La Joven Funcionaria De Prisiones ( Completada)

CAPITULO 13

                                         CANCIONES ESCRITAS ENTRE REJAS

Para nadie era un secreto que la ciudad de Cali estaba en manos del narcotráfico

del cártel de Cali, porque justo en 1995 varios capos se entregan haciendo

pactos con el gobierno. Pero, como «en río revuelto, ganancia de pescadores»,

según el viejo refrán, eso fue lo que el gobierno colombiano para

quedar bien con Estados Unidos, así que todo aquel que tenga relación con el cártel de

Cali era investigado.

Como dije antes, Cali estaba atrapada en una falsa economía; había muchísimo

dinero, cantidad de trabajo y alegría a raudales. La Avenida Sexta era la zona

«Rosa», donde las personas más moda iban a bailar, cenar o comprar buena

ropa Normal, los «duros» del cártel eran los dueños de discotecas, restaurantes

y de las tiendas de ropa con más glamour, negocios que regentaban sus esposas,

novias o amantes.

Los locales comerciales eran transformados imitando los comercios de New

York o Europa. Había dinero para todo, y precisamente de eso se trataba, de

blanquearlo. Lamentablemente, no todos eran culpables. Los narcos hacían fiestas

privadas interminables llenas de lujo, excentricidad, droga y mujeres hermosas,

unas celebraciones amenizadas por los mejores músicos del momento, los más

internacionales. Esa era la guinda del pastel.

«¿Ve? Fulanito de tal trajo para la primera comunión de su hija a tal —decían

unos—. No, pues en la fiesta de tal patrón cantó Menganito —comentaban otros».

Muchos artistas se beneficiaron de grandes contratos, pero... ¿quién les contrataba?

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La joven funcionaria de prisiones.

¿Acaso lo sabían? Algunos sí, aunque eran empresas legales que funcionaban

como fachadas del narcotráfico, así que si eran legales su dinero también lo era,

¿verdad?

Pero no todas las orquestas tuvieron tanta suerte, no; el propietario del grupo de

salsa Black, por ejemplo; él fue el único al que las autoridades encarcelaron y

luego investigaron.

¿Quién era realmente Javier Dorado? Para las personas más racistas era un

«negro con plata», y eso no estaba bien visto. No podía ser que un nigger viajara

a USA y fuera reconocido por su orquesta, que tuviera un gran estudio de música

y que toda la gente amante de la salsa comprara sus discos. Las autoridades no

investigaron el arduo trabajo y la disciplina con la que aquel hombre trabajaba

para que su orquesta se distinguiera a nivel mundial. Un hombre sufrido del

Chocó que, debido al incendio que sufrió su pueblo, emigró junto a su madre a

Bogotá, a la capital.