Esa noche, después de que las luces se apagaran, Seungkwan comenzó a moverse inquieto sobre su cama.
—Muchas cosas cambian, y muchas permanecen igual, ¿Eh? —dijo el rubio.
Hace una semana, los tres chicos habían sido compañeros de habitación en el Internado Septendécim, y ahora, todo en sus vidas había dado un giro completo, pero aún así, pasaban la noche en camas que estaban juntas. Al menos algo les seguía pareciendo familiar.
Habían recibido una habitación de cabaña. No era precisamente lujosa, pero era lo suficientemente cómoda y, aún más importante, acogedora. Sin embargo, el frío se colaba por los pequeños huecos que dejaban los troncos gruesos de madera de las paredes, y el oscuro e imponente bosque se dejaba ver a través de las pequeñas ventanas.
—Extraño tener que recoger los cómics regados en el suelo y lavar los pinceles secos de los proyectos de arte —dijo Jeonghan. Las ventanillas en los lados de la cabaña estaban blancas, vacías y frías—. Y mi telescopio, nuestros libros y nuestro uniforme...
Enseguida, Seokmin se sentó sobre la cama y empezó a sollozar exageradamente.
—¡Mis cómics regados en el suelo!
—Esas son solo cosas —Seungkwan se apoyó sobre un codo con cansancio—. Lo que tiene importancia es que finalmente hacemos algo importante. Los vampiros han echado a perder nuestras vidas y ahora desaparecido, ya no están allí. Es momento de contraatacarlos. Eso vale todo este sacrificio.
Entonces, cuando Lee asintió para darle la razón al rubio que acababa de hablar, el mayor de ellos entendió con aspereza que aún no podía confiarles la verdad, pero de igual forma, quería que sus amigos entendieran cómo se sentía realmente.
—Mis padres me cuidaron bien... —dijo Yoon. Ninguno de los otros dijo nada. Los había atrapado con la guardia baja, y podría decirse que ninguno sabía que decir—. Y Jisoo... Él fue amable con todos nosotros.
El castaño pensó que eso podría convencerlos, pero en lugar de ello, el menor de los tres se irguió y negó con la cabeza.
—Escucha, Jeonghan. No fingiré comprender lo que estás diciendo. Pensé que habías pasado un mal momento al enterarte que la gente que pensaste que eran tus padres, eran en realidad vampiros. Sé que eso debe de ser de lo peor —el mencionado tuvo que dejarlo seguir creyendo eso, así que guardó silencio—. Ellos te han hecho alguna clase de lavado de cerebro, tal vez. Continuarás creando excusas para disculparlos por algún tiempo más, pero el hecho es, que te malograron todo. Jisoo jugó con tu mente como el resto de ellos, así que despierta. Corrige tu cabeza. Nos hemos dado cuenta de que hay una guerra allí, y nuestro lugar está aquí, con los cazadores.
Seungkwan fue tan tiránico y tan seguro que los otros dos chicos no pudieron decir ninguna palabra. Seokmin, que estaba a un lado de la cama, se volteó en dirección al centro para abrazar a Jeonghan de tal forma que le hiciera saber que tenía su apoyo.
Cuando el rubio se acurrucó bajo la manta, se supo que la conversación de la noche había terminado, y no era como si hubiera alguna otra cosa que pudieran compartir, de cualquier manera. Entonces, muy suavemente, Boo se acercó al castaño y suspiró.
—Haré una pintura para nosotros pronto —dijo, causando sonrisas a los otros dos jóvenes—. Será algo muy bonito. Este lugar necesita algo bonito y menos temerario...
—¿Podrías hacer una pintura sobre cómics? —soltó Seokmin, logrando llenar la cabaña de risas y bajar la tensión.
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Half Moon ➳ Seventeen
Fanfiction"Yoon Jeonghan ha abandonado Septendécim y se ha unido a Adamās, la organización mundial de cazadores de vampiros. Su nueva vida no es precisamente fácil: bajo la tutela de los cazadores, debe entrenarse con disciplina militar, cuidando que nadie d...