-Elizabeth por favor, no sigas así, ya te explique las cosas.-

Ella no hizo caso, llegó a su mente esa fea escena que había visto días atrás. Llegaba a la oficina de meliodas a dejarle su almuerzo ya que el estaría tarde en el trabajo, y cuando abrió la puerta una chica muy exhuberante de  cabellera ondulada negra lo estaba abrazando y besando. Él en cuanto vio a ella entrar la empujó, le explicó que ella lo había besado y el intentaba quitarse, pero Elizabeth estaba realmente molesta que no escuchaba razón y simplemente no le hablaba, vaya hasta tenía cuatro noches que no dormía con él en su habitación.

Soltero, ¿Y con hija?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora