Segunda Oportunidad. (Fred Weasley Y Tú).

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Aún con el corazón en la mano y las lágrimas raspando el vidrio de mis ojos, trague el molesto nudo en mi garganta y deje al nerviosismo hacerse con mi cuerpo lo que quisiera. Esperaría el veredicto, añorando que quedara en mi reciente Casa, para sentirla cerca aunque pareciera estar tan lejos.

-Tu cabeza esta menos borrasa ahora, veo que has logrado descubrir parte de lo que estabas buscando - el Sombrero Seleccionador declaró, haciendo que agradeciera en mi interior que me hubiera sentado en el frente, ya que de otro modo no hubiera sido capaz de escuchar nada de lo que dijera.

No fue ni por una milésima de segundo, pero pude apreciar una sonrisa sarcástica en el rostro de _________, logrando que mi cuerpo de relajara considerablemente, soltando el aire que, no sabía, estaba conteniendo.

La tela del desgastado accesorio se elevó en los extremos de lo que se consideraba su boca, como si entonara una sonrisa.

-¿Te parece si ahora hablamos en serio? - y aunque fuera un tono de voz normal, hizo eco en la habitación. Negar con la cabeza fue la única respuesta latente.

-Claramente hay inteligencia en ti, no tan abundante como la mía, pero la hay - comentó con aires de grandeza -. Ravenclaw seria una buena elección para tu desarrollo escolar. Sin embargo, tu personalidad seria un grave problema - la vista de ______ ya no estaba en ningún punto, parecía que la habitación había desaparecido y solo quedaban ella y el sombrero sobre su cabeza -. Justa como ninguna, tal como Helga Hufflepuff en aquellos tiempos, es otra buena opción. Más aún considerando tus razones de estar en este colegio - en aquel momento, la joven sobre el taburete arrugó la nariz, acción que realizaba cuando algo le disgustaba.

Una risa cavernosa inundó la habitación. El Sombrero Seleccionador había reído.

-Directa, decidida y astuta. Slytherin estaba en mis planes desde un principio. No sería mala idea dejarte allí - un breve silencio. Los murmullos en la habitación no se hicieron esperar y los ojos cerrados de _______ lograban ponerme nervioso -. Ciertamente, algo interesante - comenzo nuevamente -. Tu valentía no es de cuestionar. Llevas la osadía en la sangre, tienes algo de ambos - _______ levanto las cejas ante ese comentario -. Al final, seria la respuesta obvia. Un lazo emocional es más fuerte que cualquier destino - ahora yo levante las cejas -. Felicidades, Rodhig, perteneces a GRYFFINDOR - un incómodo silencio se hizo presente luego de eso, siendo cortado por una gran ola de aplausos y silbidos, festejando un nuevo integrante.

Mis sentidos quedaron bloqueados, no escuchaba ni captaba ningún estímulo exterior, solo podía observarla a ella. Aún con los ojos cerrados, tal vez dudando si abrirlos o no. Fue un grito de la mesa Slytherin lo que me llamó a tierra.

-ESO NO ES POSIBLE - declaró aquel chico.

La tensión se desató en el Gran Salón luego de que sus murmullos y quejas se extendieran por cada rincón de aquellas 4 paredes.

"Pertenece a Slytherin" comentarios venenosos eran lo único que salían de sus bocas. De nuevo su apellido estaba haciendo peso sobre sus hombros.

Fue la profesora McGonagall quien cesó su escándalo. Fue la señal de _____ para comenzar a moverse, pero aunque su cuerpo estaba desplazándose, su mirada delataba que su mente no estaba allí.

Sus ojos quedaron en blanco, mirando fijamente hacia adelante pero sin observar nada. Cuando sus pasos se volvieron algo torpes fue cuando supe que ya no estaba prestando atención a su entorno y, aunque en realidad no pensaba hacerlo, mi cuerpo reaccionó solo, tomando su mano para detenerla y llamar su atención.

Allí estaba, el pánico en sus ojos.

*****

Han pasado 84 años.
Ah.

Nada más que decir, nos leemos -espero- que pronto. Chau chau.

*Entra outro de HP*