Capítulo 29: "¿Estas enojada?"

414 17 12
                                    

ABBY

Me estiré en el asiento, esperando a que Cassie llegara con el agua que traería. Era el último día de campamento y era cansado recoger todos más cosa, saldríamos en la tarde.

Limpie las pequeñas lágrimas provocadas por el bostezo. Cassie se acercaba con Erick, si, los chicos parecías chicle, no podían estar lejos, aún no lo hacían oficial, pero no sería tan importante pues ya actuaban como una pareja.

—¡No te lo vas a creer, Abby!—una jadeante Cassie llegó a mi lado, escapando de una caída.

—¿Qué?—pregunte, sin ánimos. Estos estaban por el suelo.

—Niña, sonriele a la vida—tomó mis mejillas y las estiró, eso era todo menos una sonrisa—En fin, no he encontrado, pero si gomitas—sacudió la bolsa frente a mi cara.

Solo bastaron unos minutos para que dejara de reír.

—Cassie—suspiré—ve a comer tus gomitas lejos de mí ¿bien?—ella asintió y me levanté para ir por el agua.

—He llegado—una cabeza se asomó por un árbol cercano a nosotros—¿por qué esas caras?—Ethan se acercó a nosotros y se dejó caer frente a mi.

—Nada—me alejé y fui por mi bolso, talvez haya algo ahí.

Todas las pertenencias estaban en un rincón y era un lío encontrar las cosas. Fruncí el ceño al no saber dónde estaban las mías.

Busque algo de dinero en los bolsillos del pantalón y di con un par de billetes. Suficiente para lo que quería.

—Abby—volteé ante el llamado y encontre a Ethan. Llevaba una bolsa en la mano y me la extendía.

—¿Qué?—lo miré confundida. El insistió con la bolsa así que la tome dudosa.

—Es para ti, Cassie me dijo que...—lo interrumpí.

—No había necesidad—hablé cuando miré el contenido, había una botella de agua y unos cuantos bocadillos—los iba a comprar.

—Pero ya lo hice por tí—se acercó y disimuladamente me alejé.

—Bien, gracias-asentí, esto era incómodo—me tengo que ir—pasé por su lado, pero Ethan no me dejó dar un paso más.

—¿Estás enojada?—su semblante ahora era triste, suspiré agotada.

Ayer no fue el mejor día, sobre todo porque terminé gritándole a Ethan. Estaba estresada, demasiado. ¿Por qué? En realidad, no hay una excusa, solo me sentía estresada y me terminé desquitando con él.

El resto del día no hablé con Ethan, bueno con nadie, no tenía ganas.

Negué a la pregunta de Ethan y bajé la mirada. Él se acercó y esta vez no me aparté, su pecho chocó ligeramente contra mi cabeza y empezó a acariciar mi cabello. Era tan relajante.

—Lamento si ayer te moleste, solo...quería pasar tiempo contigo—habló bajo, casi susurrando—No quise ser tan...

—Lo siento-susurré—yo...siento haberte gritado ayer, estaba cansada y no...no fue correcto haberte gritado—me separó un poco, sin mirarlo. Estaba apenada, el se había comportado tan atento y yo terminaba gritándole.

—Esta bien—su voz suave.

—No está bien—levanté la mirada y ahí estaba él, con su gran y linda sonrisa—deberías estar enojado o algo. Vamos di algo—el negó sonriendo.

—No estoy enojado, no tengo porqué—acarició mi mejilla y negué, frunciendo el ceño.

—¡Ethan!

La ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora