Su Alteza [Lee Taemin]

Capítulo 55

Camine disimuladamente por los pasillos tratando de no levantar sospechas, salude a cada sirviente y guardia del Reino, Key se había ido a su habitación a darse un baño y descansar, la puerta de la biblioteca estaba cada vez más cerca y mi corazón latia cada vez que me aproximaba, mire para todos lados y no habia nadie ni nada como para que alguien estuviera espiando, entre.

El crujido de la puerta hizo notar mi presencia y el elevó su rostro de inmediato, se levantó, yo solo me quede ahí quieta, observando como daba pasos hacia mi, lo tenía tan cerca... El acaricio mi rostro y deposito un mechon de mi cabello hacia detras de mi oreja, puso su otra mano en mi cuello y se inclino un poco para besarme, me sorprendía su forma de ser.

-Dime.. ¿Que a pasado? ¿Porque no has venido? - hablo sin apartarse-
-No sabía que estabas.
-Me he mantenido aquí solo porque eres tu el motivo. - tomó mi mano y me llevo cerca del escritorio-
-Ahora estoy aquí.
-Es dichoso tenerla aquí - Me abrazo por detras-
-Es dichoso sentirlo - cerré los ojos-
-Deseo hacerle el amor - beso mi cuello-
-Espere - volteé- Quiero que me enseñe a complacerlo.
-¿De verdad quieres complacerme?

Asentí con la cabeza, sonrió mordiendo su labio mirando hacia la nada pensativo, su mirada volvió a mi, se sento en el asiento de su escritorio y comenzó a desabrochar su pantalón, de inmediato supe lo que tenía que hacer, pero no sabía como hacer ese tipo de cosas, más complejo aun cuando el a intimado con mujeres con  mucha experiencia.

-¿Has hecho esto antes?
-No.
-Ven, inclinate.
-Esta bien - dije ya nerviosa-
-Con tu mano debes hacer esto - demostró como hacerlo-  hazlo asi.

Y eso hice, era extraño y me daba vergüenza hacerlo, ya que su mirada estaba completamente puesta en mi, una mirada de deseo, exigió más presión y no dude en obedecer.

-Ahora.. -dio un suspiro de satisfacción- Introdúcelo en tu boca.

Con torpeza hice lo que pidió, mientras con su mano hacia presión en mi cabeza.

-Cielos... Eres como un sueño hecho realidad...
-¿Lo estoy haciendo bien?
-No...no hables.

Seguí en lo mio, quería hacerlo, apesar de ser algo impropio de mi, que tenía el que lograba que hiciera este tipo de cosas, mi boca iba en un vaivén, dando lo mejor de mi, su cara de satisfacción me volvía loca, completamente concentrada, no se cuanto tiempo estuve ahí hasta que la puerta se abrió de golpe y el instantáneamente acerco más la silla hasta el escritorio empujando mi cuerpo hacia el espacio entre el escritorio y la silla.

-¿Que haces aquí?
-A veces vivo aquí. - dijo demostrando tranquilidad-
-¿Has visto a mi esposa?
-¿Porque tendría que saber o tener algún tipo de contacto con tu esposa? -acerco nuevamente mi cabeza a su miembro-
-Si la ves, dile que la estoy buscando.
-Dudo que la vea.