·Autoridad·

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Venezuela-Aragua.
12/03/2019.

La noche había sido lenta para aquella chica, la cual permanecía en vela, con la esperanza que en cualquier momento, aquel trío de jóvenes ingresara por la puerta, con una sonrisa triunfante y un bolso lleno de provisiones. Los nervios la carcomían, mientras sentía que su pecho palpitaba con mucha rapidez, tenía miedo de lo peor.

Escuchó como alguien se acercaba a la estancia, girando su torso para encontrarse con aquella chica de lentes. La tensión entre ambas se hizo palpable. Era impresionante como dos chicas, que años atrás eran mejores amigas, confidentes y consoladoras, ahora se miraban como las peores enemigas.

Se conocían tanto pero a la vez no lo hacían.

Lizabeth miró por unos segundos a Jazmín, seguidamente dejó una sopa instantánea, sobre la superficie de la mesa de centro. No dijo nada, ni siquiera hizo algún ruido, para seguidamente, girar sobre sus talones, comenzando a caminar en dirección a alguna de las habitaciones, realmente aquel ambiente gélido que se formaba, cuando ambas estaban en la misma sala, es, las cuales eran camufladas ante todos, con aquella simple oración de "Sólo es una broma" ignorando todas las veces, que ella pedía que parara con ese tipo de bromas, debido a que a esta jamás le había gustado, ese tipo de juegos.

Pero fue en vano.

Con el pasar del tiempo, aprendió a cómo contestar a aquellas burlas, aunque de una manera más elegante, sutil, sin necesidad de utilizar malas palabras, no eran insultos, pero si era cierto que sus palabras eran filosas.

Realmente nunca soportó la presencia de aquel sujeto, pero lo toleraba debido a que era el novio de quien en ese entonces era su mejor amiga.

Pero hubo acciones, que poco a poco, comenzaron a romper aquel frágil cristal asfixiante hasta para ella.

Pero cuando llegó a la puerta escuchó la voz de aquella chica llamándole.

Ella se giró un poco, sin terminar de dar la vuelta, para apreciar cómo aquella joven, permanecía parada a los pies de una ventana. Los ojos de Lizabeth, no reflejaban odio o rencor, solamente mostraban indiferencia, mientras que la tensión era tan palpable, que se podía cortar con un cuchillo de mantequilla.

—¿Puedo hablar contigo? —Cuestionó Jazmín, mientras le miraba.

—Ya lo haces—Resaltó ella como respuesta, mientras se recostaba al marco de la pared, algo incómoda— ¿De qué quieres hablar?

—Sé que no te agrada Yerai, pero te pido que no hagas que el resto de persona lo odien, sólo porque tú lo detestas— Lizabeth arqueo una ceja, sin comprender a qué se refería. Ella continuó— No pongas esa cara de inocente—reprocha la chica— Desde que no somos amigas, te has enfrascado en arruinar la reputación de Yerai, por ti muchos le han dado la espalda.

Entonces la chica de lente Tomó aire, acomodándose los lentes con un toque de su dedo, realmente no quería discutir con ella ese tema, suficiente tenía que aguantar, la muerte de sus padres y la constante amenaza, de peligro inminente, por la que tenían que pasar al estar en un país lleno de infectados.

Además ella sabía que no importaba lo que dijera, pues siempre quedaría como la mala de la historia. Ella siempre sería, la que no aguantaba bromas, la que se lo tomaba todo a pecho, la que siempre fue una mala amiga, la culpable de todo y aunque ella les intenta hacer ver lo contrario, no funcionaria.

Al ver que Jazmín le miraba esperando una respuesta, está por fin respondió.

—Realmente no tengo ánimos de discutir contigo...—Confesó con desdén—Yo jamás he inventado cosas contra Yerai, realmente lo único que hago, es contar mi historia cuando me la preguntan, entonces la gente se da cuenta, de la clase de persona que él realmente...

【✜ Vida Entre Muertos ✜】【Saga Ángeles Exterminadores】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora