Capítulo dos

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Al parecer la persona con la que había chocado hace un par de días. Era la directora de la escuela.

La morena sentía su frío corazón palpitar con fuerza y violencia. Con mucha emoción, sentía tantas ganas de ver a esa mujer de nuevo, las veces que hiciera falta.

Dió un largo suspiro. Estaba mordiendo su labio una vez más, luego de unos pequeños segundos, notó que habían tres de su compañeros mirándola casi como si fuera un pedazo de carne. Rodó los ojos y se volteó hacia donde su amiga. A su lado estaba sentada la pequeña Ally, quien seguía exactamente igual, feliz. Al parecer todos los días era así.

No lograba entenderla, ¿Cómo es posible tener tantas ganas de sonreír siempre? ¿Acaso no le duele el maldito rostro?

Muy en el fondo. A la morena le parecía realmente tierna, era un verdadero rayito de sol, cosa que Camila no pudo ser.

—Camila.—Llamó su atención con un suave tono de voz.— ¿Quieres almorzar conmigo? Iré a la cafetería y estaré con algunos amigos.

Camila asintió con la cabeza. La oportunidad de conocer más personas siempre será bienvenida. Había pasado simplemente una semana viviendo en este pueblo y ya le parecía aburrido, quería y necesitaba acción pronto.

La clase terminó bastante rápido. La morena se sentía un poco ahogada con la mirada de aquellos chicos sobre ella, obviamente era algo completamente normal para ella. Su simple presencia despierta deseos en las personas, además podía oír los pensamientos de esos chicos en su mente. No tardarían en acercarse a pedirle una cita después.

Camila caminaba junto a la pequeña Ally, mientras la seguía, observó y tanteó con su mirada cada rincón de la cafetería. Habían distintas chicas mirándola con rabia, eso la hizo sonreír un poco.

—Chicos. Ella es Camila.—Presentó aquella entusiasta a aquel engendro con una enorme sonrisa.

La morena volteó a ver quiénes se encontraban en la mesa. Se trataba de dos chicas y un chico. El chico en especial no paraba de mirarla, casi como si se le cayera la baba.

—Hola, soy Dinah, la reina de ésta escuela.—Habló con obviedad. Mirando de arriba a abajo a la morena.

—Yo soy Normani.—Respondió una chica realmente hermosa. Camila alzó un poco las cejas al mirarla.

Dinah pareció darse cuenta de ello y abrazó con su brazo a aquella chica, jalandola un poco. 

—Alto ahí, fiera. Mani es mía.

Ally no pudo evitar soltar una pequeña ricilla que sonaba realmente adorable.

—Y él es mi novio.—Habló de nuevo Ally. Acercándose al chico y dando un beso en su mejilla.

El chico parecía prestarle poca atención. Sus ojos estaban en los ojos de Camila, parecían estar en una batalla, porque no podían dejar de mirarse.

Dinah pareció darse cuenta de aquello. Y tosió un poco fuerte, "aclarando su garganta".

—Ah... Sí, mi nombre es Troy.—Sonrió embobado.—Un gusto conocerte Camila.

Después de un rato todos comenzaron a comer. Camila no lo hacía, realmente no tenía ganas de comer alguna porquería. Probablemente lo haría después.

Observaba todos los lares de la cafetería en busca de la ojiverde.

—¿A quién buscas, Camila?—Preguntó Dinah.

—A la directora.—Respondió rápidamente sin rodeos.

Sonrió ampliamente cuando logró divisarla entrando a la cafetería. Quizás solo estaría vigilando, mordió su labio inferior con fuerza. Definitivamente necesitaba con toda su alma oscura a esa mujer. Y la tendría.

she's hotter than hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora