ＤＯＮ'Ｔ ＳＡＹ ＮＥＶＥＲ

Nᵃᵛⁱᵈᵃᵈ ᵉⁿ ᶜᵃˢᵃ ᵈᵉ ˡᵒˢ Bˡᵃᶜᵏ.

«Vamos Jake tenemos que llegar con papá a ayudarle» le hablo por su vínculo, ya que claro, al ser ambos lobos podían hablar sin necesidad de palabras.

«Se que tenemos que ir, pero si no fuera por Sam hubiéramos llegado más temprano» se quejó su hermano.

«No te quejes, sabes que tenemos que hacer aún así rondas este día, agradece que no las haremos en la madrugada y ya mañana, al menos sea una emergencia nos dejara tranquilos» le dijo para luego ambos quedar en silencio.

Siguieron corriendo hasta que llegaron al límite del bosque donde enfrente se encontraba su casa, se transformaron y comenzaron a ponerse su ropa. 

- Vamos anciano -comenzó a correr la morena a la casa, seguida de su gemelo.

Entre risas y su ropa mojada, ya que al querer llegar primero a su casa terminaron tirándose a la nieve varias veces.

- Te gane, eres muy lenta Cira -hizo una pequeña danza Jale y entro a casa-. Ya hemos llegado padre.

Su padre se encontraba en la sala y les sonrió a ambos de manera divertida, los había estado escuchando desde que comenzaron a tirarse. Cira se acercó y beso la mejilla de su padre.

- Empezaré a preparar la cena, Jake ve arreglando la mesa para cenar ahí -dijo la chica y comenzó a andar a la cocina.

Comenzó a llenar una olla de agua para luego ponerla sobre el fuego de la estufa y echarle aceite, puso el espagueti dentro. Luego también fue por la masa que había dejado preparada antes de irse con la manada, les haría pizza esa noche ya que no habían comprado nada tradicional.

Mientras Jake estaba acomodando la mesa, había puesto un mantel vino que su padre le dió, puso tres platos, cubiertos y copas. Miro a su alrededor y las cosas que estaban fuera de su lugar comenzó a llevarlas a su respectivo espacio.

La Black menor ya había puesto la pizza en el horno por lo que se puso a cortar los champiñones y comenzó a partirlos, una vez termino los hecho a freír con mantequilla, el espagueti que haría sería a la mantequilla acompañado de champiñones.

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Los hermanos llevaron los platos a la mesa, Cira llevaba el espagueti y Jacob llevaba la pizza, al ponerlas sonrió la chica y abrazó a su hermano.

- Te quiero -le sonrió, beso su mejilla.

Ambos se fundieron en un mayor abrazo, él le dió un beso en su cabeza.

- También te quiero Cira, eres la mejor -le dijo y acarició su espalda, ambos se sentían completos al estar así entre ellos.

El padre de los chicos al percibir el olor de la comida comenzó a ir a la cocina, al ver a sus hijos en aquella escena sonrió agradecido, estaba agradecido con su difunta esposa por haberle dado tan maravillosos hijos.

- ¡Oh, papá! -se sorprendió la chica en verlo ahí y se separó de su hermano para ir por su padre-. Ya íbamos a ir por ti -sonrió ampliamente.

- Vamos padre, acercaré a la mesa -le pidió el chico Black.

Empezaron a servirse la comida y cuando estuvieron a punto de empezar la única mujer los paro.

- No hemos dicho nada -los recriminó con la mirada y ella sirvió el jugo en las tres copas-. Primero que nada, quiero agradecer por qué se nos ha permitido pasar otra navidad en familia y así, a pesar de que mis hermanas mayores están lejos, se que ellas están bien y realmente me agrada que ellas estén bien dónde están.

«Tambien quiero agradecer por nosostros, por qué a pesar de todo lo que nos ha pasado este año -se refería a sus transformaciones- seguimos juntos y ahora más unidos que antes, también por qué ahora sabemos que las leyendas no son solo cuentos para espantarnos» empezaba a divagar «Lo que quiero decir es que quiero brindar por este año que ha pasado y por qué el siguiente sigamos a así, juntos y sin que nadie nos pueda hacer daño»

- Amén Cira -le dijo su hermano, al ver que le asintió- el hizo lo mismo- Bueno, esperemos que está año sea bueno, solo queda decir: ¡Feliz Navidad!

«¡Feliz Navidad!» lo acompañaron los otros dos miembros de la familia para luego comenzar a comer con tranquilidad, conversando entre ellos y soltando una que otra broma, se sentían bien entre ellos y eso no se los quitaría nadie.

Cuando terminaron de comer se levantaron de sus asientos y los chicos se fueron a la sala y Cira solo se puso a guardar la poca comida que habían sobrado. Al terminar fue con ambos y se acostó en las piernas de su hermano mientras se ponía a ver lo que estaba en la tele.

- Deberíamos abrir los regalos, no creen chicos? -les dijo su padre.

- Creo que si sería lo mejor -se levanto y fue por sus regalos para dárselos-. Espero que les gusten, me ha llevado bastante hacerlos y más que no se dieran cuenta de que los hice.

No se había preocupado por el vínculo, sabía que su hermano no escucharía lo que ella no quisiera que escuchará.

Cuando ambos hombres abrieron sus regalos sonrieron, a Jacob le había regalado un llavero tallado de una luna.

- Realmente espero que lo utilices en tus llaves -le sonrió a su hermano.

Al ver a su padre aplaudió con diversión, se había puesto su jersey de color rojo con una "B" de color plata en el centro.

- Me ha gustado cariño, gracias por este hermoso regalo -estiró su mano para que su pequeña se acercará.

Fue con él y lo abrazo, se sentó en sus piernas con cuidado y para recargarse en su hombro.

El siguiente en dar sus regalos fue su padre, a Jacob le dió una pieza que necesitaba su auto y a Cira le dió un collar con su inicial. Su hermano le había dado un atrapasueños junto con lobos colgando en vez de plumas y a su padre un capucha para cuando saliera en días lluviosos.

Siguieron platicando, riendo entre ellos y disfrutando su navidad, a las doce se dieron un gran abrazo y su padre se retiró, dejando a sus hijos en la sala mientras disfrutaban.

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A la mañana siguiente su padre salió de su habitación y al llegar a la sala vio a sus dos hijos dormidos en el sillón, Cira se encontraba en las piernas de su hermano y su hermano se encontraba sentado con la cabeza hacia atrás.

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