Capítulo 13: " Gas pimienta pat.2"

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ABBY

Mientras esperaba a Ethan me aburrí y me tiré al suelo, pero no soporté el sol en mi cara así que volví a mi posición anterior

Llevaba diez minutos esperando a Ethan. Por Dios ¿el chico se fue a purificar el agua o que? Tenia ya diez minutos esperando pero no importaba, el lugar era genial y era aún más el molestar a los demás, creo que algunos se dieron cuenta pero no hacían nada.

Esta bien, saltando esa parte del aburrimiento, cuando estuve a punto de tirar la pequeña piedra, sentí unos brazos tomar mi cintura y fue por instinto que tomé al gas pimienta, giré y solté todo el gas en la cara del chico, enserio todo fue por instinto. Cuando escuche los gritos desesperados del chico, me di cuenta de que no era ningún acosador, era Erick, mi amigo.

—¡Oh, por Dios!—me acerqué intentando ayudar en algo, pero la desesperación era enorme—¿qué hago?¿qué hago?—Sentí mi manos temblar.

Unos segundos más y la puerta de la azotea se abrió dejando ver a Ethan con dos vasos grandes con bebidas.

Me acerqué a él y busqué cuál de los dos recipientes tenía agua, tomé el correcto y me acerqué rápidamente a Erick y le ayude a lavar su cara.

—¿Estas mejor?—pregunte, me sentía muy culpable.

—Si, aunque creo que debería ir al médico—río mientras trataba de abrir sus ojos, obviamente fue un intento fallido—creo que quedaré ciego.

—No seas tonto, pasará en poco tiempo—hablé—creo—complete riendo—Además, no puedes asustarme de esa manera—me defendí antes de que él empezara a culparte.

En un intento gracioso de mirarme habló—¿Quién carajo lleva un gas consigo?

—Es por defensa, culpa a mi padre—levanté los hombros restándole importancia y me senté en el suelo cuando Erick pudo abrir los ojos.

Fue ahí cuando recordé que Ethan estaba ahí.

—¿Donde te metiste?—pregunté frunciendo el entrecejo.

Su cara indicaba lo confundido que estaba pero la cambió cuando le hablé —Pues fue difícil conseguirme una bebida que no tuviera alcohol—se sentó frente a mi, igualmente en el suelo—y olvide el agua así que volví por ella y cuando la tenía un tipo me tiró todo encima—apunto su torso pero este estaba seco—y me cambié, luego regresé por nuevas y aquí estoy—terminó de explicar.

Vaya paso más cosas de las que esperaban, pensé que se quedó con alguien y ya veo que no.

—Ahora bien ¿qué pasó con él?—apunto a mi amigo quien, ahora, solo tenía los ojos rojos.

Reí al recordar las desgracias que había pasado—Este idiota intento asustarme o algo así y le rocíe esto—mostre el frasco en mis manos—solo eso.

—Creí que solo yo era llamado idiota.

—Si, no te creas tan importante. El mundo es muy grande como para tener a uno solo.

—¿Estas mejor?—asintió ligeramente y se levantó.

—Si ¿sabes? Siempre quise ir al oculista, gracias—me reí porque noté que decía la verdad.

—Claro, también puedo enviarte al hospital, ya sabes, por si acaso—murmuró un "si, yo te aviso".

—En fin—arregló su cabello y su chaqueta—debo irme, me están esperando. Por cierto, Abby, el próximo fin de semana los chicos se reunirán en mi casa ya sabes para que—si, lo sabía, nuestro reducido –no tanto– grupo de amigos se reunía para jugar unos cuantos juegos de mesa y luego terminar comiendo pizza con una maratón de películas, lo normal, para nosotros—¿irás?

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