Capítulo 49: "Problemas amorosos"

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ABBY


Ethan rodeó el auto y me ayudó a salir, agradecí y caminamos hacia el instituto tomados de la mano. Si, habíamos vuelto a lo de antes y me encantaba. Ethan me recogió de casa luego de un par de mensajes.

Los bueno había terminado, es decir, las vacaciones y las clases empezaron de la mejor manera. Me sentía bien, junto ahora la sonrisa en mi cara es enorme y es que no era para menos, las cosas con Ethan se habían resuelto. El mismo día que llegué a casa lo primero que recibí fueron un sin fin de preguntas, más de mamá y Alice que de papá. Aunque creo que era obvio lo que había pasado porque sentía salir la emoción por todo el cuerpo, les dije, con más detalles a mi madre. Me pidió explicaciones, muchas y se las di, pero ella quiere hablar con Ethan directamente, se que no pasará nada malo, es solo que aún no le he dicho a Ethan sobre eso.

Sentí la mano de Ethan rodear mi cintura y acercarme a él, lo miré y él sonrió. Dejando un beso en mi mejilla seguimos el camino. Apenas pusimos un pie dentro ya teníamos las miradas de todos. Como había dicho el rumor de nuestro problema se esparció tan rápido como el agua y supongo que el vernos ahora de esta manera era sorprendente, pero me importaba tan poco su opinión sobre nosotros.

A lo lejos pude diferenciar a mis dos mejores amigos que extrañamente no estaba abrazados como suelen acostumbrar. Cassie estaba con sus brazos cruzados sobre su pecho y con un tierno puchero en sus labios, además del ceño fruncido. Erick en cambio tenía sus manos en los bolsillos del pantalón y miraba a Cassie con seriedad. No, eso no está bien. Llegué a su lado una Cassie sonriente me abrazó con fuerza.

—Te extrañé mucho—correspondí su abrazo y reí cuando respiró cerca de mi cuello.

—También te extrañé—me separé dejando un beso en su mejillas. Miré a Erick que me veía con una ligera sonrisa. Me acerqué a él y me envolvió en un abrazo.

—Parecian siglos—reímos y aproveche la cercanía para hablar.

—¿Siguen enojados?—el asintió con pesar y negué.

—Luego te cuento—asentí. Ethan saludó a los chicos y me sorprendió de que Cassie no dijera nada.

Nos dirigimos a los salones, tenia literatura, eso significaba estar con Ethan. Tomamos asiento al final del salón.

—Extrañaba estar aquí contigo—susurró acercando su asiento al mío. Le sonreí en respuesta y besé sus labios.

—Yo también—murmuré al separarnos.

El maestro llegó minutos después y las clases empezaron, para ser sincera no le presté atención, porque toda estaba en Ethan. Él repentinamente empezó a enviarme pequeñas notas con frases muy cursis, que me encargué de hacerle saber. Pero aún así no negaba que me gustaran. También los constantes besos que Ethan me daba cuando el maestro se distraía o nos daba la espalda. Su mano sujetando la mía o cuando nos veíamos sin decir nada.

Las clases siguieron con normalidad y el descanso llegó. Ethan estaba muy emocionado por presentarme con su amigo y yo por conocerlo. Se escribieron para vernos en la cafetería y esperamos pacientes a que llegara.

—Lamento interrumpir su espacio de amor, pero les pido por favor que no coman frente a los pobres—nos separamos de la pequeña sección de besos que habíamos empezado. Miré avergonzada al chico frente a mi. Cabello corto y negro, moreno y delgado, creo que es más alto que Ethan.

Tomó asiento frente a nosotros con una gran sonrisa.

—Leo—ambos se saludaron—Ella es Abby, mi novia—me presentó con orgullo en su voz, sonreí—Abby, el es Leo, mi amigo—estrechamos nuestras manos.

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