My best friend Rocky

Cap 17

Desperté porque los rayos de sol atravesaban toda la habitación. Noté qué Ross no había llegado a dormir seguro está con su familia.
Unas inmensas ganas de vomitar me atacaron.
Cuando termine de vomitar me recosté un poco y pensé las cosas, quiero decir todos mis síntomas, ascos, mareos y mierda tengo un retraso... Oh no, esto no puede estar pasando... Sé de una persona que me apoyaría, al principio me va a regañar pero luego me apoyará y es nada más y nada menos que Rocky.

Llamada saliente para Rocky😎

—¿Rocky?

—Justo iba para tu casa, espera.

—Ok.

Llamada finalizada.

Se escucha que tocan la puerta, bajo en pijama hecha un asco y abro la puerta.

—¿Me puedes explicar porque Ross llego a la casa en la madrugada, ebrio hasta de los calzones?... —Dijo apenas abrí la puerta. —¡Pero por dios Keyla! ¿qué pasó contigo?

—Entra necesito hablar contigo.

—Responde mi pregunta.

—Tuvimos una pelea...para no hacerlo largo le termine diciendo que se fuera a revolcar con la primera que se le atravesará en un bar y bueno obedeció.

—Por cierto su auto esta hecho un asco, latas por aquí y por allá...

—Me imagino.

—Ese Ross Lynch es un idiota.

—Oye, sigue siendo mi novio y tú hermano.

—Bien perdón, ¿qué ibas a decirme?

—Promete qué no te enojaras.

—Depende el grado de la noticia...

—Rocky lo que te diré es raro porque estas noticias o dudas se comparten primero con una mujer.

—Solo dilo Keyla Franks.

—Tengo un retraso. —Se quedó con cara de no entiendo nada.

—¿Y eso quiere decir...?

—Hay una probabilidad qué seas tío dentro de 9 meses u 8.

—¿QUÉ? ¿CÓMO? ¿QUÉ NO SE CUIDARON? ¡MIERDA ROSS, KEYLA!

—Responderé tus preguntas... pues que así como lo escuchas, como bueno...la abeja llega a la flor y entonces...

—¡BASTA KEYLA! DIME QUE ES UNA BROMA DE MAL GUSTO, PORQUE ENSERIO EL ESCENARIO LES QUEDO PERFECTO.

—No es broma, necesito vayas por una prueba casera, en lo que me ducho y cuido que Ross no entre a esta casa.

—Estás complemente loca, actúas como si no fuera nada, Keyla es un bebé.

—Lo sé.

—Tomaré el auto de Ross.

—Ok, no tardes...

_____/______

—¿Y bien? —Dijo Rocky tras la puerta del baño.

—Tengo que esperar unos minutos. —Dije ya nerviosa.

—Apúrate...—Abrí la puerta del baño.

—Ve y dime tú, yo no quiero.

—Bueno aquí dice que si es una raya no estas, pero si son dos... —Dejo de hablar, y se quedó paralizado.

—¿Rocky qué pasa? —Lo vi preocupada.

—Keyla... salieron dos rayitas lo estas, seré tío, Ross será papá y tú mamá...solo tienen 20.

—En serio, no estés bromeando.

—Es cierto, velo por ti misma. —Me dio la prueba y efectivamente había dos rayitas de color rojo.

—¿Qué dirán tus padres?

—No había pensado en eso... Supongo les haré una video llamada.

—Ellos ni siquiera conocen a Ross.

—Lo conocerán.

—¿Cómo crees que reaccione Ross?

—Tampoco he pensado en eso, Rocky no he pensado en nada, creo que esto se salió de control.

—¿Se cuidaban no?

—Obviamente, si queríamos tener uno, pero cuando por lo menos tuviésemos 22.

—Ven aquí boba. —Me abrazó y entonces la puerta principal sonó como se cerraba.

—No le diré nada, me esperaré a un estudio de sangre.

—Como decidas ahora yo voy al baño a deshacerme de la prueba.

—Gracias te quiero.

—También. —Se metió al baño antes de que yo pudiera ver la cara de Ross hecha una mierda.

—Hola Keyla, perdona lo de ayer, sé que soy un idiota y tal vez no me tomo nada en serio, pero te amo y...te juro que solo fui a beber no paso nada con ninguna chica, me odiaría a mi mismo por el resto de mi vida si te hiciera algo así...quiero estar bien contigo, pero vamos quien se resistiría a ese cuerpo, esa piel, esos labios. —Se acerco a mi tomándome de la cintura. —A esa...

—Cállate Ross, el baño de la habitación esta ocupado... —Dije.

—¿Qué?

—Rocky vino de visita...

—Ya veo...vamos pervertido ya sal. —Se abrió la puerta.

—Hola hermano. —Le tomó el hombro. —Uff me queme, estas ardiendo demasiado. —Se rió.

—Vete idiota.

—Me gusta la forma en la qué solucionan sus problemas, adiós Keyla... —Salió riéndose.

—Mejor hablemos. —Dije.

—Solo quiero que me perdones.

—Ok te perdono ¿y luego que pasa? Siempre qué tengamos un problema saldrás huyendo a beber.

—En serio perdón, es que...lo sé no hay justificación soy un imbécil.

—Ven aquí. —Nos abrazamos.