Half Moon ➳ Seventeen

«Capítulo 18»

Charity se acercó más a ellos. Su cabello estaba suelto y llevaba puesto un vestido sin mangas lleno de encajes que probablemente solía ser blanco en lugar de gris manchado de sangre. Sus pies estaban desnudos y la laca de uñas de los dedos de sus pies era roja.

—Los trajiste aquí —le dijo ella a Bumzu—. Los trajiste a nuestra casa.

—Querías encontrar a Jeonghan, ¿Correcto? Pues bien, lo trajimos —el vampiro sonrió, pero cambió su expresión cuando la chica lo cogió violentamente del cabello.

—¡Trajiste al chico también!

—Así es —dijo Seungcheol—. ¿Me extrañabas?

Charity bajó la parte delantera de su vestido para dejarles ver la cicatriz en forma de estrella por encima del corazón. Las estacadas eran las únicas heridas que los vampiros podían recibir que dejaban marcas permanentes.

—Pienso en ti cada día —respondió Hong mientras trazaba el borde de la estrella con su dedo meñique, sonriendo cuando sus manos empezaron a acariciar sus pechos.

—¿Qué quieres, Charity? —cuestionó Yoon totalmente disgustado—. Jisoo probablemente ha dejado la ciudad a estas alturas, así es que no sé qué quieres que te contemos.

—He estado pensando —dijo ella, acomodando nuevamente su vestido—. La mejor forma para encontrar a Jisoo es... No buscarlo, sino hacerlo llegar hasta mí. No hay mejor manera para conseguirlo que tomar algo que él desee con todo su ser.

El temblor que recorrió el cuerpo de Jeonghan le hizo darse cuenta de que hablaba de él.

—No quiero unirme a tu tribu —dijo con la voz clara y concisa.

—Si con desear bastara, los mendigos montarían a caballo —rió ella.

No tenían escapatoria. La pareja estaba rodeada y los superaban en número. Charity convertiría a Jeonghan en un vampiro, porque aquella noche, moriría. El chico trató de convencerse de que no era lo peor que podría suceder. Se había pasado casi toda la vida esperando convertirse en vampiro algún día. Tal vez sentía algún raro vínculo con Charity. A menudo eso se da entre un nuevo vampiro y el más viejo que lo haya convertido, pero aún era él. Seungcheol ya había aceptado lo que su pareja era, así que todavía se amaban. No sería tan malo, pero le hubiese gustado poder escoger. Quería que su opinión sobre su propio destino se tuviese en cuenta. Había querido ser libre, y ahora nunca lo sería.

—Estupendo —dijo el castaño pestañeando rápidamente, esperando que la vampira no notase sus lágrimas—. No te puedo detener. Simplemente deja ir a Seungcheol.

—Jeonghan —imploró el mayor, pero el otro no podía ni mirarlo.

Yoon permaneció concentrado en Charity, cuyos ojos se ampliaron notablemente, como si le sorprendiese que el chico no estuviese deseoso de convertirse en vampiro. No entendía cómo podría esperar ella que se sintiera de cualquier otra manera, o cómo podría no saber que la odiaba.

—Esto te hace sentir fuerte, ¿A que no?

—Claro que no, Jeonghan. Lo hago por ti —Charity rió—. ¿O es que no quisieras estar con Jisoo por toda la eternidad?

—Él no le pertenece a Jisoo —dijo Seungcheol alzando la voz—. Él es mío.

—¿Tuyo? —la vampira estrechó sus manos—. Si Jeonghan es tuyo, tú eres de él.

El castaño se acercó más a ella para que desviase su atención de su pareja.

—Déjalo fuera de esto.