Capítulo 19- "Estaré contigo siempre"

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Dedicado a YoliGalvez, Vero_Sanchez y a TheWhoreLady. ¡Qué lo disfruten!

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La gente comienza a llegar a las 7:30 PM. A las ocho la casa está prácticamente llena y veinte minutos más tarde la fiesta realmente comienza.

La música suena por toda la casa, las luces alumbran levemente y todos parecen estar pasándosela de maravilla. Muchos están bailando, otros comen y beben, y algunos hablan con sus amigos.

—Para ser tu primera fiesta está genial. Incluso mejor que las que da Marco, me atrevo a decir —dice Dante. Sonrío, tomando un sorbo de mi cerveza.

—Es porque tengo sangre fiestera corriendo por mis venas —bromeo.

—Eso me consta —dice Gian caminando hacia la mesa de comida. Toma un brownie del soporte y está por darle una mordida cuando lo detengo.

—No recomiendo que te lo comas. Tiene mucho chocolate —digo, quitándole el bizcochito.

—¿Eso qué? Amo el chocolate.

—También tiene mucho azúcar —continúo. Él alza las manos en señal de rendición.

—Bien. Tomaré este entonces y me iré a bailar —decide, agarrando dos merengues y luego sale de la cocina.

Suspiro aliviado. Si Gian llega a comerse uno de esos brownies, se dará cuenta de lo que contienen. De seguro ha ingerido uno antes y no quiero que me ande preguntando de dónde los saqué.

Me termino mi vaso de cerveza y me giro para continuar mi conversación con Dante, pero este ya se ha ido.

Paso la siguiente hora bailando con Victoria, bebiendo, comiendo y pasándomela bien. Dante y yo jugamos beer pong contra Marco y otro chico, cuyo nombre no me sé. Vamos ganando, ya que solamente quedan dos vasos en el equipo contrario. Dante lanza la pelota, la cual rebota contra la mesa, y cae dentro de uno de los vasos.

—¡Sí! —celebra Dante y chocamos cinco.

Marco toma el vaso de cerveza y se lo bebe. Luego es su turno. Lanza la pelota sin titubear y la encesta en el vaso. Él nos da una mirada de victoria, alzando las cejas con una sonrisa.

—No canten victoria tan pronto, ragazzi —nos dice.

Tomo el vaso donde cayó la bolita y bebo el contenido rápidamente. Agarro la pelota de ping pong, la sumerjo en el vaso de agua y la limpio con la toalla. Antes de hacer mi tiro me quito la chaqueta de cuero que traigo puesta, porque está comenzando a hacer calor. La coloco en una silla detrás de mí y me preparo para lanzar la bolita.

—¿Listo para tomarte ese último vaso, Marco? —pregunto sonriendo. Él rueda los ojos, cruzado de brazos.

—Solo lánzala, Lewis.

Me inclino sobre la mesa sin tocarla, concentrándome para que caiga directamente en el vaso. La lanzo y cae hermosamente dentro del último vaso en el centro.

—¡Sí! —exclamo, alzando los puños en el aire—. In faccia, figlio di puttana [17].

Marco niega con la cabeza mientras bebe del vaso.

—Buen juego, Steve —me dice el moreno, estrechándome la mano—. ¿Jugamos otra vez?

Non ci credo [18]. No me siento muy bien. Creo que voy a vomitar —dice el compañero de Marco.

Desearía que fueses mi droga (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora