Sabito era consciente de lo que estaba sucediendo en ese instante. Probablemente, pronto se quedaría sin tiempo para visitar a Giyuu, por lo que estaba por suceder. Una gran ola venía y no había nada que pudiera detenerla, y si no iba ahora hacia él, no sabía cuándo volvería a tener la oportunidad.
El de cabello indomable observaba hacia el cielo en silencio, asegurándose de vez en cuando de que su acompañante estaba bien.
— Así que le gusta el ohagi...— Susurró Tomioka mientras jugaba con sus manos. Sabito rio suavemente y fue cuando, de forma inconsciente, empezó a andar.
Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, frenó. ¿Y si no era el momento adecuado? ¿No debía esperar, acaso?
De repente, sintió su cuerpo temblar. Retrocedió, y antes de darse cuenta, ya estaba corriendo lejos del lugar.
Ya habría otro momento para hacerle aquella visita...
¿No?
🌙
Sabito cumplió su palabra. Mientras esperaban a que la Selección Final diera comienzo, se mantuvo junto a Giyuu. No se separó de él para nada y sus manos estuvieron unidas en todo momento.
— Giyuu, ¿me dejarías hacer algo antes de irnos?— Preguntó Sabito al darse cuenta de que su tiempo estaba acabando. Giyuu lo observó en silencio y asintió, con una suave sonrisa en sus labios; la última sonrisa que Sabito pudo ver. Y en sus últimos momentos, estuvo orgulloso de que fuera la suya.
El pelirrojo tragó en seco. Con sutileza, tomó al contrario por la cabeza y lo acercó a él.
— Hasta luego, Giyuu.— Dijo, plantando un beso en su frente. Uno suave, en el que transmitió todo lo que sentía. Los ojos de Giyuu se cristalizaron y abrazó al contrario con fuerza, quién no tardó en comenzar a acariciarlo suavemente, transmitiéndole confianza.
Ambos estuvieron abrazados ahí en medio durante un rato. Hasta que la Selección Final dio comienzo.
— Hasta luego, Sabito...— Fue lo que le dijo antes de que sus manos se alejaran y ambos se fueran por su lado.
💕
Makomo vio a Sabito regresar cabizbajo. Entonces, se puso en pie y se acercó a él, tomando suavemente su mano.
— ¿Nuevamente te arrepentiste?— Preguntó mientras tiraba de él y lo hacía sentarse en el suelo junto a ella.
— Sí...— Afirmó. La joven suspiró y se puso de rodillas frente a él.
— Sabito. Es normal que tengas miedo, pero tarde o temprano lo tienes que afrontar. Lo ayudaste en esa pelea, ¿cuál es ahora tu problema?— Preguntó, ladeando la cabeza. Su ceño estaba fruncido, pero no parecía enfadada.
— Llegué cuando estaba malherido y a nada de caer inconsciente. Sabía que ni loco pensaría que era real. Y la otra vez que lo visité, estaba dormido.— Aclaró, cruzándose de brazos.— Y no lo hago porque tengo miedo a su reacción. No puedo aparecer tal y como lo hice con Kamado, es distinto.
La de cabello azul se mantuvo en silencio, cuando una idea cruzó por su cabeza.
— Deberías hacerlo pronto. Van a enfrentarse contra Muzan, ¿no? Aún estás a tiempo de ir.— Comentó. El pelirrojo alzó una ceja extrañado.
— ¿Por qué...?— Preguntó dudoso. Makomo suspiró.
— Quién sabe lo que pueda pasar. Si quieres hablarle mientras vive, hazlo ahora, Sabito.— Dijo segura de sus palabras.— Porque existe la probabilidad de que su reloj se detenga y venga...
Sabito puso su dedo índice en su labio para callarla. Ni loco pensaría que a Tomioka podría pasarle algo así.
— No digas estupideces, Makomo.— Dijo, sonriendo con nerviosismo.— Iré cuando terminen. Entonces, hablaré con él.
La de cabello azul soltó un suspiro. Había ido con buenas intenciones, pero Sabito no se daba cuenta de lo que trataba de hacer por él.
— Comprendo...
✒️
Aquel momento se repetía en su mente una y otra vez, haciendo que un nudo de formara en su garganta. Llevaba días así, y ahora que iba a volver a la cabaña, el miedo le consumía.
Cuando Urokodaki fue a recogerlo, Giyuu estalló. No podía cargar con ese peso, de verdad que no podía. El mayor soltó un suspiro y abrazó con fuerza a su joven discípulo, que lloraba sin control alguno.
— Puedes llorar, Giyuu.— Dijo suavemente.— Desahógate todo lo que quieras, yo estaré aquí. Comprendo que estés mal, pero debes aceptarlo. Estas cosas suelen suceder en ocasiones. La vida es así, y te va a pasar muchas más veces. No puedes salvar a todo el mundo, Tomioka.
El chaval estuvo llorando hasta que el sueño pudo con él. Urokodaki se despidió de quienes habían estado cuidando a Giyuu durante esos días, y les agradeció por todo lo que hicieron. Tras eso, volvió a la cabaña con el de cabello azul entre sus brazos.
— ¡Urokodaki!— Makomo corrió hacia él preocupada. Había salido hacía varias horas y le preocupaba lo que le podría haber pasado, ya que, para colmo, había salido desarmado.— ¡Tomioka!— Gritó al ver al chaval dormido en los brazos del mayor. Este lo dejó tumbado sobre el futón que había dejado preparado en el salón junto al de Makomo, quien pidió dormir junto a él.
La de cabello azul se arrodilló junto a él mientras observaba preocupada. Hacía como una semana que el cuervo había llegado a su hogar, gritando que el joven pelirrojo había perdido la vida contra un demonio. Por lo visto tuvo tiempo de pasarse ya que Sabito fue el único que no salió con vida aquel año y porque Urokodaki era importante, también.
— Debiste haber sufrido mucho.— Susurró. Ella había llorado como nunca en su vida al enterarse de aquello, pero no podía imaginar a Tomioka tras eso.
Aquella noche, durmieron plácidamente. Al día siguiente, Makomo estuvo hablando con Giyuu, quien se veía muy apagado después de todo.
Y las cosas fueron sucediendo lentamente. En poco tiempo, la espada de Giyuu ya había sido forjada, y el joven tuvo que marcharse. Prometió visitar a Makomo siempre que pudiera, y con dificultad, sonrió.
La última sonrisa que pudo apreciar Makomo por parte de aquel joven de cabello revoltoso. Y había sido algo forzada.
La niña corrió hacia él para abrazarlo con fuerza. Giyuu la envolvió en sus brazos con cuidado, y, una vez se separaron, se marchó.
La estuvo visitando durante varios meses. No solía ir muy seguido, pero Makomo lo comprendía.
Y así fue, hasta que su turno de ir a la Selección Final llegó.
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Mirar Atrás ➳ SabiGiyuu
Fanfic♡. Pasad por la cuenta de Kyonemi (aquí en Wattpad), artista que hizo el dibujo de la portada <3 Cuando la única persona a la que amó incondicional pero inconscientemente le fue arrebatada, Giyuu cayó en un oscuro agujero del que creyó que jamás pod...