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Cuando Greg salió del hospital, Steven seguía yendo para visitar a Spinel, aunque esta siempre le disgustaba la presencia del contrario, incluso llegaba a insultarlo por eso. Siempre él se iba a causa de una discusión entre los dos. Spinel no lo quería ahí.

Él iba al hospital como de costumbre, caminaba como siempre por el pasillo, hasta que algo le llamó la atención en la puerta de la habitación 504. Él se detuvo.

—Connie —susurró el morocho, mirando a su exmejor amiga, apoyada en el marco de la puerta hablando con la menor. Pero tenía una bolsa en manos. Llamando más su atención. La bolsa era translúcida blanca, dejando ver una cosa rosada en ella. Se acercó a la puerta y la morena lo miró con algo de sorpresa, cruzó miradas con la pelirroja, que parecía tener restos de lágrimas en su rostro. La mayor por edad, menor en estatura, se paró y agarró la bolsa de Connie.

—Gracias por dármela a pesar que perdí —le sonrió. La morena le correspondió a la sonrisa y miró a Steven.

—Ey —el morocho la miró con curiosidad.

—Ey —repitió y miró a la morena irse. —Supongo que es normal que tu novia te visite —entró y cerró la puerta detrás de sí. La pelirroja rodó los ojos y fue a su cama.

—No es mi novia.

—Vi lo contrario aqu——se detuvo al ver que la pelirroja permaneció mirando dentro de la bolsa.

—No es... —tragó saliva. ¿En qué momento se puso a llorar? —... Mi novia —susurró y cruzó miradas con Steven. Ella apretó la bolsa entre sus manos y la dejó en la silla, al lado de su cama.

—¿En serio? —dudó.

—¡Claro que sí! —ella se limpió las lágrimas por coraje y se sentó en la cama, con tranquilidad. —Por supuesto que sí... —susurró. Se notaba herida. Él se acercó a ella y se sentó a su lado. —No me toques —a él no le importó e igual la abrazó. —Lo siento...

—Solo dime la verdad —suplicó. Ella lo separó con cuidado, empujándolo a la silla. Él miró la bolsa con desdén.

—Ella y yo salimos, sí. Antes de tú y yo estar juntos... —él agarró la bolsa dispuesto a ver su contenido: —... ¡No——suavizó su voz —no lo hagas —él soltó la bolsa inmediatamente. —Continúo: ambas salimos, unos meses después de que ella haya entrado al instituto... —se acomodó su cabello enredado y suelto —... Empezamos a salir porque ella quería experimentar y yo sentía algo por ella —se encogió de hombros, restándole importancia. —Te hacía bullying y ella te defendía. Se enojaba conmigo por cómo me comportaba contigo. Ahí entendí la frase: “siempre se debe preferir a los amigos antes que las parejas”, total: los noviecitos son algo pasajero —soltó una risa irónica. —Las peleas siguieron y yo seguía con mis problemas alimenticios y ella los descubrió y tuvimos una discusión...

—¿Ella...——lo pensó —... Sabía que vomitabas? —la pelirroja rió.

—No.

—¿Entonces?

—Era como tú —ambos cruzaron miradas. —Comía. En exceso. Llegué a pesar 70kg —aplanó los labios.

—¿Por qué terminaron?

—Ella pensó que la iba a dejar por alguien, ya que por accidente oyó una conversación con Party que yo tenía. Hablar de chicos: lo normal —sonrió enamorada. Steven la celó. —Yo hablé demasiado bien de un chico que me atraía, e incluso me atrae —suspiró melancólica. —Y ella simplemente me dejó de lado. Me terminó.

—¿Ella sabía quién era ese chico?

—No, solo oyó la mitad de la conversación.

—¿Y qué decías?

—Lo tierno y hermoso que él era. Sin contar describía y bromeaba el cómo lo sometería a comerle la boca y todo su ser... Realmente estoy dispuesta a arriesgarlo todo por él —admitió.

—¿Y?

—Días después me terminó. ¿Recuerdas ese día de lluvia que me regalaste tu chaqueta? —él asintió. —Por eso estaba llorando.

—¿Porque Connie te terminó? —la pelirroja asintió.

—Igualmente ella ni me amaba —rió con melancolía. —No sé cómo obtuvo algo que aquel chico que me gustaba que yo tenía, e hicimos una apuesta para conseguirlo.

—¿Cuál... Apuesta?

—Ella me dijo que tenía que hacer algo totalmente odioso para mí y yo dije en salir contigo —se encogió de hombros —yo aseguraba que no me enamoraría y ella aseguraba lo contrario. Si yo ganaba ella me lo daría y si no, no —él tembló.

—¿Y ganaste? —una lágrima bajó por su ojo derecho.

—Perdí incluso antes de hacerla —habló sonriendo enamorada. Steven y ella se miraron a los ojos. Esos ojos café. Esos ojos suaves.

—¿Y de quién hablabas y estabas enamorada? —ella rió.

—¿No es obvio? —le sonrió insinuando. Todo en ellos era perfecto. Ambos se acercaron con cuidado y sonrieron. Y ahí supieron lo único que necesitaban. Amarse. —Te amo tanto, Steven —masculló. Él cerró los ojos con cuidado.

—Yo te amo más —susurró, apegándose a ella.

—Y yo te amo aún más —besó sus labios nuevamente.

Ambos creían que eran gordos,
Pero se dieron cuenta que solo se llenaban de amor mutuamente.

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Adivinen la noticia que les daré:

No, no, adivinen.

Es buena. Bueno, realmente no se sabe qué es, pero es algo ahí. Adivinen. Pónganme qué piensan acá.







































Es el final ;) el siguiente es el epílogo. Oie zi, nena. En el epílogo intentaré aclarar dudas. Así que díganme las dudas y yo se las aclararé.

Ah, y díganme de qué quieren que sea el próximo fánfic.

Billdipp.

→Miraculous ladybug.

Stevinel.

→Otro shipp de SU.

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Fat | Stevnel [Human Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora