Capítulo 32: "Algo"

369 20 13
                                    

ABBY

—Abby, compré tus dulces favoritos—miré emocionada a mi padre—Podemos ver ese programa que tanto te gusta mientras los comemos.

—Papá no puedo, recuerda que saldremos hoy—hablé riéndome. Desde ayer mi padre había intentado de todo para que no saliera con Ethan, incluso me mintió diciendo que saldríamos de viaje, una muy mala mentira, ya que solo hacíamos dos viajes al año y definitivamente estos días no eran.

—Pero Abby, qué tiene ese chico. Creo que puedes esperar un poco más para estar con alguien. ¿Acaso es famoso? ¿Tiene alguna habilidad?—jadeo sorprendido—Es un vampiro, como en crepúsculo. Ay no Abby, quiero que te alejes de él, no quiero que luego vengas con sed de sangre—solté una carcajada antes sus palabras.

—Papá, estás loco—me limpié algunas lágrimas que había escapado por la risa—Tienes una severo problema con vampiros. Además, Ethan no necesita ser famoso, tener alguna habilidad o...ser un vampiro para que me guste—dije, mi padre se llevó una mano a su boca, sorprendido.

—Te gusta—afirmó.

—Pues...si, pero...—su mano frente a mi hizo que guardara silencio.

—Hay un "pero". Entonces no es nada seguro—asintió de acuerdo con lo que dijo.

—Basta, papá. Ya he tenido novios ¿por qué te comportas así ahora?—se encogió de hombros.

—¿Y si es definitivo?—miré a mi padre con cariño.

—No se de que te preocupas, no es nada extraño, así que no te preocupes—lo abracé y nos separamos al escuchar la puerta.

Mi padre rodó los ojos y caminé hacia la entrada riendo.

Abrí la puerta y ahí estaba Ethan, lo descubrí arreglando su cabello, esta vez lo traía hacia un lado, llevaba una camisa de tela negra y unos pantalones claros rasgados y un par de zapatos blancos. Lo invité a pasar, debía recoger un par de cosas de mi habitación, entre notorios nervios aceptó.

—Puedes esperarme aquí, vuelvo enseguida—lo dejé en la sala de estar, el asintió y corrí rápidamente al segundo piso, no dejaría a Ethan sabiendo que mi padre estaba abajo.

Y no me equivocaba, los dos estaban mirándose fijamente, mejor dicho mi padre lo miraba a Ethan de esa manera. Reí bajo y corrí hacia Ethan, tomé su brazo y miré a mi padre negando.

—Papá—advertí, sabía que estaba a punto de soltar algo para nada bueno.

—¿A que hora regresarás con mi hija?—con su cabeza en alto y una mirada seria pregunto, tratando de verse intimidante.

Lo cierto es que él no se comporta así, por tanto me daba un poco
de gracia.

Ethan me miró y era aún más gracioso ver su cara de espanto, así que decidí hablar yo—Ten por seguro que no pasara de las nueve, ahora, adios—me acerque a mi padre a dejar un beso en su mejilla.

—Creo que es mucho tiempo para ser su primera cita—susurró abrazandome, solo para que yo escuchara.

—No es nuestra primer cita—dije y recorde—o algo así, pero ya hemos salido.

—Cuidate y cuidala—apunto a Ethan y el asintió rápidamente.

Salimos de casa y subimos al auto. Claro que en el camino lo moleste con   eso.

(...)

—Mis padres quieren conocerte—miré con horror a Ethan luego de decir eso.

—¿Qué?—pregunté viéndolo atenta, tratando de saber si no era algún tipo de broma—¿Por qué?—volví a preguntar cuando Ethan asintió.

—Pues porque les conté sobre ti—habló obvio. Negué.

—No.

—Pero yo conozco a tus padre.

—Solo a mi padre, además los conociste por casualidad y tengo suerte de que mi madre no haya estado esa veces—moví  mi cabeza, sacando los pensamientos de mi madre y su locura.

—Pero somos...

—No somos nada—interrumpí rápidamente. Ethan me miró.

No era la típica mirada que me hacía sentir nerviosa y emocionada, al contrario me sentí preocupada por su reacción, ¿lo que dije estuvo mal? Bueno no, realmente no somos nada. Trate de ignorar el fugaz pensamiento de que talvez se sintió decepcionado por mis palabras, pero ahora el tenía una sonrisa torcida, ¿algo causaba gracias?

—¿Estas segura que no somo nada?—se acerco ágilmente a mi. Si antes no sentía nervios ahora si, no respondí, seguí mirando sus ojos—¿No dirás nada?—aparte la mirada bajando la cabeza.

Rayos, esto era extraño para mi. Lo sé dije que no somo nada, pero la mayoría de veces pasamos como si estuviéramos en algo, que es el caso. Me sobresaltó cuando sentí sus manos en mi cintura.

Respire profundo, ¿qué me pasaba? Yo no soy así, ¿que pasó contigo Abby?

—Entoces veamos—me besó y le correspondí al instante. ¡Oh, claro! Ya se que me pasó, me gustó Ethan.

Ethan movía sus labios sobre los míos, sin apresurar el ritmo, me permitió saborear el dulce sabor de mi labial que se desvaneció entre nuestros labios. En el momento, llevé mis brazos hacia su cuello y lo abracé de esa forma, jugando con sus cabello. Sintiendo las pequeñas caricias dejadas sobre mi cintura y espalda.

Nos separamos con un chasquido y me sentí avergonzada, porque acababa de decir que no somos nada y nos besamos. ¿Que tipo de personas que no son nada se besan? Exacto, nosotros.

Me escondí entre la curvatura de su cuello y ahí me quedé, sentido mis mejillas arder y como su cuerpo vibraba al reír.

—Cállate—demandé.

—Callame—habló de forma retadora. Pellizque su mejilla torpemente, no podía hacerlo mejor porque tenía vergüenza salir de mi "escondite" y verlo—Ya, ya. Esta bien—me abrazó sin dejar de reír, idiota.

Balanceaba nuestros cuerpos ligeramente y se sentía bien, estar entre sus brazos y sintiendo su calor.

—Yo creo que si somo algo—me susurró.

Suspiré, abrazándome fuerte a su cuerpo—Si, yo también lo creo—murmuré de vuelta.

—¿Qué somos?

—No lo se, pero definitivamente somos algo—rió con ganas y lo seguí.

Estuvimos un rato más así, juntos. Luego de que mi vergüenza desapareciera por completo. Tomé su mano y tiré de él, empezando a caminar por el parque en el que estábamos.

—Ethan—lo llamé y un pequeño sonido me dio a entender que me escuchaba—creo...creo que si seguimos así, no habrá que esperar mucho tiempo para formalizar este algo—dije, tratando de no mirarlo.

Rió suavemente y me acercó a él, paso un brazo por mis hombros y seguimos caminando—No importa si no lo formalizamos, estaría bien si te tengo conmigo—dejó un beso en mi mejilla y sonreí en respuesta.

Si, creo que no debemos esperar tanto.



Espero les guste el capítulo, gracias por leer.

Isa&Eli-

La ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora