LA VERDAD

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-Idriiiiiiiis, vamos a jugar hermanito

-¿a qué quieres jugar hermanita?

Al escuchar esas dos oraciones de la voz de sus dos grandes tesoros, Aziraphale derramó tres lagrimas pesadas y saladas que empaparon sus mejillas al imaginarse su vida si su pequeño hijo hubiera nacido

-hay que jugar al té Idris –tomando una diminuta tacita de cristal para ofrecerle a su compañero de juego –ten, esta es para ti, esta es para mí, y está para el señor sonrisas

-oh, gacias hedmosa dama, no se hubiera molestado

-¡no es molestia apuesto caballero de ojos grises! Deje le sirvo un poco de humeante té

-mmmm... huele deliciosooo

-es que lo hice con mucho, mucho amor para usted jijiji

-(simulando que bebe del imaginario líquido) mmmm... está delicioso, ¡dele mis felicitaciones al chef!

-jajajajaja

-jijijijiji

-aaaay, ¿qué hacen hermanitos? ¿acaso están jugando al tecito?

-¿qué haces aquí Fabián?

-vine a jugar con mis hermanitos chiquitos... ¿pero qué es esoooo? ¿estás jugando al tecito Idris? AJAJAJAJAJAJAJAJAAJAAAAAAAAA

-¿¡de qué te dies!?

-de cómo tú hermano es un maricón

-¡no le digas así a mi hedmano!

-¡los hombres también toman té!

-sí, pero no en tacitas rosas sentado como una princesa, ¡eres un maricón Idris!

-¡cállate Fabián! ¡no tienes derecho llamadle así a mi hermanito! ¡él es más mi hedmano que tú!

-¡pues ni quien quiera ser tu hermano Kristell! No eres más que una niña mimada ¡y aparte! Ciega

-¡suficiente!

Idris se había parado de la mesita de su hermana y se aventó hacía el grandulón que los estaba molestando pues no era la primera vez que lo hacía, pero lo que le molestaba más, era que le dijera de cosas feas a su hermanita

Trató de tumbar al enorme niño de doce años, pero sus bracitos de un pequeño de cinco añitos no fueron de mucha ayuda. El adolecente lo tomó de su cabeza para detenerlo y le arrebató el peluche favorito a Kristell

-¡nooo! ¡Señor sonrisas! ¡dame a mi señor sonrisas! ¡¡¡¡PAAAAAAAPPPAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAÁ!!!!

-eso es de mi hedman... cof cof, dámelo, cof cof (saca de su suéter, su inhalador)

-ay ¿ya empezaste con tu asma Idris? (le avienta el peluche a su hermana), para eso me gustaban par de niños raros

-¡lo dices como si tú no tuvieras defectos!

-no los tengo niñaaa, ay ya me voy, ustedes me aburren mucho, "hermanitos", los veo en la cena

Idris había comenzado a llorar y Kristell corrió hacia él para consolarlo y ayudarlo con su inhalador

-yo no decidí estar malito Kristell, yo no quería tener esta ¡cochina cosa!

-no te sientas mal hedmanito, todo está bien, todo está bien

-...

-no llodes Idriiis

-quiedo a mi mamá

-¿mamá Sarah?

El Plan Inefable 🍎🌿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora