Su Alteza [Lee Taemin]

Capítulo 66

¿En que momento voy a despertar? Esta es una mala pesadilla, veía como movia sus labios, pero no escuchaba nada, sentía ganas de vomitar horribles, esto no esta pasando, ella esta bien, tengo ir para allá, y tomaremos el té, la tengo que ir ayudar a traer sus cosas porque vivirá con nosotros.
Me levante y casi tropecé, no estaba en todos mis sentidos, Lee Min me tomo por la cintura y seguía hablando, pero no oía nada.

-Tengo que ir para allá - dije reaccionando-
-Te acompañare.

No estoy llorando, no aun o no se quizas aun no lo creo, al menos durante el camino Lee Min no hablo y eso fue perfecto, tenía una horrible ansiedad, el camino se me hizo eterno y yo solo deseaba que fuera una muy mala broma, baje sin ayuda de nadie, no salude a nadie y solo corrí en busca de su habitación.

-Su alteza el medico pidió que nadie entrará...

Me importo una mierda lo que dijera la sirvienta, yo entre sin importar lo que dijera.
Un dolor horrible sentí, di pasos lentos al ver su cuerpo pálido sobre su cama, el medico me observo y se alejo ¿Como es posible que este muerta? ¿Que sucedió?
Y ahí fue cuando llore, como una niña ¿Que haré sin ella? La abrace sin creer, cielos... Estaba tan fría que era completamente extraño.

-¿Que paso?
-Segun mi investigación y los signos... A su madre la envenenaron.
-¿Que? - Lo mire incrédula- ¿Quien pudo hacer algo asi? ¿Porque?
-No lo se, su padre me comento que ayer se sentía muy mal y en la madrugada ella ya había muerto. -Guardo sus cosas- Lo que le dieron son unas hierbas muy lejanas de aquí, no suelen tener olor o mal sabor, tienen un tono color cafe, es extraño... Conseguir ese tipo de cosas, no lo comprendo.
-No conozco a nadie que tenga mala relación con ella - acaricie su rostro-
-Tendra que tener mucho cuidado, solo para que lo sepa, ese tipo de hierbas suelen pigmentar mucho, se reconocen al poner en la punta de la lengua una muy diminuta gota y es excesivamente ácida, pero se puede camuflar en cualquier alimento, con cinco gotas... Puede matarte.
-No comprendo quien pudo hacerlo...

La puerta se abrió y pude ver a la unica persona a la que necesitaba un abrazó, mi hermano, quien no dudo en acercarse a mi y tranquilizarme.

-No hacen faltas las palabras pequeña, pero estoy para ti y tu para mi.