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Fue un jodido malentendido, ¿verdad? Solo fue una coincidencia el hecho que su novia y su mejor amiga —que se odian— estén en la casa de la mayor. No debía malinterpretar una escena. Ni siquiera llegó a oír de qué hablaban, solo miró la escena. El recuerdo de Connie agarrando con fuerza el mentón de su novia, le asqueó nuevamente. ¡Solo quería darle una sorpresa a su novia! Llevaba rosas y chocolates, pero parece que su traicionera amiga se adelantó.

—No, Steven, es un malentendido —se insistió. Miró el paquete de frituras y bufó. No podía llamar a Spinel, no podía llamar a Connie, ¿a quién llamaba? Su padre estaba trabajando y——oh, no. Dudó varios segundos pero agarró su celular, y llamó.

—Hola, Steven, ¿qué necesitas? —balbuceó una voz femenina en la otra línea.

—Perla, quiero hablar contigo —habló firme.

...

La crema suspiró.

—Todos las cosas con Connie no me interesan —mintió. Su corazón se apretó al instante que se enteró. ¿En serio Spinel y Connie volvieron a estar juntas? Ahora entendía la reacción de Connie: le estaba siendo infiel.

—Perla... ¿Tienes algo para decirme? —la crema se sobresaltó. Connie le recalcó miles de veces que Steven no podía enterarse de ninguna manera de su exrelación. Pero, no le importaba. Aunque la salud de Steven le importaba más que su ganas de venganza. —¡Perla! —reclamó. La crema se tapó la boca, intentando contenerse. —Por favor, necesito saberlo...

—Bien —chilló Perla. Ella suspiró. —Connie y Spinel ya habían salido antes —Steven se detuvo. Dejó de respirar por unos segundos. Todo. Todo se le vino arriba. ¿En serio Connie le mintió todo este tiempo? ¿Incluso Spinel? Ambas tenían la fachada de odio, pero ¿por qué? —La otra vez... Me peleé con Connie, por haberte hablado mal y... Me dijo que me alejara... —suspiró dolida, desviando la mirada. —... Llamándome Spinel —Steven apretó los puños. No le dolía que Spinel se lo hiciera, ya estaba acostumbrado a mentiras y abusos por su parte —antiguos— mientras que Connie, desde que se conocieron han sido inseparables y no podía creer que la morena le haya ocultado cosa de tal calibre.

—Enfrentémoslas —habló determinado Steven.

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Intenso. ¿No? Se viene bardo, ¿eh? Bien.

Cualquier duda, ya saben: díganme.

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Fat | Stevnel [Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora