Era el segundo Domingo que Elizabeth y Melissa estaban en reunión con los Jones.
Los tíos de Meliodas le habían llevado presentes a la pequeña, ella encantada abría cada uno feliz.
Se sentía una verdadera armonía en la casa, risas, juegos, bromas entre ellos. Y la pequeña jugando al rededor con su mascota.
Si se imaginaba una vida feliz seguramente se veía así, su familia junta simplemente pasándola bien.
Estaba sentado en una silla bajo una sombrilla con un vaso de cerveza, junto a su inseparable amigo Ban.
-Asi que esta es tu felicidad amigo.-
Le comentó Ban mientras le daba un sorbo a su cerveza.
-Si, esta es mi felicidad.-
-Se ve bien, y tú realmente te ves feliz.-
-Me tocó una mujer y una hija maravillosa, no se que eh hecho bien en esta vida para merecer lo que tengo, pero sin dudas es lo mejor que me pudo pasar.-
Ban palmeó los hombros de su amigo, mientras continuaban comiendo y bebiendo mirando hacia los demás que platicaban.
Los familiares de Meliodas comenzaban a irse al caer la noche, Elizabeth ayudo a Melissa a meter sus presentes a su habitación.
-Hoy fue un día maravilloso ¿verdad tía?-
Comentaba la pequeña mientras su tía terminaba de cambiarla para que pueda dormir ya
-Si cariño, tu padre me dijo que iremos a gran Bretaña a buscar las cosas que quieras.-
-¿En serio? Esta genial.-
Su mirada emocionada brillante lo decía todo.
Besó su frente y apagó la luz para que pueda dormir.
Llego a la sala, Meliodas, Leslie, Gelda y Zeldris terminaban de limpiar.
Elizabeth se unió a ellos en seguida.
Esta vez solo Gelda y Zeldris se quedaron platicando con la ya formal pareja.
-Se ven tan bien juntos.-
Comentó Gelda.
Elizabeth y Meliodas solo se sonrojaron.
Zeldris fue por más bebidas y botana a la cocina. Meliodas lo alcanzó.
-Sabes hermano, te ves realmente feliz y pleno, Elizabeth es lo mejor que te pudo pasar.-
-Asi es, ella es única, cada día se algo nuevo de ella, me cuenta como cuido a mi hija todos estos años junto a Liz, como supo seguir adelante tras la muerte de ella y como se armó de valor para venir hasta aquí con Melissa, ella es valiente, pero también es segura, firme, delicada y amable.-
Zeldris veía como a él se le iluminaba su rostro cuando hablaba de ella. Eso sin duda es amor.
-La próxima semana me iré con ellas a Gran Bretaña, a buscar algunas cosas que Melissa dejo ahí. ¿Puedes cuidar al cachorro por ella?-
Zeldris sonrió.
-Supongo que cookie ( es el nombre del cachorro) necesita compañía, tranquilo cuidare de el.-
Regresaron con las chicas y continuaron platicando.
11 de la noche Zeldris y Gelda se retiraron.
Elizabeth termino de limpiar y luego subió a la habitación junto a Meliodas.
Se cambió para ir a la cama mientras el solo la admiraba.
Ella noto su mirada sobre ella.
-¿Ocurre algo?-
Preguntó tímida.
-Eres perfecta.-
Su sonrojo apareció en sus mejillas.
-¡Oh Meliodas! Eres muy dulce.-
-Tu eres la dulce aquí, empalagas mi día.-
Elizabeth no pudo evitar reír.
-Eres muy cursi.-
Se acercó a ella para callarla con un beso.
-Te amo.-
Susurró apenas separó sus labios de ella
Era la primera vez que el le decía eso, sus ojos se cristalizaron, sono tan sincero y lleno de amor.
-¿Me amas?-
-Si, has logrado cautivarme completamente en tan solo dos semanas, ah sido un tiempo corto, pero lo que te conozco se que es suficiente para amarte. Eres la mujer que necesitaba en mi vida, soy otro gracias a ti Elizabeth.-
Ella lo abrazó, si había algo que caracterizaba a Meliodas era su sinceridad, siempre lo fue desde el principio.
Incluso al contarle cómo era de fiestero y mujeriego.
Pero ella lo acepto así, porque cuando ella llegó, el no volvió a salir a fiestas ni a salir con mujeres.
Lo sabía que había cambiado gracias a su influencia de ella.
-Gracias Meliodas, por todo.-
Sus labios se unieron en un cálido beso, tan puro y sincero como el primero que se dieron
-De verdad Te amo Elizabeth Liones.-
Ella sonrió.
Lo sabía
Lo sentía en todo su ser
-Tambien te amo Meliodas Jones.-
Sus labios se unieron en un beso más, se fueron a la cama y durmieron abrazados.
Tal como prometió, llegó el día en que viajarían a gran Bretaña, Elizabeth estaba muy nerviosa ya que viajarían en avión, era la primera vez que subiría a uno.
En cambio Melissa como cualquier niña estaba emocionada.
Leslie, zeldris y Gelda los llevaron al aeropuerto para despedirse de ellos.
Su vuelo saldría a las 3 de la tarde.
Caminaban por el aeropuerto tranquilos, Meliodas con una maleta de rueditas en su mano derecha y con la izquierda tomaba la mano de Elizabeth.
Esperaron en aquella sala de espera hasta que anunciarán la salida de su vuelo.
El altavoz se dejó escuchar en toda la sala, la hora de abordar llegó, se despidieron de todos y los tres caminaron hacia el avión, el rubio tomando la mano siempre de Elizabeth.
Subieron a bordo y Elizabeth se puso aún más nerviosa.
Caminaron a sus asientos y se sentaron, ella no dejaba de mover sus dedos, cada segundo sus nervios aumentaron más.
Abrocharon sus cinturones y esperaron pacientes a que el avión despegará.
Elizabeth no soltaba el brazo del rubio, de verdad estaba muy nerviosa.
El sabiendo que no iba a calmarse pidió a la azafata un calmante.
Ella regreso a los segundos con la pastilla.
-Te relajara.-
El rubio le dio la pastilla y ella un poco dudosa la tomó.
El avión comenzó a despegar a los pocos minutos, la pastilla estaba surtiendo efecto, se había calmado bastante, se acomodó en el hombro del rubio y se quedó dormida.
Meliodas en cambio en el camino leía con Melissa y platicaban tranquilamente.
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Soltero, ¿Y con hija?
FanfictionMeliodas Jones era el típico joven emprendedor que se volvió millonario. Era responsable y dedicado en su trabajo, pero en su vida personal era un desastre total, vivía de excesos en fiestas, alcohol y mujeres. Podía tener a la que quisiera y cuando...