La Joven Funcionaria De Prisiones ( Completada)

CAPITULO 19

                                               LAS CALETAS MILLONARIAS DE CALI

¿Lo mandaron a matar o simplemente se murió de miedo? —Me pregunté

a veces—. Nadie confirmamó nada. Los norteamericanos criticaron con

dureza a las fuerzas de seguridad colombianas por no haber cuidado de

Genaro Sanabria, testigo de capital importancia y dispuesto a hablar con tal

de escapar de las garras de su exjefe: Larson Aranda alias Piruleta.

»Fueron muchas las versiones que empezaron a surgir con respecto a la muerte de

Genaro Sanabria. Unos dijeron que fue un infarto fulminante y que se lo provocó

el saber que lo iban a extraditar; otros aseguraban que fue envenenado con unas

gotitas que le había dado una visita de mucha confianza, supuestamente de flores

de Bach, que resultaron ser cianuro. Otros aseguraron que se suicidó. Lo cierto es

que con su muerte se fueron muchos secretos.

»Cuando fue detenido, Genaro Sanabria se encontraba merodeando una casa al

norte de Cali, y se presentó con otro nombre diciendo que era un albañil que

pasaba por allí de forma accidental. Pero al apresarlo, Sanabria confesó y las

autoridades encontraron en aquella casa veinte millones de dólares ocultos en la

pared de la cocina.

»De todas formas, la policía sabía que Sanabria era la mano derecha de

Larson Aranda y que si le presionaban les daría mucha más información.

Por eso, decidieron llevarlo al pabellón de máxima seguridad en Bogotá,

para protegerlo y que pudiera revelarles dónde había más dinero escondido

perteneciente a su exjefe.

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La joven funcionaria de prisiones.

»La noche anterior a su muerte, se encontraba en su celda triste y deprimido porque

había sido notificado del pedido de extradición por una corte norteamericana.

»Al final fue bautizado como "El hombre de las Caletas" porque, una vez en

Bogotá, dijo dónde se encontraban varias caletas más, que estaban desperdigadas

por diferentes zonas de la ciudad de Cali, propinando un golpe muy bajo para

Piruleta por valor de ochenta millones de dólares, una gran cantidad de lingotes

de oro y joyas.

»Algo que sorprendió muchísimo a las autoridades fue cómo estaba empaquetado

el dinero en bolsas al vacío para que no sufriera daño alguno, cosa que, por

ejemplo, no hizo pablo Escobar, y por esa razón cuando lo fue a recoger todo

su dinero estaba podrido. Pero la mente de Larson era más sofisticada en todo

aquello que emprendía. Cada movimiento era riguroso y exacto».

—Creo que me dijiste que conociste a Genaro casi desde el principio de