Capítulo 24: "Aún no te has despedido"

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-ABBY-

-¿Qué es eso? -inconscientemente tomé el brazo de Ethan, había una criatura extraña y peluda frente a nosotros-se está moviendo-tiré de él cuando intento acercarse.

-Solo vamos, creo que esta a poco de saltar sobre tu cara-nos alejamos y fruncí el ceño.

-Cierra la boca, Ethan-lo empujé levemente y me alejé de él cuando me di cuenta de que sujetaba su brazo, mas no me lo permitió por completo y volvió a entrelazar nuestros brazos.

-No te sueltes, podrías perderte-susurro mirando con desconfianza a las personas que pasaban a nuestro lado, me pareció gracioso así que no espere para reír-ere muy pequeña, no te encontraría-mi alegría paro de golpe y ahora él lo hacía-ya no te enojes, solo era una broma-mire al frente frunciendo el ceño luego de golpear su hombro. Es un exagerado.

-¿A dónde iremos? -pregunté tratando de ignorar sus burlas. Solo era un par de centímetros menos que él. Solo obtuve una sonrisa de su parte, yo quería saber el lugar, no si tenia la dentadura perfecta.

Si, hoy era la salida con Ethan y no empezó tan mal, de hecho, para nada mal. Obviamente Cassie llego dos horas antes a mi casa, según ella para prepararme y darme unos consejos, ignore todo el vomito de palabras que salía de ella, he salido con personas antes, no necesito que ella me diga que hacer, sé que la emoción de Cassie era enorme, porque en su gran imaginación, me veía con hijos y un marido, el cual era Ethan. Al final terminamos dormidas mientras esperábamos por Ethan y lo peor de todo fue el desastre en mi rostro, que Cassie ayudó con eso.

Ethan llegó a mi casa con pequeño ramo de rosas y me disculpan, pero me reí en su cara. Se enojo conmigo y fue hasta que le prometí un helado, enserio el chico parece un niño, su emoción era enorme con solo eso. Media hora después, que fue cuando el azúcar bajo y cuando encontramos ese ser extraño a un lado de la calle.

Grande fue la sorpresa cuando Ethan estacionó el auto en el estacionamiento del zoológico, lo mire esperando una respuesta.

-Ethan, no me gusta el zoológico-hablé cuando evidentemente el no entendía mi reacción al ver el lugar.

-Imposible ¿A quien no le gusta? Es genial-habló con emoción.

-A mí-dije obvia.

-Oh, vamos ¿A caso te atacó un simio? -preguntó mirándome burlón.

-De hecho, fue un guacamayo-Ethan soltó una carcajada y lo miré enojada-no te rías imbécil, ese animal estaba loco-me estremecí al recordar ese momento.

-Vamos, no dejare que ningún ave picotear tu cabeza-rió, lo mire mal, pero dejé que me guiara dentro, a pesar de que conocía el lugar.

Visitamos algunos lugares y desde la ultima vez que fui, había más animales. Por, sobre todo, evitamos los lugares donde había animales con plumas, claro no por mucho porque Ethan me llevo hasta el y para suerte de él, estaban dejando tocar a las aves. La sonrisa traviesa de Ethan me dio una idea de lo que iba hacer, pero me enoje con el cuándo lo intento.

-No es para tanto, Abby-dijo más yo estaba atenta a los movimientos del ave.

-Ethan, nos está mirando raro-hablé espantada-creo que nos va a atacar. Vámonos-rogué. De verdad que me espantaba ese animal.

-Abby, no nos está mirando...

-Corre-lo interrumpí-me miro confundido y no hice más que empujarlo- ¡que corras idiota! -grité cuando el ave voló en dirección a nosotros.

Lo únicos que hice fue agacharme y cubrir mi cabeza con las manos, mas no paso nada, entonces levante cuidadosamente la mirada y todos miraban a Ethan correr, siendo perseguido por el animal. De no estar muerta de miedo hubiera reído al ver eso. Segundos después, no se que hizo el hombre que tenia al ave, pero lo había clamado. Ethan se acercó a mí con la respiración agitada.

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