ＤＯＮ'Ｔ ＳＡＹ ＮＥＶＥＲ

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Cira se encontraba dormida en su cama a pesar de ser más de medio día, se había pasado la madrugada de guardia en los alrededores, incluso había pasado el límite ya que había captado el olor a muerto del que le había hablado Sam, olor que la llevo a una casa bastante grande. Había entrado ya que la puerta principal estaba abierta, encontrándose con que todo se veía destruido como si alguien con problemas de irá hubiera estado ahí.

- Cira sal, ya es tarde para que sigas postrada en tu cama -le dijo su hermano.

- Deja dormir a tu hermana Jacob -le dijo su padre, el sabía que su hija había salido toda la noche.

- Ya es tarde a demás desde cuándo nos dejas dormir hasta las quinientas -dijo para suspirar y volver al sillón viendo un programa que veía su padre en la televisión.

- Dios que molesto eres -dijo Cira mientras salía de su habitación, se había despertado desde que escucho los golpes y aunque intento volver a dormir le había espantado el sueño.

Fue a la cocina por algo de tomar, tenía hambre pero iría con Emily en un rato.

- Por cierto, tu no deberías estar en la escuela -salió de la cocina para sentarse a un lado de su hermano y cruzarse de piernas.

- Lo mismo digo -le dijo su gemelo a lo que ella solo rodó los ojos.

- ¡Agh! Es imposible hablar contigo -se levantó y fue a su habitación.

Al entrar cerró nuevamente la puerta y tomo una mochila con un cambio sencillo de ropa, siempre cargaba de más por si al transformarse se le olvidaba sacarse la ropa.

Se puso unos shorts y una camisa sin mangas para salir de su cuarto parándose a un lado del sillón.

- Papá, iré a casa de Emily, regreso en unas horas -dijo para acercarse y besar su frente.

- Claro pequeña, ve con cuidado -le acarició su mejilla.

- Adiós vago -le dio un pequeña golpe en el hombro y antes de darle la oportunidad a su hermano de despedirse salió corriendo para adentrarse al bosque.

Camino a paso calmado, no quería transformarse ya que se sentía tranquila de aquella manera y no quería escucharlos si es que estaban por ahí los demás en su forma de lobo.

Termino por trotar cuando solo faltaban un kilómetro para llegar a la casa de la impronta de Sam, al llegar entro encontrando a todos en la mesa.

- Pero si es la bella durmiente -dijo divertido Paul mientras tomaba otro panecillo.

- Hola Cira -saludó Emily y Cira se acercó a abrazarla.

- Hola a ti también -le sonrió al separarse e ir a sentarse a la mesa, a un lado de Embry y a un lado de Paul dándole un golpe en el hombro-. Te quiero ver cuándo te toquen las rondas en la madrugada luego de no haber podido dormir.