Ya enfrentaría al profesor Snape la semana siguiente.
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Luego de Posiones teníamos Historia de la magia, con el profesor Binns. Esa clase si la pasé sin problemas.
El profesor Binns era un fantasma, uno de los muchos que había en aquella institución. Según me contaron los gemelos, quienes parecían saber todo sobre Hogwarts, el profesor Binns había sido profesor en aquel colegio durante toda una vida; cuando la edad ya lo había alcanzado y sus huesos luchaban por sostener su propio peso, se sumió en el más profundo de todos los sueños, una noche como cualquier otra luego de corregir algunos exámenes y preparar algunas clases. Al día siguiente, despertó y comenzó su día como si nada, dejando atrás su cuerpo mundano y convirtiéndose en pura energía espiritual.
Sus clases me parecían igual de interesantes que las historias de los gemelos, a pesar de que el profesor Binns tenía una voz que te provocaba el bostezo. Me resultaba fascinantemente cómico enterarme de la manera en la que los magos, hechiceros y brujas habían convivido entre y con nosotros desde el principio de los tiempos. La historia muggle había sido descaradamente alterada, omitiendo a Merlín el Magnífico y las Guerras Mágicas.
La más interesante de todas ellas, o por lo menos la que más capturo mi atención, fue la guerra contra el poderoso hechicero Grindelwald. Aquella disputa armada, con varitas, fue una de las más importantes, ya que se llevó no solo vidas mágicas, sino también muggles. Se denominó La Gran Guerra, renomabrandose de dos grandes magos, Newt Scamander, también conocido como el escritor del célebre libro "Animales Fantasticos y Donde Encontrarlos", y Albus Dumbledore, actual director del prestigioso colegio Hogwarts. Fue de hecho Dumbledore quien dio uno de los golpes finales para vencer a tan formidable oponente, Grindelwald. Sin embargo la historia tenía muchos abismos de sucesos, los cuales eran aún un misterio, como todo lo relacionado a Albus Dumbledore.
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Las clases de vuelo con Madame Hooch fueron realmente entretenidas, eso de que las brujas iban volando en escobas no era ningún chiste. Sin embargo, la razón por la que se aprendía a hacerlo, era en realidad porque se lo consideraba un deporte. Se podría decir que las clases de vuelo en aquella institución, equivalían a las clases de Educación Física en cualquier colegio muggle. El deporte se llamaba "Quiddicht", muchas personas que eran buenas en el área vivían su vida de eso al crecer. Incluso existían olimpiadas de Quiddicht.
En fin, como era la primer clase no aprendimos mucho más que las propiedades de la escoba para poder controlarla, volamos unos centímetros por encima del suelo durante unos segundos y luego bajamos. Repetimos eso varias veces y después nos fuimos.
Por lo que los gemelos me contaron, existían equipos de Quiddicht para cada casa en Hogwarts. El deporte se practicaba por lo menos 2 veces al mes y las victorias sumaban puntos para ganar la Copa de las Casas a fin de año.
Había competencia para cualquier cosa. Excepto para ser comentarista de los partidos. Aún así, solo se podía aplicar para ello, así como para entrar al equipo, a partir de 2do año.
El sueño de los gemelos era entrar. Habían aprendido a amar el deporte gracias a su hermano mayor Charlie, quien era capitán del equipo y ocupaba el puesto de cazador.
Fueron varias semanas después de aquella clase que supe que mi padre había sido el capitán del equipo Slytherin, ocupando el puesto de guardian. Y mi hermana, Amedra, había sido una talentosa buscadora.
No había nada de mi madre.
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Habían pasado los días desde el incidente con el profesor Snape. Era domingo, al día siguiente debería enfrentarlo de nuevo. Estaba nerviosa, muy nerviosa. Por alguna razón la inquietud nisiquiera me dejaba dormir. Aún compartía habitación con unas chicas con las que había hablado solo 2 veces con monosílabos como "si, no"; así que opté con bajar a la sala común y permanecer allí.
El fuego de la chimenea seguía encendido, estaba cálido, silencioso y tranquilo. Me senté en el extenso sofá y contemplé la leña convertirse en cenizas.
No me hundi en pensamientos innecesarios, tampoco me concentré en mi alrededor. Solo deje mi mente en blanco y le permití a mi corazón relajarse junto a mi cuerpo.
-Hey, si te duermes aquí te resfriaras - aquellas voz no se me hizo conocida, aunque hubiera pasado tanto tiempo con su dueño en aquellos días.
-Fred - mi voz se escucho como un susurro, como si estuviera a punto de dormirme.
-¿No podías dormir? - asentí como única respuesta.
El se acercó al sofá para sentarse y cuando lo hizo un silencio sepulcral nos rodeó, sin ser incómodo pero tampoco uno común.
-¿Y tú? - se me ocurrió preguntar.
-Tenía hambre, así que bajé a ver si alguien había dejado bocadillos nocturnos o algo así - se encogió de hombros con simpleza.
-Ya veo - susurre y observe el entorno para ver si así había sido, pero no había nada. Solo el fuego en la chimenea.
-No tengo suerte, ¿no? - dijo con una sonrisa.
Siempre sonrían, el y George, como si las mejillas no pudieran dolerles por hacerlo todo el tiempo.
Siempre sonriendo, siempre con aquel brillo en los ojos, con las energías por los cielos.
Me hacían preguntarme que estaba mal conmigo, por qué yo no era de aquella manera si teníamos la misma edad. Me causaban intriga y, por momentos, nostalgia.
Pero aquellos sentimientos eran inútiles.
-Vamos a buscar algunos - sugerí, sin saber realmente de dónde había venido aquella idea. Solo...quería hacerlo -. Vamos - repetí, esta vez mirándolo a los ojos.
Él me miró unos segundos directo a los ojos, como procesando lo que le había dicho, sin verse sorprendido pero si algo confundido. Hasta que sonrió.
-Vamos - repitió, con aquella sonrisa cómplice que solo le había visto dedicarle a su hermano.
Aquello estaba mal, iba contra las reglas y era muy arriesgado. Lo sabía, era muy consciente de ello pero...¿Quién iba a impedirmelo?
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HEYYYYY TAMOS DE VUELTA
Nos leemos, espero que, pronto.
Chau chau.
*Entra outro de HP*
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Segunda Oportunidad. (Fred Weasley Y Tú).
Fanfiction"Porque hay veces que usamos nuestras segundas oportunidades sin darnos cuenta". Adaptación de la célebre novela de JK Rowling. Prohibida su copia o adaptación.