Capítulo dieciocho

3.2K 253 57
                                    

Camila se encontraba en su hogar, con éste nuevo ser que acababa de aparecer en su vida.

Simplemente se quedó sentada en un sofá frente a él. Examinandolo, no quería tenerlo cerca, si fuese posible, lo hubiese matado allí mismo con sus propias manos.

Relamió sus labios. Era hora de romper el silencio.

—¿Qué es lo que quieres?

—Ya te lo dije.—Sonrió.—Quiero estar contigo.

—¿Por qué? Es estúpido sabiendo que amo a alguien más.

—Tarde o temprano ella morirá.

El corazón de Camila comenzaba a estrujarse con odio. Estaba llenándose de ira poco a poco.

—¿Cuál es tu nombre?

—Adrián.

Camila estaba tratando de recordar si lo conoció en alguna parte antes. Pero nada venía a su mente. Un chico de tez morena, cabello negro, ojos de un color café oscuro realmente penetrantes, y una ligera barba que cubría su rostro un poco, estaba perfectamente cortada.

—Camila.—Habló tratando de sacar a Camila de su trance.

—¿Qué? ¿Qué quieres?

—Si te pidiera un beso. ¿Me lo darías?

Camila negó muchas veces con la cabeza. Después de haber probado el sabor de los labios de Lauren, no tendría motivo alguno para besar a alguien más. Aunque Lauren fuese simplemente un ser humano común y corriente, a Camila le parecía de otro mundo. Lograba hacer que estallara en éxtasis, cada vez que tocaba su cuerpo, cada vez que la miraba, cada vez que escuchaba su voz.

—A ver.—Camila se levantó y se acercó a su nuevo "amigo."—Adrián. No tendré nada contigo, estoy enamorada de otra persona y haré lo que sea por ella.

—En dado caso que...—Sonrió de lado.—Que ella también esté enamorada de ti. ¿No crees que algún día va a morir? Vas a perderla y será por tu culpa. ¿Quieres sufrir toda tu vida? ¿Quieres verla sufrir a ella?

No pudo contenerse más. Lo abofeteó, dejando su delicada mano marcada en su mejilla de un leve color rojizo.

—Callate la puta boca de una vez.—Bufó.

El chico simplemente gruñó. Su mejilla ardía un poco, aunque había sido bastante fuerte el impacto de la mano de Camila contra su mejilla, era un dolor soportable. Restándole importancia a aquello, tomó la muñeca de Camila y la jaló hacia él. Haciendo que quedase sentada sobre él, sobre sus piernas.

Se acercó a su oído y susurró.

—Lauren morirá tarde o temprano. Y solo quedaré yo, para ti.—Lamió la oreja de la morena.—Estamos hechos el uno para el otro. Somos iguales.

—No somos iguales.

A este punto, la morena estaría derritiéndose simplemente dejándose llevar por el instinto natural de su cuerpo. Pero, esto era forzado. Estaba mas tiesa que una tabla.

Definitivamente después de haber conocido a Lauren, no iba a sentirse igual con otra persona.

El chico acomodó sus manos en la carne del culo de Camila. Para cualquier ser humano o no ser humano, era toda una tentación tocar ese culo. No pudo contenerse, lo apretó un poco. La morena no emitía ningún sonido, aquella acción la estaba haciendo enojar más bien. El instinto que tenía su cuerpo por naturaleza, de sentirse caliente con cualquier persona que se posara enfrente de ella, ya no estaba sucediendo. No tenía una explicación realmente concreta para eso ahora.

—Eres tan patético.—Se burló.

El chico no parecía rendirse fácilmente. Estaba apunto de besarla, estaba completamente seguro de que si la besaba caería rendida a sus pies. Pero, Camila fue más rápida en colocar su mano en la boca del chico, no iba a besar a nadie a menos que fuese Lauren.

—Necesito que me digas algo.

Camila se levantó de su regazo y tomó asiento nuevamente en el sofá frente al chico.

—¿Qué quieres saber, hermosura?

—No me digas hermosura.—Bufó.—¿Hay alguna manera en la que pueda ser solo una humana?

—Uhm, ¿Por qué?

Camila rodó los ojos y se cruzó de brazos. Sus razones eran bastante obvias como para decirlas en voz alta.

—Ten en cuenta que tienes más de un siglo en este mundo. Convertirte en humana haría que los años vengan de golpe y mueras.

—Entonces ¿Si hay una forma en la que pueda convertirme en humana?—Adrián asintió con la cabeza.

—Claro, si previamente quieres morir. Podrías intentarlo.

Camila soltó un largo suspiro. Podía notar que él sabía mucho sobre el tema y podría responder sus preguntas.

—¿Acaso quieres cumplir tu sueño estúpido de vivir con Lauren, amarse por siempre y luego morir? Piensas como niña. ¿Qué te pasa?—Rió de manera burlona.—Camila, eres lo más sensual y único que he visto en este planeta. ¿Por qué demonios quieres arruinar tu vida?

—Mi vida ya está arruinada, Adrián.—Gruñó.—Por primera vez en mi vida quiero ser normal.

—Lo normal está sobrevalorado. Eres perfecta así, Camila. Además, ¿Estás segura de que Lauren te quiere a ti?

La morena bajó la mirada y se quedó mirando sus propias manos, eso era algo de lo que dudaba constantemente. Estaba segura de que Lauren después de tantos traumas no sería capaz de amar o confiar en alguien en su totalidad. Pero de algo estaba realmente segura, haría lo que fuera por ésa ojiverde. Ésa ojiverde quien había sido su presa, su comida. Había atrapado su oscuro corazón.

—No lo sé. Pero, lo averiguaré.—Respondió tranquilamente.

—¿Sabes que están planeando matarte?—Preguntó cambiando de tema.

—Sí, pero es una idiotez. No puedo morir, Adrián.—Rodó los ojos.

—Obviamente no.—Rió.—Pero, podrían torturarte y hacer que sufras de agonía toda una eternidad. Yo podría protegerte, Camila.

De verdad, Camila había conocido a alguien más insistente. Después de algún tiempo dejó de usar sus encantos con las personas, simplemente los usaba con Lauren y aún así parecía no llamar su atención.

—Ven conmigo.

—¿A dónde?

—A cualquier parte en el mundo, pero ven conmigo.—Reapondió con una sonrisa cálida. Camila negó de nuevo con la cabeza. Este tema de conversación estaba haciendo que se pusiera melancólica.

—Adrián. En serio, solo quiero a Lauren.

—Vas a darte cuenta de que ella no te quiere tarde o temprano. ¡Eres un demonio, eres manipuladora, egoísta, mezquina, mala!—Bufó levantándose del sofá.—¡Te encanta ver a la gente sufrir! Te encanta ver como sufren por tu amor, com mueren lentamente.

—Ya no es así. Ya no más.

she's hotter than hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora