Capítulo 47.

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Auden.

Compruebo una vez más el dinero que llevo en mi billetera, viendo así que llevo el dinero necesario para lo que quiero hacer. Cuando me dispongo a salir del coche, saco las llaves del contacto, incorporo el freno de mano y después pongo el cierre al coche. Entro por la puerta del estudio de tattoos, y saludo al encargado.

-Ey, ¿qué pasa colega?-me dice dándome la mano y un golpe en la espalda, abrazándome de esa manera.-Te echaba ya de menos por estos barrios.

-Se te echaba de menos a ti también. Bueno, vengo a que me hagas un tatuaje, me ha dado por ahí y pues aquí estoy. Siento no haber pedido cita previa, pero estaba pasando por un mal momento y me ha apetecido. Si no tienes citas libres, vengo cuando tú me digas.

-Tranquilo, tengo dos horas libres antes de que venga el próximo cliente con su pareja. Pasa por favor por aquí para saber que quieres hacerte.

Miro el libro con los tatuajes que tiene en el expositor que tiene con los productos y, aunque no me haría ninguno de esos porque no son mi estilo, en cierto modo son muy bonitos. Me introduzco en la aplicación Safari del iPhone y busco algunas ideas de tatuajes. Vi uno que me llamo especialmente la atención. Consistía en una frase de desamor con un fondo colorido:

Amar a alguien que pasa de ti es como querer volar sin alas.

La combinación del color con aquella frase tan turbia y triste se me hace extraño, pero en cierta manera queda de tal forma que resulta hasta reconfortante.

-¿Estás seguro de querer tatuarte esto?-me dice él.-Es decir, seguro que encuentras a una mujer que te corresponda y por lo tanto esto no tiene sentido.

Pienso en lo que me ha dicho, cosa que me hace pensar. ¿Le ocultaría mi pasado a aquella chica que se atreva a abrir su corazón y no destrozar el mío por el camino.

-Estoy seguro. Si alguna vez encuentro a una chica, no le voy a ocultar todo lo que me ha pasado a lo largo de la vida, no tiene sentido ocultar esto por muy patético que veo esto ahora, pero seguro que en un futuro solo me rio de lo iluso que estoy siendo ahora.

Sé que resulta raro, pero aún me agarro a la posibilidad de que esto sea una sencilla pesadilla. Que esto de verdad no está pasando.

Una hora después salgo de la tienda, y llamo a mi madre. Pero enseguida me salta su buzón de voz.

Hola. Soy Tessa Young, por favor deje su mensaje en el contestador y le llamaré en cuanto pueda, gracias.

Ese mensaje tan impersonal y sin apenas personalidad esconde la realidad de aquel momento. Mi padre no paraba de meterse con ella porque estaba menstruando, haciendo chistes malos como Déjate fluir. Aunque me reí en ese momento, pensé que quería algo así, y pocos días después llegó Mery a mi vida. Mi madre tuvo a mi padre un mes a base de dormir en la habitación de invitados por esa terrible broma, pero en el fondo sé que mi padre se escabullía a la habitación con mi madre para dormir con ella y no salía hasta el día siguiente.

Odio como Mery eclipsa la felicidad que esconden momentos personales y maravillosos en mi vida, pero se acabó, no voy a dejarme influenciar por ella.

Minutos después me encuentro contándole a mi padre todos los detalles de mi mierda de vida hasta el momento, diciéndole que quiero denunciarla y así librarme de ese recuerdo.

-Creo que encontraremos alguna forma de denunciarla sin decirle a la poli que habéis visto su teléfono y papeles, pero me temo que si quieres acabar con esto debes verla por una última verdad y sacarle la verdad.

¿Qué pasó con los hijos de Hessa? #wattys2019 #OmegaAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora