Capítulo 08.

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Día siguiente

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Día siguiente.

Con lentitud, Jungkook abrió sus ojos, acostumbrándose a la luz del Sol que se asoma por la ventana. Miró el reloj que se encuentra en la mesa de noche e indicaba las diez de la mañana.

Tallando sus ojos y bostezando, se sentó sobre la cama, después de algunos días, finalmente regresó a la habitación que comparte con Namjoon.

Con pereza se levantó de la cama y caminó en dirección al baño, donde decidió tomar una ducha caliente y relajante. Pasar la noche y dormir junto a su amado esposo le hacía sentir mucho mejor, a pesar de la dolorosa situación.

Luego de media hora salió de allí, con ropa limpia y seca, con una toalla secaba sus cabellos negros. De inmediato el olor de un almuerzo delicioso le abrió el apetito.

Kibum pasaría un par de días junto a Jungkook en su casa para asegurarse de que se alimente, se alegró tanto de verlo duchado y con ropa limpia.

Buen día Jungkook, ¿tienes hambre?

El menor asintió y tomó asiento, aún un tanto frío y distante. Kibum le entendía a la perfección por eso le insistió en tener una conversación.

Sirvió una porción pequeña para el pelinegro y puso el plato frente al chico, quien mantenía la mirada baja y perdida.

Espero que te guste mi sazón -le dice con una cálida sonrisa que Jeon no correspondió-. Hay un par de niños que desean verte hoy, ¿qué opinas sobre tener visitas?

¿Youngmin y Kwangmin? -respondió bajo.

Si, te han dejado mensajes en tu celular y como les respondes, están muy preocupados por ti.

Jungkook lo pensó un momento, era normal su preocupación y deseo de verle, después de todo lo vieron caer por las escaleras y sangrar de la cabeza. Les había hecho pasar la peor de las angustias a unos niños de ocho años.

También quiero verlos...

Kibum sintió un pequeño escalofrío en su espalda, la mirada del menor era diferente.

Los menores no tardaban en llegar, Jeon se sintió mal consigo mismo por su aspecto, se veía terrible y eso alertaría a los niños.

Con pesadez se levantó de la cama y cubrió sus pies con un par de pantuflas blancas con orejas de conejo. Se miró en el espejo y las ganas de llorar se hicieron presentes, la espera parece tan larga que sentía que moriría antes de ver a su bebé.

Escuchó un auto detenerse frente a casa, supuso que se trataba de los gemelos, respiró hondo y salió de la habitación.

Con mucho cuidado bajó por las escaleras, tomando con fuerza la barandilla. Miró a Kibum atender la puerta y los menores entraron buscándolo con la mirada.

¡Tío Jungkook! -gritaron al verle bajar.

Corrieron en su encuentro y cuando Jungkook finalmente llegó a salvo al final de las escaleras, lo abrazaron.

Tío Jungkook, ¿porqué no nos respondía? Teníamos miedo -dijo Kwangmin con la voz entrecortada.

Lo siento, estaba ocupado -respondió con un nudo en la garganta y revolvió los cabellos de ambos niños-. ¿Tienen tareas?

Si, problemas de matemáticas -dijo Youngmin.

¿Les parece si les ayudo? -intentó sonreír y los menos asintieron.

Dejaron sus mochilas sobre el suelo de la sala y sacaron sus apuntes, Jeon se sentó en el suelo con mucho cuidado.

¿Se siente bien? -pregunta el gemelo menor-, se ve muy delgado...

Recibió un codazo en el estómago por parte de su hermano y se quejó. Por su parte, Jungkook sintió su corazón detenerse y forzó la sonrisa en su rostro.

Tonto, esas cosas no se dicen -regañó Youngmin.

Tranquilo, no pasa nada, ¿ok?

El deseo de llorar lo invadió una vez más, pero no debía, no lo haría frente a los niños, los asustaría.

Kibum apareció con una bandeja llena de galletas y tres cajitas de jugo de durazno, las dejó sobre la mesita del centro y después miró a Jungkook, este respiraba despacio para evitar llorar.

Entonces, ¿qué cosas están viendo en clase? -les sonrió cálidamente.

La profesora Bae nos encargó hacer problemas razonados y responderlos con divisiones o multiplicaciones -responde Kwangmin.

Bueno, será un gran reto para mi y mi inteligencia crear problemas diferentes para ambos -rieron.

Jungkook dudó en tomar una de las galletas, no quería comer pero su estómago lo pedía. Con lentitud tomó una y le dió un pequeño mordisco, una sonrisa se formó en el rostro de los gemelos.

El teléfono fijo de la sala comenzó a sonar, Youngmin de inmediato lo cogió y se lo entregó al mayor. Y respondió.

¿Diga?

Habla la médico y pediatra Park Yoora, quisiera hablar con el señor Jeon Jungkook, por favor -dijo la voz al otro lado de la línea.

Si, oum, habla él, ¿qué sucede? -dice un poco temeroso.

Me alegra tanto encontrarle, tengo información sobre su pequeño y, me gustaría hablar con usted en persona sobre este asunto...

¿Que sucedió con mi bebé? -pregunta asustado y sus manos temblaron.

Su salud es delicada pero se encuentra estable y deseoso por ver a sus padres -la mujer sonrió-. ¿Le parece pasar a mi consultorio mañana temprano?

¡Por supuesto! Sólo diga a que hora y ahí estaré...

Las lágrimas de Jeon no pudieron ser retenidas, su corazón latía con fuerza por la emoción de ver a su hijo al fin. Su mundo se iluminaba y los colores regresaban a su vida; sonrió como no había sonreído en días.

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~Nota~~
¡Holaaa! Traté de traerles este capítulo antes pero, mi salud es pésima y algunos asuntos me consumen mucho tiempo :(.

¡Las cosas cambiarán! Ahora si, ¿quien será el hijo de Jungkook y Namjoon? ¡voten!

Nos leemos pronto.

Prematuro | namkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora