Capítulo 53: "Te amo"

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ETHAN

La fría mañana no faltaba, no me molestaba en absoluto porque tenía excusas para abrazar a Abby todo el tiempo, aunque no era necesario tenerlas.

Me sentía bien, ver a Abby correr apresurada para guardar su maleta en el autobús. Ocho de la mañana y ya todos estaban casi listos para partir rumbo a la siguiente y última excursión del año. Era alegre y triste a la vez, la emoción de pasar tiempo junto a todos y sin preocupaciones era enorme pero también estaba el recuerdo de que pronto acabaríamos y muchos caminos se separarían. Moví mi cabeza a los lados tratando de despejar esos pensamientos. Debo disfrutar este tiempo.

Abby llegó corriendo a mi lado, con la respiración agitada y el cabello desordenado, tiré de ella acercándola y buscando alguna liga en su mano, siempre la llevaba ahí. Acomodé su cabello en una floja trenza, tenia habilidad en estas cosas, solía peinar de diferentes formas a mis primas. Ella sonrió cuando terminé.

Este viaje sería diferente al anterior, serían cuatro días igualmente, pero nos quedaríamos en cabañas. Como saben yo amo estar junto a Abby y prácticamente tuve que rogar para  compartir asiento con ella, porque esta vez todos viajarían de acuerdo al salón. Por suerte soy alguien tan insistente que puedo llegar a irritar, si, yo tomo eso como algo bueno.

—¡Bien, todos atentos se tomará lista!—gritó un maestro frente a todos, habían dado indicaciones y normas que se tomarían. Vi a la misma persona acercarse a mi y revisar entre el monton de hojas—Recuerda avisar al maestro con el que viajarás—asentí a sus palabras.

Busqué la mano de Abby y empezamos a caminar al interior del autobús. Busqué un asiento en el centro y elegí el que según yo era más cómodo. Dejé que Abby se sentara junto a la ventana y seguí yo después de mirar a los demás que tomaban asiento. Abby se deshizo de su abrigo, colocándolo sobre sus piernas. Estaba pendiente de cada movimiento que hacía, la temperatura era diferente una vez dentro, hacia más calor.

—¿Qué?—me miró sonriendo. Negué y dejé un besó en su frente.

—¿Estas cómoda?—asintió un par se veces—Bien.

Cuando ya todo estuvo listo y el empezó el recorrido me di la libertad de abrazar a Abby. Hablamos mucho, ella me contaba lo que ha hecho con su padre el fin de semana pasado, ese fin de semana no estuve con ella, tenía una reunión familiar y Abby tenia planes con su familia.

Mi atención  estaba en cada palabra que decir a y en la sonrisa que sus labios formaban al contarme todo.

Al diablo...

Uní nuestros labios en un impaciente beso, ella jadeo sorprendida al principio y luego correspondió el beso con una sonrisa. Sus manos fueron a mi pecho y así estuvimos por segundos, largos segundos. Nos separamos jadeante y terminé recibiendo un pequeño golpe en el hombro. Abby estaba avergonzada.

—¿Quién diría que Abby se avergonzaría por un simple beso?—me burlé, ella frunció el ceño.

—Ah. Pues no pasará nada si no recibes simples besos en todo el día—cruzó sus brazos evitando la mirada.

—Abby no puedes hacer eso—me quejé, más ella solo me ignoró. Esto no era bueno, para nada.

Insistí mucho para que realmente no lo hiciera, pero no funcionó esta vez. Terminamos hablando y de vez en cuando volvía a rogar, pero siempre recibí la misma respuesta. No.

El tiempo pasaba y era de esperarse, Abby cayó dormida apoyando su cabeza en mi hombro. No tenía sueño ni nada que hacer. Tomé el teléfono escribiendo a Leo.

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