1.5 Belleza Infinita

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Abre los ojos con lentitud. Hay mucha claridad. Está tirado en el jardín a poco de llegar al pomposo laberinto de setos. Se siente raro. No hay forma de llamarlo más que esa. Se percata de que tiene ropa, una bonita y no recuerda que estuviera en su amplio guardarropa. Otro detalle es que está tan bien físicamente hablando que es imposible. Era un despojo en el suelo hace apenas un "rato".

— ¿Fue un sueño? —pregunta Jimin viendo sus manos pequeñas por naturaleza. Tal vez si fue un sueño, uno demasiado vivido. No quiere a soldado a menos de cinco millas de él.

Al levantarse tropieza y cae al suelo torpemente. Suspira, vaya forma de empezar un día. Recuesta la mejilla en la hierba y toca un pequeño capullo que pisó. Para su sorpresa este florece tan rápido que crece hasta su etapa más bella. Pone la mano entera en el pasto y al quitarla más flores surgen. Hace mueca de confusión.

—Eso no es normal— Conclusión obvia. Una vez en pie mira sus manos, chasquea los dedos y una pequeña flama surgió—. ¡EH! —Sacude la mano, el fuego desaparece. Su expresión se vuelve emocionada y fascinada. Lo vuelve a hacer y ocurre.

No sabe cómo pasa, solo que lo hace y ensimismado en ello solo sigue ahí. Sonrisas tontas surgen, jugando hasta que salta en su sitio casi tropezando por pasos acercándose. El guardia que tiene las de querer soltar algún comentario soez. Se lo calla, queda viendo a Jimin con la boca entreabierta y pasmado.

—E-el rey solicita su presencia y... Por favor acompáñenme. —Baja la mirada sumisamente.

Se le hace rara su actitud. Lo reconoce, no de anoche o de su "Sueño", estuvo en la primera ocasión. Camina con recelo y miedo; el soldado lo sigue cinco pasos detrás y con semejante tranquilidad que no sabe qué le pasa. Los demás soldados parecen tranquilos cuando lo ven. Debe tener la cara hecha un cuadro si no se acercan de ningún modo. Hasta que fue necesario.

¿Qué rayos pasa con sus pies hoy? Uno de ellos evita que bese el suelo.

— ¡NO ME TOQUES! —reclama al instante haciéndose atrás.

—N-no yo... no era mi inten-

— ¿¡Como se atreve a tocar al Concubino del rey!? —Incrimina y pronto se amontonan para acribillar al soldado que intenta excusarse. Jimin no entiende nada.

¿Qué pasa con ellos? Quizá esté soñando y por eso es tan perfecto. Con calma inusitada anduvo hasta la sala del trono con otro soldado escoltando. Reverencia a Taehyung y de inmediato piensa excusarse, suplicar, hacer ver que está bien. Todo eso queda en el plano mental: Taehyung lo ve tan afectado que no parece él. Incluso lo preocupa porque sus cambios de humor son de todo menos bueno.

— ¿Su alteza...?

—Salgan todos de aquí. Ahora—Ordena entre dientes. Apenas se escucha. Pronto quedan ellos dos—. Eres... Eres tú ¿Cierto? Mi Jimin. —Tiembla ante las caricias en las mejillas rellenas que tiene.

—Pro-prometo que no lo volveré a traicionar. Tampoco iré con nadie más, solo no me envíe con la guar-

— ¿Con la guardia? ¿Por qué te enviaría con la guardia? —Estuvo por abrir la boca, no lo permite—. Todos los que te tocaron serán enviados a ejecución por haber roto la regla de no acercarse a nadie de mi harem. Sobre todo tu, mi pequeño favorito.

Jimin no lo puede ver y mucho menos notarlo. Para Taehyung y tantos alrededor sin embargo es imposible no notarlo siempre que el muchacho permanezca en el rango se visión. Está radiante, incomparable con nadie . Su cabello se ve sedoso y sano con unos rizos traviesos; los labios rellenos en tono rosa; su rostro siempre tierno de ojos achinados y mejillas grandes. Parece que su piel se volvió preciosa y carente de cualquier irregularidad.

Está mortalmente atraído a él. A su belleza inmaculada.

Lo ve perfecto, como si nunca antes lo tocó y debe ser él quien lo haga para que no salga lastimado. Solo de su mano puede serlo y aun así no quiere; la idea lo repugna al mismo tiempo que tiene ese tinte de pecado prohibido en el que estará muy feliz de arrastrarlo. Por supuesto y antes que todo debe mimarlo. No puede arrastrarlo así como así a su cama. Eso se hace de noche cuando puede verlo brillar con su luz propia.

— ¿Quieres pasear? Dime lo que quieras hacer hoy. —Expresa lleno de ansiedad.

Jimin dice lo primero que viene a su cabeza. Taehyung está extraño; nunca fue tan cariñoso con nadie; puede decirse que con él lo era, pero esto no es comparable. En el pueblo también se lo quedan mirando y lo adulan. Incluso le regalan un zorro orejón -un "Zorro Fennec"-, ropa y de todo. Quiere achacarlo a que va con Taehyung y una manada de Guardias cuidándolos. Muy extraño.

Llegado un punto alguien lo tropieza, con la desgracia de estar tan sugestionado que no pudo más que encogerse en su lugar como un cachorro temeroso. Eso no sienta bien, lapidan al pobre hombre que no deja de disculparse—Sigamos. Anda—. indica Taehyung con gentileza; Jimin no puede apartar la vista del cuerpo sangrante tirado en el suelo como un simple desecho.

El rey se muestra tan fuera de la norma. No deja de tener ese aire tierno que hace totalmente tomado de los pelos que sea un torturador sádico como de hecho es. Por no decir que se salta el protocolo normal para un rey, metiéndose un maldito pastel entero a la boca. Cuando vuelven al castillo el asunto no mejora, incluso Ryujin luce anonada y Jimin se rompe la cabeza tratando de entender ¿Pasó algo importante de la noche a la mañana o..?

«La luz más brillante nacida de la oscuridad más sufrida»

Yoongi no tendrá nada que ver ¿O si? Es imposible de cualquier manera.

Youthful Beauty || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora