Cuando ya no pude más, me sumergí en la oscuridad
Los días pasan y por la sugestión no sana en una marcha normal. Ryujin le hace mucha compañía y le cuenta que ahora sin él es la favorita.
Aun con la rareza que pueda conferir pensarlo si quiera, tiene la impresión de que lentamente se alegra de eso. Parece se acostumbrada y con calma a querer ser una consentida como Jimin lo ha sido por tres años casi cuatro. No le sorprende, ni lo molesta.
Falta un día para cumplir el plazo y apenas puede mantenerse de pie; que ni hablen de tener sexo. Le duele el área abdominal como si aun estuviera lleno a rabiar de semen. Lo único que se le ocurre que puede hacer es ir a pedir más tiempo y fingir estar bien. Con mucha suerte Taehyung va a tener un mínimo de compasión, que lo haga con la boca. Si vacía su mente de todo pensamiento no será tan malo de aguantar. Ni se irá vomito.
Posiblemente.
Arrastra los pies y lucha por mantenerse consciente, avanza por los pasillos con dirección a la habitación de Taehyung con la mala suerte de cruzarse un guardia de los que dejaron así su cuerpo. Se pega a la pared a nada de llorar por el mero acercamiento del burlesco tipo con ojos libidinosos.
—Mira cómo me dejaron las manos por lo que hicimos—Apenas vislumbra que están quemadas—. Pronto no habrá castigo por tocarte, zorra. —gime como un perro asustado al momento en que el hombre acaricia su mejilla.
—C-con permiso. —La adrenalina en su sistema lo permite correr un poco para alejarse lo suficiente. Vomita en una maceta, es lo de menos.
Mira su rostro tan desmejorado y golpeado. Tiene el labio roto y una herida tan fea en la frente que solo puede disimular con su fleco. Luce enfermo, no sabe si las ondas de agua hacen que esté más gordo también ¿Qué hace ahora? Se supone que solo puede estar ahí porque a Taehyung le parece hermoso.
De lo contrario ¿Qué? No quiere que pase de nuevo. Se encamina a toda prisa a la habitación del caprichoso Rey. Entreabre la puerta de la habitación de Taehyung y escucha los suaves murmullos en su interior.
— ¿Matarás a Jimin?
—Umm... No.
— ¿Por qué? —replica Ryujin exasperada.
—Prefiero dárselo a los soldados. Hay que ceder algunas veces para mantenerlos bien complacidos. —explica sin mucho interés.
—Jimin ya es muy feo; sus labios son muy gordos, tiene ojeras como mapache y está gordo ¿Por qué lo iban a querer? Solo mátalo ¿Sí? —pide lo más coqueta que le sale. Jimin recuesta la cabeza de la pared a un lado de la puerta.
—Si. Ya no es para nada atractivo para mí; pero hay que darles oportunidad de usarlo lo usado—Ryujin mira a los lados como a nada de hacer un berrinche lleno de frustración ¡Quiere evitar que repitan aquello! ¡Y Taehyung solo va subiendo de mal a peor y así! —. Siendo tu no me preocuparía. Esto te deja como mi favorita. —menciona antes de besarla.
Suelta un vestigio de risa irónica. Supone que esto es lo que pasa cuando lo aburría. No piensa obedecer la siguiente orden que reciba. Un sollozo se escapa, no quiere morir. Hay muchas cosas que quiere hacer, incluso desde antes de que esto empezara.
Quería viajar a muchos lugares, conocer gente, bailar, cantar ¡De todo! ¡No es justo! Quiere vivir. No quiere acabar del mismo modo que su familia, acabar tan patético y miserable como otros que han cansado al monarca. Por cosas que ni él entiende, acaba tocando ese mismo collar que todos sus hermanos llevaban. Su madre se lo dio cuando tenía seis años.
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Youthful Beauty || KookMin
FanficMuy pronto y de la peor manera se dio cuenta de que si permanecía joven y bello obtendría lo que quisiera. Riquezas, lujos, poder... Lo tiene todo. Y entonces apareció él para hacerle ver que no es así, que faltaba. De nada le valdría a Jimin tenerl...