Capitulo 11: "Papa me entiende"

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–ABBY–


Los días siguientes después del tonto comportamiento de Ethan, las cosas se estaba poniendo tensas, me estaba cansando de todo lo que hacía, desde ese día no había dejado de molestarme, si, a mi me molestaba.

Mi rutina había cambiado, pues me despertaba e iba caminando al Instituto, procurando llegar a clases a la hora exacta. Así evitaba a Ethan y sus saludos llenos de alegría falsa. Cuando la hora de descanso llegaba, Cassie se escondía conmigo, bueno la obligaba a hacerlo. Y al final de clases corría a mi casa.

Ahora estaba con Cassie en la biblioteca, escondiendome.

—Abby, enserio, esto es algo estupido—susurró.

—¿Qué? ¿La biblioteca? Si, tienes razón, vamos a otro lugar—intenté levantarme pero Cassie no lo permitió.

—No hablo de eso, Abby. Hablo del hecho de esconderse. Bueno de que te escondas y que me lleves a mi. Esto de Ethan ha cambiado muchas cosas. Ya no puedo verte en la mañana porque llegas con las justas, en los descansos solo estamos buscando donde escondernos y al final de clases no puedo conversar contigo porque corres a esconderte en tu casa. Apenas y contestas los mensajes que te envió.

Lo pensé, tenía razón, estaba evitando a Ethan todo el tiempo que no pensé en si incomodaba a Cassie con mis acciones.

—Cassie, lo siento. Pero no hay otro modo de hacer que Ethan pare con su comportamiento—hablé.

—Claro que lo hay. Y no creo que Ethan se comporte así solo para molestarte. Talvez de verdad quiera arreglar las cosas y ser tu amigo. No puedes simplemente juzgarlo de esa forma. Ni siquiera te has dado el tiempo  de conocerlo mejor.

—Lo conozco muy bien, por eso es que no quiero que se me acerque.

—Abby, por Dios. La gente cambia y creo que él cambio. Deberías de confiar más en él. No todos son iguales—habló y supe a quien se refería.

Suspiré agotada, esto de las escondidas me estaba cansando. Puede que Cassie tenga razón, pero también cabe la posibilidad de que no. Realmente esto me estaba creando inseguridades que no creía volver a tener.

Talvez debería empezar a confiar en él, bueno en todos en general. No podría ser tan malo.

—Tienes...tienes razón, talvez no es malo y todo esto es producto de lo que pasó antes—suspiré—vamos, aún queda mucho tiempo para el descanso y tengo hambre.

La sonrisa de Cassie me dio a entender que era lo que quería escuchar. Se levantó primera y me extendió la mano, acepté la ayuda gustosa.

Nos dirigimos al comedor, había varias personas, pero no como suele estar en un principio cuando todos luchan por obtener algo y ya saben. Mi amiga permanecía a mi lado y una vez que obtuvimos nuestro almuerzo nos dirigimos a una de las mesas que se encontraba en el centro del lugar.

No pasó más de dos minutos y las puertas del comedor se abrieron dejando ver al chico del que tanto hablamos.

Fue algo estupido, porque cuando ingresaron juro creí que era una película, hasta la brisa les favorecía, cosa que era tonto, porque el lugar estaba con puertas y ventanas cerradas. Agité mi cabeza a los lados, tratando de concentrarme en almuerzo, cosa que fue imposible, el estaba ahora y me sentía rara.

Pensé que llegaría a mi mesa y empezaría a hablarme. Estupida ¿no? Porque no lo hizo, simplemente pasó de largo con sus amigos, creo que hasta ni me vio.

—Para que no quieras conocerlo, no dejas de mirarlo—habló mi amiga mientras metía comida a si boca.

—Callate—dije—Que alivio—susurro una vez que me sentí segura. Me dispuse a comer  lo que tenía servido y cuando terminé, saqué mi celular en un intento de distraerme de todo.

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