Ambos sabían que debían separarse, un día ocupado les esperaba, ella se vistió y salió de la mano junto al rubio de aquella habitación, se encontraron con Leslie a la salida, ella los vio tan felices y encantados de la mano que intuyo lo que ya sospechaba.
-¿Por fin te declaraste Meliodas?-
Elizabeth intentaba ocultar su rostro avergonzado en cualquier lado, ella no acostumbraba a hacer esas cosas cerca de la mamá de algún chico.
Meliodas reía al ver la reacción tan tierna de su chica.
-Si, y lo mejor que Elizabeth ah aceptado mis sentimientos, ella a partir de hoy será mi mujer.-
Contestaba con toda la felicidad que podía expresar en su rostro y palabras.
La madre de el estaba tan encantada con ambos que no dudo en abrazarlos
-¡Es lo mejor que nos puede pasar! Ahora seremos una familia feliz y unida, por favor Elizabeth no dudes en pedir mi ayuda y apoyo en lo que sea.-
Ella seguía pasmada y avergonzada, sobretodo porque Leslie en vez de estar soprendida estaba encantada, su rostro mostraba una felicidad absoluta.
-Gracias, señora Leslie, trataré de ayudarle en todo también.-
Leslie tomó las manos de ella y le sonrió feliz.
-Claro querida, bueno iré a preparar el desayuno, bajan cuando quieran.-
Elizabeth y Meliodas asintieron con la cabeza.
Leslie les daba la espalda para ir hacia las escaleras, Elizabeth se despidió de meliodas y entro a la habitación donde seguía durmiendo Melissa para bañarse y cambiarse.
La ducha fue rápida, optó por ponerse un pantalón corto, y una blusa roja de mangas cortas que tenía un escote en "v". Melissa seguía durmiendo y ella no quiso despertarla.
Salió de la habitación mientras terminaba de acomodar sus cabellos, su sonrisa en el rostro no se podía disimular.
Llego a la cocina, ayudo a Leslie a servir el desayuno y Meliodas llegó con ellas, estaba arreglado para irse a su trabajo.
Elizabeth le sonrió y le dio su taza de café y su comida.
Meliodas no podia quitarle la mirada de encima, veía cada detalle de su ropa y cuerpo. Si por el fuera la dejaría desnuda todo el día, no por morbo, sino para admirarla sin ninguna prenda encima
Leslie les hacía bromas que los sonrojaban, ya que la atracción y armonía entre ellos era muy obvia y ella suponía que incluso habían dormido juntos la noche anterior, después de todo los vio salir muy felices de su cuarto.
Cuando termino su desayuno el rubio se despidió de su madre y Elizabeth lo acompaño a la salida.
Sus miradas una en la otra se decían miles de cosas
-Regreso al rato.-
Mencionó mientras tomaba las manos de su chica y le daba un fugaz beso en los labios.
-Aqui estaré, cuídate.-
Respondió apenas separó sus labios de su rubio.
Salió de su hogar y ella regreso a la mesa junto a Leslie.
Después de que Melissa desayunara Elizabeth le pidió hablar con ella.
-¿Que piensas de tu padre cariño?-
Preguntó tranquila
-Se está esforzando demasiado, pero creo que lo hace bien.-
Respondió sincera
-¿Que piensas de mi ahora?-
Melissa no entendía la pregunta, pero noto que su tía estaba nerviosa
-Tia, tu eres mi segunda mamá, sabes que te quiero mucho mucho, y quiero verte feliz.-
Elizabeth bajo su mirada, jugaba con sus dedos como una niña nerviosa que acababa de hacer una travesura.
-¿Y si te dijera que quiero iniciar una relación con alguien?-
Melissa sonrió de oreja a oreja.
-¡Genial! ¿Tú y mi papá van a ser pareja ya?-
Elizabeth alzó su mirada asombrada, incluso una pequeña niña se dio cuenta de lo que había entre ellos dos, entonces su armonía y atracción era muy obvia. Sintió morir de vergüenza al no ser capaz de minimizar sus emociones.
-¿Como dices?-
Alcanzó a preguntar tartamudeando
-Siempre se vio eso tía, tu y mi papá tienen algo, se nota, lo escuché ayer en la fiesta, el tío Zel lo comento con los demás, que se veia una atracción entre ambos, y yo creo lo mismo, se ven bien juntos, no veo a nadie más junto a ti que mi papá.-
Melissa abrazo a Elizabeth ella no pudo aguantar más y sus lágrimas cayeron de felicidad.
-¡Eres la mejor niña que existe! Te agradezco tanto tus palabras, tu amor, te amo tanto mi niña.-
Decía entre susurros y con sus lágrimas cayendo.
Melissa reía su tia era especial y si merecía ser feliz definitivamente no había mejor candidato que su papá.
Meliodas en su trabajo intentaba concentrarse bien, recordaba la imagen de Elizabeth encima y debajo de él con ese rostro lleno de placer, ella era perfecta, no había conocido mujer alguna en su vida como ella, dedicada a su hogar, ella trabajaba para salir adelante sola sin la ayuda de ningún hombre y encima cuidaba a una pequeña niña y a su hermana cunado se enfermo. Ella era una mujer digna de presumir, de cuidar, valorar y sobretodo amar.
El realmente estaba encantado.
Era poco más de medio día, comenzaba a sentirse estresado, así que dejo sus papeles y tomó el teléfono para llamar a casa.
Sonó una, dos y a la tercera su madre respondió
-¿Hola? Casa de los jones.-
-Hola madre, ¿Que hacen? ¿Cómo va su día?-
Contestó él al otro lado del teléfono sentado viendo hacia la ventana.
-Todo bien, estamos preparando un Delicioso almuerzo y Elizabeth prepara una tarta de fresa.-
-Suena bien, solo dos horas más y salgo de aquí, ¿Me puedes pasar a Elizabeth por favor?-
-Si claro,-
Leslie dejo el teléfono y llamo a Elizabeth quien no tardó en llegar a tomar el teléfono.
-¿Hola?-
-Hola preciosa ¿Cómo estás?-
-Bien, ¿Y tú Meliodas?-
-Genial ahora que escucho tu voz.-
-¡Oh Meliodas! (Respondió sonrojada)-
El rubio al otro lado el teléfono reía imaginando el rostro sonrojado de Elizabeth.
-Te veo al rato.-
-Si, hasta al rato.-
Colgó el teléfono y se sentía como una adolescente emocionada que hablaba con su novio.
Regreso a la cocina y terminaron de cocinar.
La hora de la comida llegó, Meliodas entraba a su casa siendo recibido por las sonrisas de aquellas tres mujeres, el se sentía tan pleno y feliz. Lo tenía todo en su vida no necesitaba nada más.
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Soltero, ¿Y con hija?
FanfictionMeliodas Jones era el típico joven emprendedor que se volvió millonario. Era responsable y dedicado en su trabajo, pero en su vida personal era un desastre total, vivía de excesos en fiestas, alcohol y mujeres. Podía tener a la que quisiera y cuando...