【✜ Vida Entre Muertos ✜】【Saga Ángeles Exterminadores】

·Omatofobia·

Venezuela-Caracas.
30/03/2019.

Se encontraban parados en el centro de aquella autopista, el cielo era iluminado por los relámpagos, alumbrando los cuerpos de los supervivientes. La iluminación de una linterna parpadeo, algunas miradas se giraron en aquella dirección, se trataba de Beatriz, la cual golpeaba el costado de su linterna de mano, para que las baterías reaccionaran e iluminaran el cuerpo del chico que había bajado de la pasarela.

La parte izquierda de su rostro, estaba cubierto por una gruesa capa de sangre seca, mientras que tenía algunos cortes, que parecían haber sido hechos por cristales rotos. O eso supusieron los chicos. Su ropa estaba rasgada en algunas partes, su franela blanca, carente de una manga, dejaba a la vista su brazo, con algunos morados muy visibles.

Sus ojos oscuros, estaban puestos en las dos chicas que habían gritados, desde que bajo, ninguno había dicho nada, mirándose en silencio, mientras eran apuntados con la linterna de un fastidiada Beatriz, la cual sólo quería que terminaran aquel reencuentro, y seguir viajando hasta la frontera.

Estuvo a punto de gritarle algo a ambos, pero dos cosas la detuvieron, la primera fue que recordó que si hacía mucho ruido, posiblemente atraería a muchos infectados, y no quería pasar otro susto, como el de horas atrás. El segundo motivo fue, que Azul, como si hubiera leído su mente, rompió el silencio que les rodeaba.

—¡R!

Su voz resonó junto a un trueno, para correr hacia el chico y darle un gran y cálido abrazo. El chico, cuyo nombre sólo la inicial se conocía, no dudo en corresponderle al abrazo. Él realmente, nunca fue amante de este acto de cariño, pero en aquellos momentos si lo necesitaba, quería sentir que no todo estaba perdido, la llegada de esas dos chicas, le hizo recobrar un poco las esperanzas.

Por su lado Lizabeth miraba la escena, asombrada de haber encontrado a R. Hasta dónde ella sabía, él se había ido 6 meses atrás a Colombia, aún recordaba la pequeña reunión de despedida, que le hicieron ella y Azul, saliendo a comer helado a la Pipo, una heladería, que quedaba relativamente cerca del liceo.

Iba a otro curso, siendo un amigo y vecino de la chica de nombre peculiar. Los dos solían ir caminando, juntos al liceo, ya que no les quedaba muy lejos de sus hogares. Para luego encontrarse con Lizabeth, en las mesitas de la institución, charlando o jugando carta con algunos de los chicos.

Aunque la realidad, es que no pasó mucho tiempo con él, si lograron crear un lazo de amistad, hablando más que todo por mensajes de redes sociales, dónde compartían imágenes graciosas, o cualquier ocurrencia que se les viniera a la mente a ambos. Tal vez en el liceo, no conversaban mucho o pasaban largas horas conviviendo, era porque ambos tenían un grupo de amigos diferente al de Lizabeth.

—Hola Oso—Habló por fin Lizabeth, con un apodo que solía usar para él.

El chico la miró para dedicarle una sonrisa, seguidamente le extendió el brazo con su mano hecha un puño. Ella sonrió y aprovecho de chocar su mano con la de él, en su típico saludo.

Lizabeth se preguntaba qué le había pasado, porque estaba tan maltratado, pero prefirió no interrogarlo. Lo importante ahora, es que le atendieran las heridas, y continuar sus viajes a la frontera, en alguna de las paradas, para buscar provisiones o descansar, le preguntaría.

Un par de pasos provocó que todos volvieran su vista hacia el ruido. Kai miraba a R con su típica sonrisa de serenidad, se alegraba de verle, y realmente no esperaba encontrarlo en aquel infierno, al igual que Lizabeth, estaba seguro, de que se encontraba a salvo en Colombia, pero tal parece que el destino da muchas vueltas.

Había conocido a R una tarde, cuando fue a recoger a Lizabeth al liceo. Ella se encontraba junto a Azul y el chico, conversando, de cosas triviales, mientras esperaban que anunciaran, que no había actividad de club, debido a que el profesor no asistió aquella tarde. Aunque solían aprovechar esos momentos, para pasar tiempo juntos, sin tener clases de por medio.