ＤＯＮ'Ｔ ＳＡＹ ＮＥＶＥＲ

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Cira e Isabella se encontraban en Florida, en la casa de la madre de la segunda.

- Dios, si que necesitaba esto -dijo la morena relajándose.

Se sentía tranquila al estar lejos de tanta cosa sobrenatural aunque ella era una loba así que no podía quejarse.

- ¿No te molesta el calor? -pregunto la castaña mirando a la loba.

- Bueno, he de decir que si tengo calor, pero estoy en traje de baño y eso ayuda un poco -le dijo con una sonrisa-. Pero si llegas a pensar traer a Embry en algún futuro, que tú mamá no lo conozca o en su defecto, obligarlo a usar camisa a pesar que muera de calor.

- No preguntaba por eso -le dijo con las mejillas rojas la castaña.

- Pero ahora lo estas pensando -le dijo la Black, se dio la vuelta para ahora broncearse la espalda.

- Ahora si, pero eso no era la razón al principio -su voz fue perdiendo fuerza-. Seria muy apresurado querer que conozca a mi madre, no se si vayamos a funcionar, mi ultima relación no fue buena.

- Bella, Embry va a cuidarte como si fueras lo más preciado del mundo -le dijo la chica mirándola de reojo-. No llegues a dudar de lo que el siente por ti.

- Si, supongo que tienes razón -le dijo la Swan.

- La tengo Bella - le dijo Cira con una sonrisa.

Isabella la miro, sabía que había algo más detrás de esas palabras pero también sabía que no iba a decirle nada por más que le pidiera alguna explicación.

- ¿Cómo lo están pasando chicas? -ambas voltearon al escuchar la voz de la mujer de la casa.

Ella iba con un gorro que la tapaba del sol, un traje de baño y un pareo amarrado a si cintura.

- Muy bien, muchas gracias por recibirme en su hogar -le dijo Cira de manera educada-. Es tan lindo todo esto.

- Si, mi esposo le gusto y pensó que seria un buen lugar para ambos -hablo sentándose en la silla a un lado de su hija-. ¿Por cierto chicas, a que universidades planean ir?

- Estaba pensando en una cerca de Forks o de Seattle -hablo Bella.

- Yo aun no llego a eso -hablo de manera tímida Cira-. Tengo 16 años.

La mayor se sorprendió al escuchar a la menor.

- Te miras más grande -dijo con una pequeña sonrisa.

- Si, son los genes de los Black, mi mellizo esta igual que yo -hablo con una pequeña sonrisa-. Nos vemos más grandes de nuestra edad.

- Eso es bueno, no les van a pedir su identificación -le guiño un ojo.

- Si, creo que si -la morena miraba a René.

- Y tu Bella, ¿Por qué por allá? -pregunto ahora dándole totalmente su atención a su hija-. No te gusta la lluvia.