Youthful Beauty || KookMin

4.2 Melodía Resucitada

Es la cena más incomoda que haya vivido jamás. Jungkook aparta la mirada a los dos segundos de mirarlo; su esposo habla y habla de lo primero que su atestada mente llena de testosterona -es decir, con ganas de "hacer el amor" con Jimin-, pueda parir. No muy coherente. Jimin se mantiene discreto; alguna que otra adulación, sonrisa, toqueteo y trabajo hecho.

Se toma el tiempo de examinar a Jungkook. No dirá que es exactamente igual a su sueño, en su sueño ha visto más piel, por lo que se aferra al único resquicio de improbabilidad. Al terminar de comer hace lo de siempre: Una ilusión y su tonto esposo cree que va con él camino a la habitación. Es patético, resulta tierno. Al menos un poco.

—Creo que es el más fácil hasta ahora. —Jimin cierra la puerta de la habitación real. Con rumbo a su habitación, juega con el abanico que ha cargado todo el día.

— ¿Qué se supone que eres? —Gracias al objeto pudo ocultar la sorpresa que le genera Jungkook. Lo molesta que no sea capaz de quedárselo viendo; mira a la pared, atrás de él, la ventana. Todo en su misma dirección sin ser él el punto focal—. Es imposible que seas un humano.

—Soy humano, creo que queda bastante evidenciado ¿Me corto el brazo para demostrarte que puedo sangrar? ¿Qué no va a crecer de nuevo? —bromea Jimin, sin gracia. Es la excusa que ha escuchado para calificar a alguien como No-humano.

—Mi padre no se casaría-

—Tu padre es un tonto que cayó redondo. Aunque intentes hacerlo entrar en razón no lo vas a lograr y a partir de ahora tu trono es mio. Puedes hacer lo que te plazca, hasta donde he visto, a los príncipes les encanta tener tanta libertad. —De la misma manera que Jungkook, le evita la mirada.

No quiere sentir que puede derretirse. Es decir, sus mejores momentos eran durmiendo por verlo y tenerlo aquí ahora que no lo necesita es ¡Una mala mala broma del destino!

— ¿¡Qué te...?!

—Soy "La reina", anda, sé feliz, haz lo que te guste.

Trato de seguir con su camino, Jungkook lo jala y lo arrincona contra una pared. Gime espantado y Jungkook tuvo la necesidad de evitar el tacto por la sensación de quemadura. Alguien lo jala de la espalda para que Jimin pueda seguir caminando y cree ver a una persona justo a su lado, de cabello azulado celeste y casi de la misma estatura.

~ * * * ~

Posiblemente lo haga solo por molestar, lo presiente en su expresión de ¿Confusión? ¿Andar con la mente en otro sitio? En serio lo confunde. Los intentos de Jungkook por hacer reaccionar a su padre es igual de inútil que no mojarse al lanzarse a un lago. I-nu-til.

Lo molesta que pulule a su alrededor como si quisiera entender que es lo que ocurre con él. Lo único bueno a su favor es su apariencia, lo demás es tan odioso que apenas lo soporta por necesidad de que las cosas sigan su rumbo.

Un mes y ya no lo soporta. Quiere que se largue, pero aparentemente es importante para el reino y blablablá. Se supone que también tiene responsabilidades por lo que no puede encapricharse. El tema seducción para conseguir que se largue no es una opción ¿Qué pasa si lo logra?

Un día cualquiera donde solo quiere quedarse sentado bajo un árbol intenta hallar sus propias ganas de cantar para distraerse. Hace melodías mentales, las entona de forma suave en lo que acaricia a un pajarillo. Se hace el cabello atrás con la frustración brotando.

¿¡Por qué no puede hacerlo!? ¡SI DE ESO VIVÍA EN UN...!

—Eso suena muy bonito—Mira arriba, Jungkook sentado en una rama muy alta. Baja la mirada a seguir con el pichón cantarín —. ¿Hay algún momento en el que Jimin-ssi no sea solo una víbora interesada?

— ¿Jimin-ssi? ¿De dónde...?

—Revise los libros de tu habitación y en uno hay una nota-

—Namjoon. —Cierra los ojos y golpea la cabeza contra el tronco. Como un masoquista no arrancó las notas que el otro dejó en sus regalos.

—Con tu nombre. Así que aparte de ser un interesado mientes con tu nombre. Debes ser una persona muy triste, más de lo que aparentas.

—Y tú un príncipe realmente molesto y tonto que no aprovecha la oportunidad de oro que tiene. —bufa Jimin, malhumorado. Jungkook salta y cae junto a Jimin; se sienta, este de inmediato se aleja.

—Adoro a mi reino y quiero ser rey, por eso no pienso cederte el trono. —explica Jungkook  con una sonrisa, Jimin no lo mira.

—Y lo serás. No pienso consumirme mucho tiempo en un solo reino. Hay otros. —Con un suave empujón el pajarillo sale volando, a su paso algunas plumas quedan. Jungkook ladea la cabeza solo viéndolo. Jimin gira la cabeza, Jungkook desvía la mirada.

—Eres muy bello, pero solo estás triste y... contaminado. No se si valga la pena ser tan bello para esto. —dice Jungkook con desilusión. Para asombro del príncipe, Jimin hace crecer algunas gardenias blancas. Arranca una y con esta en sus manos da un chasquido que la hace quemarse.

Soplo la llama para volverla un copo de nieve y al jugar con este entre sus dedos acaba como una bolita de agua flotante. Se hace plateada y alargó hasta volverse un arete. Jungkook lo ataja cuando Jimin lo lanza al aire. Todo para presumir y no hace falta. Fue impresionante.

—Ser bello es tener poder. Uno al que nadie que no esté al mismo nivel puede competir. Por supuesto que vale la pena.

— ¿Eres feliz?

—Estoy vivo y tengo todo lo que necesito.

— ¿Eres feliz? —Insiste Jungkook. Considera quitarse el arete que tiene y ponerse este.

—Yo-

—Entonces no vale la pena estar vivo y ser bello. Es incompatible. Eres un hombre muy raro. —concluye Jungkook. Jimin sonríe cínico.

—Soy un hombre que te puede poner a ser un esclavo con solo decirlo; no estaré feliz, pero me va a satisfacer por un rato considerando lo impertinente que eres—Jimin levanta de su sitio—. Prefiero ser una víbora a una presa. Ya viví demasiado siendo una.

— Una exage-

Naege malhae
Neoui dalkomhan misoro naege
Naege malhae
Soksagideut nae gwitgae malhae
Don't be like a prey
(Be) Smooth like a like a snake
Beoseonago sipeunde
Naegeseo tteona tteona tteonajwo

Le da un suave beso en al mejilla y marcha del lugar. Jungkook permanece sentado rato tratando de asimilar que ocurrió. Ha visto lo suficiente para saber que Jimin no puede cantar; que lo frustra que no salga y ahora salió natural. Una idea de lo que le ocurre viene a su mente y le saca una sonrisa divertida.

—Jimin-ssi es un lindo... Un lindo muy raro. —murmura sonriente al arrancar otra de las gardenias que quedaron ahí.