Un Amor Verdadero ||Cameron Monaghan||

Parte 57

La Boda

Nos encontrábamos en medio del gran salón donde se suponía que sería la fiesta después de la ceremonia.

Era un salón muy elegante, como no si se trataba de los Waller, ya no estaba lloviendo, en realidad cuando llegue la lluvia se detuvo, si aveces pienso que el universo me odia.

Después de la "aclamada ceremonia" fui al baño a limpiarme un poco, arregle mi cabello y retoqué mi maquillaje, ahora ya no estaba hecha un desastre, almenos no del todo, solo había un pequeño detalle, si, mis botas para la lluvia, pensé que quizás nadie lo notaria después de todo todos estarían en sus asuntos y poco le importaría una chica más en el lugar, pero habían uno que otro que señalaba hacia mí, después de todo las botas de plástico al chocar con el delicado piso del lugar hacia un sonido un tanto extraño, así que me resigne a quedarme sentada en la mesa que nos corresponde a mis amigos, mi mamá y a mi.

Aunque en realidad, eso era lo mejor para mí, hoy definitivamente, no quería llamar más la atención de lo que había hecho, planeaba quedarme sentada ocultando mis botas debajo del elegante mantel que cubría la gran mesa en donde estabamos sentados y no sobresalir en lo absoluto.

La noche parecía transcurrir sin sentido para mi..
Estaba tan sumergida en mis pensamientos, que ya había perdido la cuenta cuantas de esas deliciosas bebidas color rosa había bebido.

Diana:
Elee, ¿cuántas de esas has tomado?

Eleanor:
No lo sé ¿Quién lleva la cuenta de eso?

Diana:
No creo que sea conveniente que comiences a beber justo ahora, después de todo mañana es tu vuelo

Eleanor:
Ya lo sé Diidii, solo están deliciosas -tomé otro sorbo de la refrescante bebida-

Diana:
Elee..

Thomas:
Tranquila no tienen alcohol..

Eleanor:
Ya lo ves.. Entonces puedo tomar otra..

Diana:
Bueno...

......

Diana:
Elee.. ¿Estás bien? Casi no has dicho nada en toda la noche

Eleanor:
Si, estoy bien solo es que.. -alguien detrás de mi tocó mi hombro, para llamar mi atención-

Mesero:
Disculpe señorita

Eleanor:
¿Si? -volteé para verlo-

Mesero:
Me imagino que usted es la señorita de las botas ¿no es así? -cuestionó-

Eleanor:
¿De qué habla? -pregunté sin comprender a qué se refería-

Mesero:
Un joven dejó esto en la entrada, dice que le pertenece -me entregó una bolsa de regalo y la tomé-

No puede ser eran mis zapatos, pero ¿cómo? Los había olvidado en el taxi hace unas horas ¿acaso vino hasta aquí solo para devolvermelos?

Eleanor:
¡Oh! Si son míos muchas gracias

Mesero:
No hay de que -dijo antes de retirarse-

Thomas:
Vaya que suerte tienes Elee

Eleanor:
No tanta como quisiera.. Ire a cambiarne los zapatos.. -me levanté y me dirigí al baño-

........