Capítulo 21: "Si te escribo esta noche"

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ABBY

Definitivamente darle dulces a Ethan era un error.

Hace media hora paramos a comprar helados y unos cuantos dulces, pues nadie imaginó que Ethan saldría afectado.

Resulta que los dulces lo volvían hiperactivo, ya lo había dicho y vaya que si. Llevaba saltando todo el camino, no podíamos parar en un solo lugar, porque él ya estaba en el siguiente. Además, no dejaba de hablar y abrazar, cabe recalcar que la única abrazada era yo, si y mis amigos únicamente se burlaban.

—Ethan—llamé al notar como movía su pierna rápidamente. Decidimos sentarlos luego de caminar demasiado, Ethan estaba a mi lado y su movimiento repetitivo me desesperaba—¿Estas bien?—pregunté al obtener su atención. Este asintio rápidamente, como un niño. Reí por eso.

—Si, lo siento—negué divertida, al parecer su nivel de azucar había bajado pues ya había dejado de saltar por todas partes.

—¿Y bien?

Erick había permanecía de pie extendiendo su mano a Cassie, quien aceptó gustosa, claro mientras yo moría por dentro al verlos.

Antes de levantarme, una mano grande estaba frente a mi, obviamente era Ethan, pero no pudo ser más dramático cuando levanté la mirada hacia su rostro y la conecté con la de el, por Dios, ¿soy yo? ¿O sus ojos brillaban? Sacudí levemente la cabeza saliendo de mi ensoñación y me sonrojo cuando el rió, demasiada obviedad de mi parte.

Tomé su mano y antes de que dijera algo tiré de ella. Nos apresurados a caminar nuevamente. ¿Saben quién tiene mucha suerte? Cassie. Pues Ethan nos llevó a la cafetería, que no recuerdo su nombre pero si como se veía.

Fuimos a ese lugar porque mientras caminábamos Erick confesó que no tenía un lugar al que ir, todos lo abuchearon por avisar eso después de una hora. Claro, Ethan nos salvó y dejó a una Cassie encantada con la idea, claramente no se negó nadie porque no teníamos otros lugar en mente.

Sinceramente, me encantaba el lugar. Me daba una sensación dulce y hogareña. Apenas entramos la dulce señora de la vez pasada nos recibió con su amable sonrisa y no faltó los abrazos a Ethan.

—Tomen asiento, por favor—pasamos a una mesa con más lugares de los necesario—me alegra que hayas vuelto, Ethan, y más con amigos y tu novia—al terminar de hablar, me miró. Yo casi muero con mi propia saliva, vaya manera de asustar.

Cassie me dio unas palmaditas en la espalda, todos rieron por mi reacción y ¿quién no? Casi muero por unas simples palabras.

—No soy su novia—me apresuré a decir apenas recuperé el aliento.

—Oh. Lo siento—apenada, se disculpó. Negué restándole importancia. Unos minutos más en los que ordenamos y esperamos a la indecisa de mi amiga, no sabía si escoger un pastel de chocolate o de naranja, terminando por el primero y era obvio, ella ama el chocolate—enseguida vuelvo.

Como era de esperarse, mis amigos se burlaron de mi hasta que trajeron comidas y se callaron. Ethan había empezado a contar anécdotas de su niñez y todos nos reímos de él.

—...y cuando estaba llegando a la cima, resbalé y caí rodando hasta llegar al inicio-Cassie y Erick parecían lombrices al reírse. Yo solo negaba divertida.

—Esto...esto me recuerda a Abby—habló Cassie limpiando sus lágrimas de la risa. Yo le advertí con la mirada de que se callara, pero me ignoró—Bueno en realidad me contó su mamá y también hay un video de ello—con decir eso ya sabia de que iba a hablar. No reproché más, porque de nada servía—Cuando estaba en ¿primaria?—me preguntó, asentí—si, si. Cuéntales tú—ella solo río cuando vio mi cara. Sin más empecé.

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