Capítulo 28:"Me encantas"

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ETHAN

Abby deja de ser tan linda—me quejé al verla y no pude evitar sonreír cuando se sonrojó.

—Ya, basta Ethan—habló avergonzada. Negué.

—No estoy haciendo nada malo, solo digo la verdad—levante mis manos en son de paz.

Me miró fijamente-Como sea, me tengo que ir. Si necesitas mi ayuda, búscame—tomó el fichero del pequeño banco a su lado—Nos vemos después—se despidió con una sonrisa mientras agitaba su mano. Dejó un beso en mi mejilla y me contuve para no girar la cabeza y besar sus labios.

—Te veo después—asintió y se fué, debía ayudar a algunos maestros con la organización de algunas cosas, aunque no se porqué, ella no suele colaborar en nada de eso.

Era el segundo día en el campamento y era mejor de lo que pensé. Sobre todo porque estaba con Abby y lo digo enserio. Es tan linda que me es imposible estar lejos de ella.

No voy a negarlo, Abby me gusta. ¿Loco? Para nada, es decir, ¿cómo no hacerlo? Es una persona increíble.

No todos tenemos la mejor impresión de las personas la primera vez, y nuestro caso no fue la excepción. Era demasiado claro que en un principio no nos llevábamos bien, pero ahora era totalmente diferente.

Si, lo sé. La apuesta, no lo olvido, algo estupido de mi parte, algo que hice en su momento por querer vengarme. Pero todo se termino volteando, por Abby. No sé lo he dicho a Abby y no creo que sea necesario. Hablé con Sack, mi amigo, el chico con el que había apostado.

El día que empecé a conocer a Abby, supe que realmente estaba haciendo las cosas mal. No iba a jugar con ella, no podía. Sack me tomó como un cobarde, pero me importaba en lo más mínimo. Esa es una de las tantas razones por las que evito estar con él.

En el tiempo que realmente llevaba conociendo a Abby, pude ver aquello después de la barrera que puso al conocerme, y eso no quere decir que que no me guste su forma de ser. De hecho, hace que me guste más, lo digo enserio, siempre a la defensiva con personas que no le dan la confianza, cuando sonríe o cuando no tene los mejores ánimos, todas las facetas que he visto son hermosas y todas ellas me gustan.

Cada momento que estábamos juntos me empezaba a gustar, y ahora no lo puedo negar y no lo haré.

Cassie fue una de las personas que más me ha ayudado, digamos que siempre le preguntaba sobre Abby y ella sin problema alguno me decía todo. Claro, después de gritar que al fin estaríamos juntos.

Suspiré, debía apresurarse. Hoy haríamos una caminata, sería calificada.

Me levanté del asiento, seguía ahí desde que Abby se fue.

Abby. Maldición, esa niña entró en mi mente para no salir.

Sonreí tontamente al recordarla sonrojada, a pensar de su "apariencia ruda" era tan tierna. Negué ante mi actitud, eso es lo que causa Abby.

Salí y fue a buscarla, si, no ha pasado más de media hora y ya la quiero ver.

A lo lejos pude verla, hablaba con sus amigos animadamente. Llevaba unos pantalones cargo y una blusa manga corta, agitaba sus manos frente a su cara, tratando de refrescarse, hacía mucho calor.

Me acerqué a ella a pasos apresurados y la abracé desde su espalda. Cassie y Mike, que eran los que estaban con ella me miraron y solo recibí una sonrisa de la de cabello cenizo, a quien devolví el gesto.

—Ethan, no. Hace demasiado calor—se removió entre mis brazos hasta que la solté. Se giró a mi y fingiendo tristeza, la mire.

Ella sonrió y también lo hice. Ahora su cabello estaba sujeto en una coleta alta y se veía hermosa.

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