«Capítulo 12»

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—¡Esperen! —gritó Jeonghan, alzando las manos—. Escúchenme.

Los dos chicos en frente de él no corrieron, pero no lucían como si fueran a oírlo, o lo que sea. Lucían fríos, aún en shock, como el amigo que resultó ser un vampiro, la criatura que más odiaban en el mundo. La bolsa de sangre cayó de sus temblorosas manos, causando que algunas gotas rojas salpicaran sobre el polvo y la grava. Yoon tenía la impresión de que en cualquier momento caería al suelo. Sus colmillos se deslizaron de regreso a su mandíbula, como si estuvieran tratando de esconderse de los cazadores.

¿Por qué no los escuchó? Sus sentidos de vampiro debieron de haberle advertido.

Todos respiraban fuertemente. Cuando el vampiro miró los ojos de Seungkwan y vio el terror y horror, quiso llorar, pero se mantuvo fuerte cuando Hansol rompió el silencio.

—Deberían de comenzar a dar una explicación.

—No —dijo el rubio.

—Sé cómo te sientes —dijo Chwe—. Créeme, Boo, lo sé... Sin embargo, es mejor aprender lo que podamos.

—Por favor... —comenzó a decir Jeonghan, pero su amigo se quedó con la mirada fija en el suelo, evitando cualquier contacto.

La pareja compartió una mirada. Seungcheol probablemente creyó que tenía más oportunidad de explicarle a Hansol de las que su novio tenía con Seungkwan.

—¿Quieres la versión larga o la versión corta?

—Voy a querer ambas versiones —dijo el americano—. Ya tendrás la oportunidad de contarnos la versión larga frente a todos. ¿Qué tal si comenzamos con la versión corta?

—Jeonghan nació de dos vampiros —dijo el mayor. Cuando Hansol frunció el ceño, continuó—. Lo sé. Resulta que los vampiros pueden tener hijos. No ocurre demasiado, pero ocurre. Ellos le dijeron que iba a convertirse en un vampiro algún día y lo aceptó porque eso es lo que haces cuando eres un niño. Ya sabes, tus padres te dicen cómo van a ser las cosas en el futuro. Después se tuvieron que mudar a Septendécim. Ahí nos conocimos, y también se dio cuenta de lo que los vampiros podían llegar a ser. Por ese motivo, huyó conmigo y se unió a nosotros. Jeonghan no es un vampiro completo, pero lo podría llegar a ser.

Esa era la verdad con algunos detalles menos, pero no se sabía si Hansol estaba de acuerdo. Él permaneció quieto, manteniendo una mano en la estaca de su cinturón y la otra sobre Boo, quien se encontraba mudo.

—Gracioso —dijo el cazador—. ¿Cómo es que él bebe sangre si no es un vampiro?

—Necesito sangre, así como comida. Soy en parte vampiro, y por más que quiera, eso no es algo que pueda cambiar.

—¿Cuál es la diferencia entre serlo en parte y ser un vampiro completo? —exigió Chwe—. Si ambos tienen colmillos y beben sangre, no veo la diferencia de ninguna clase.

Jeonghan dio un paso hacia adelante con vacilación. Seungkwan dio marcha atrás, en un movimiento que se sintió como una cachetada atravesando el rostro del vampiro. A pesar de ello, continuó adelante avanzando lentamente, agradecido de que Seungcheol caminara detrás de él para poder apoyarlo.

—La diferencia es que estoy vivo —dijo el castaño—. Puedes sentir mi pulso, si deseas alguna prueba. Adelante.

Se sintió temeroso mientras alargaba la mano. Hansol la tomó como si no fuera gran cosa y sus dedos presionaron la muñeca. Jeonghan se preguntaba si el chico podía deducir, por la velocidad de su pulso, lo asustado que estaba. Sus ojos se abrieron por la sorpresa, y miró hacia Seungcheol.

Half Moon ➳ SeventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora