Estaba preocupada. Se estaba angustiando con tanta rapidez que no entendía muy bien el porque. ¿Qué pasaría si Lauren muere? Jamás volvería sentirse de tal manera, jamás podría volver a probar el mismísimo éxtasis en sus manos. Por primera vez en su vida se sintió llena, satisfecha.
Realmente había amado sentirse de tal manera. No podía pensar en otra cosa más que en eso.
Por ende, sería muy mala suerte para la diablita que la vida de su cena termine.
—Mila, ¿Estás bien?—Habló con preocupación la pequeña Ally mirando a Camila.
—Uhm... Yo, sí, estoy bien.—Sus palabras tropezaban.
Normani, Dinah, Ally y Troy la miraron con confusión. Era realmente extraño verle tan distraída. Aunque Troy estaba concentrado en otra cosa, por debajo de la mesa, posó su mano en la rodilla de la morena e intentó subirla. Tenía ganas de tocar el manojo de nervios de Camila.
—No me toques.—Bufó Camila quitando bruscamente la mano de Troy.
No iba a hacerle eso a Ally. Después de haber conocido a ese posible angel, comenzó a sentirse más humana. Algo que realmente no la hacía sentir humana... Más bien la hacía sentir de otro mundo, era Lauren y sus manos toscas.
Camila mordisqueó su labio inferior recordando todo. Cada toque y embestida que dió la ojiverde contra su cuerpo. Su preocupación se disipó y comenzó a pensar en su propio deseo. Quería tener a Lauren dentro de ella de nuevo y la tendría. Se levantó y comenzó a caminar con algo de prisa hacia la oficina de la directora.
—Ally, ¿Por qué Camila está así?—Preguntó Dinah tratando de analizar el comportamiento de aquella chica.
—No lo sé, DJ.—Alzó los hombros.—Había estado mencionando que tuvo el mejor día de su vida. Quizás está enamorada ¿No crees?
Dinah negó con la cabeza extrañada.
—Como sea. No me importa.
Después de todo. No podía negar que realmente no le caía tan mal aquella morena. Aunque no dejase de pensar que es una puta.
La susodicha estaba apunto de entrar en la oficina de Lauren. Había pasado un día desde que follaron, quería y ansiaba al menos once rondas más de eso. Y eso sería poco. Se paralizó en cuanto vió a una Lucy hablando con Lauren. Frunció el ceño y apretó sus puños. ¿Qué hace ésa perra aquí?
—Tengo que irme, Lauren.—Murmuró.
Camila le dió una mirada asesina mientras salía. Estaba enojada, y Lauren no quería verla enojada, la haría sufrir.
—¿Qué hacia su culo flaco aquí?—Soltó con odio.
—Solo estábamos charlando, Cabello.
Si quedó escasos segundos pensando. Sabía que Lucy y Lauren habían tenido algo antes porque las miradas lo dicen todo. Sobre todo la de Lucy comiéndose a la ojiverde cada vez que pudiera.
—¿Estabas follando con ella?—Interrogó Camila. Sentándose sobre el escritorio.
Lauren casi se ahoga mientras bebía su café. Se limitó a mirar a la morena y negar con la cabeza. Desde hace mucho no ha puesto un dedo sobre esa mujer, frunció el ceño con claro disgusto y aquello de algún modo calmaba el violento corazón de la morena.
—¿A qué viniste, Camila?—Preguntó la ojiverde intentando cambiar de tema. La morena sonrió ampliamente, haciendo saber a Lauren la respuesta, quien simplemente se limitó a suspirar pesadamente.
¿Desde cuándo su vida se resumía a ser un juguete sexual?
—Antes de darte lo que quieres, diablita.—El cuerpo de Camila ardió con emoción al escuchar el apodo. Simplemente se limitó a prestarle atención a la ojiverde.—Quiero saber sobre ti.
—Ya sabes suficiente. ¿Qué más debería decirte?—Bufó bajandose de el escritorio y sentándose en el regazo de Lauren.
Camila comenzó a restregarse sobre la entrepierna de Lauren. Haciendo que comience a crecer un nuevo sentimiento en la ojiverde, y con sentimiento, hablamos de una erección. Lauren soltó un gruñido y procedió a tomar las caderas de Camila con fuerza, apretando la carne de su cuerpo.
—¿Por qué tienes que ser tan puta?—Susurró Lauren cerca de el oído de Camila.
La morena estaba comenzando a amar el toque brusco de las manos de Lauren. Pero, aún así, nada deja de lado que probablemente esté haciendo éstas cosas por su propio beneficio. Es la primera vez en su vida en la que siente placer, placer de verdad, en la que siente deseos de que alguien toque su cuerpo, sin cuidado alguno. La primera vez en la que desea satisfacer a alguien con su cuerpo, con todo.
Una erección sumamente prominente creció entre los pantalones de Lauren. La cual se posicionó justo debajo del pequeño manojo de nervios de Camila. comenzó a moverse a un más, mojando sus bragas cada vez más.
—L-Lauren.—Jadeó. Quería más, necesitaba sentir más.
Lauren tomó sus caderas con fuerza y la apretó contra su erección. Causando una deliciosa fricción que estaba enloqueciendo a ambas. Esto era como droga, tener tan cerca a Lauren, sentirla tan cerca. La quería dentro.
Camila no pudo evitarlo más. Se bajó de Lauren y se arrodilló entre sus piernas, comenzó a masajear el palo de carne de la ojiverde por encima de la ropa. La ojiverde sentía que moría cuando esas delicadas manos comenzaron a tocar su polla, palpitaba queriendo más. Sus bolas dolían, avisando con una posible descarga si Camila seguía de tal manera.
—Camila...—Gruñó.—En serio quiero hablar contigo.
No pudo evitar soltar un jadeo cuando Camila bajó su pantalón y su ropa interior, dejando libre su prominente erección. Estaba tan duro que su polla se pegó a su vientre. Estaba lista para descargar dentro de Camila, pero la morena tenía algo más en mente.
—Camila.—Gruñó al ver que quería acercar sus manos de nuevo.—Quiero hablar contigo.
—Hablemos más tarde. Quiero darte placer.—Jadeó haciendo que el miembro de la ojiverde de un pequeño salto.
Comenzó masajeando la gruesa polla de Lauren con sus delicadas manos. La ojiverde simplemente jadeaba y gruñía, era casi como si un ángel estuviese tocandola, cuando es todo lo contrario. Masturbó el miembro erecto de Lauren tan lento. Simplemente logró que la ojiverde comenzara a empujar sus caderas hacia arriba, casi como si estuviese follando la mano de Camila. Lo hacía inconscientemente, sentía que no podía controlarse. Algo grande venía, sus bolas dolían y necesitaba sentir el coño caliente de esa diablita, pero eso no estaba en los planes de Camila.
La morena acercó sus labios a la punta del falo de su ojiverde. Y comenzó a lamer, chupar y succionar, como si fuese un dulce. No podía meter la polla de Lauren en su boca, es demasiado grande. La ojiverde, puso su mano en la cabeza de Camila, enredando sus dedos en su cabello. Le impedía alejarse, la morena apretaba los muslos de Lauren mientras tragaba su miembro, estaba mojada, le encantaba esto.
Se corrió con duros chorros de su semilla en la boca de la morena. Camila simplemente lo saboreó todo, tragándose la escencia de su ojiverde, pero su falo seguía tan duro como una roca.
—Lauren...—Habló con la voz agitada mientras mordía su labio inferior.
La ojiverde no hizo nada. Camila montó su polla agusto por un par de horas.
Esto es tan adictivo.
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she's hotter than hell
Fanfiction¡ a 𝐜𝐚𝐦𝐫𝐞𝐧 story ! ❝camila solo quería que lauren fuera su nueva presa.❞ -lolitaaaa- © 2020, she's hotter than hell 𝐜𝐚𝐦𝐫𝐞𝐧 𝐠!𝐩