Hardin.
-¿Va en serio, papá? -Emery me lanzaba miradas asesinas desde el otro lado de la isleta de la cocina. Tamborileaba con las uñas sobre la superficie de granito
y ponía los ojos en blanco, igual que su madre.
-Sí, muy en serio. Ya te lo he dicho: eres demasiado joven para eso.
Me destapé un poco el vendaje del brazo. La noche anterior me había
retocado algunos de los tatuajes del brazo. Era alucinante cómo se habían
estropeado con los años.
-Tengo diecisiete años. Es el viaje de fin de curso. ¡El año pasado, el tío
Landon dejó que Addy fuera! -gritó mi preciosa hija.
Tenía el pelo liso y rubio y le colgaba por los hombros. Se movía cuando
hablaba. Sus ojos verdes eran intensos y seguía defendiendo su causa y diciendo
que soy el peor padre del mundo, bla-bla-bla.
-¡No es justo! ¡Tengo una media de sobresaliente, y dijiste...!
-Ya basta, cariño. -Le pasé el desayuno por encima de la isleta y se quedó mirando los huevos como si ellos también tuvieran la culpa de que yo le estuviera arruinando la vida-. Lo siento, pero no vas a ir. A menos que accedas a que te acompañe de carabina.
-No, de eso ni hablar. -Meneó la cabeza con decisión-. Ni lo sueñes.
-Entonces olvídate del viaje.
Se fue dando zancadas y a los pocos segundos Tessa vino hacia mí, con
Emery detrás.
«Maldita sea.»
-Hardin, ya lo hemos hablado. Se va de viaje. Ya se lo hemos pagado -me
recordó Tessa delante de nuestra hija.
Sabía que era su manera de enseñarme quién mandaba. Teníamos una regla,
sólo una regla en nuestra casa: nada de peleas delante de los niños. Mis hijos
nunca iban a verme levantándole la voz a su madre. Nunca.
Lo que no significaba que Tessa no me sacara de mis casillas. Era cabezota e
insolente, unos rasgos encantadores que no habían hecho más que acentuarse con la edad.
Auden entró entonces en la cocina con la mochila a cuestas y los auriculares
puestos. Estaba obsesionado con la música y el arte, y eso me encantaba.
-Ahí está mi hijo favorito -dije.
Tessa y Emery resoplaron indignadas y me lanzaban miradas asesinas. Me
eché a reír y Auden asintió con la cabeza, el saludo oficial de todo adolescente que se precie. ¿Qué puedo decir? Había empezado muy pronto con el sarcasmo, exactamente igual que yo.
Auden besó a su madre en la mejilla y a continuación cogió una manzana del
frutero. Tessa sonrió y se le dulcificó la mirada. Auden era muy cariñoso,
mientras que Emery a todas horas soltaba impertinencias. Él siempre se
mostraba paciente y nunca decía una palabra más alta que otra, mientras que
Emery era testaruda y tenía una opinión para todo. Ninguno de los dos era mejor
que el otro, simplemente eran diferentes del mejor modo posible.
Sorprendentemente, se llevaban muy bien. Emery pasaba buena parte de su
tiempo libre con su hermano pequeño, lo llevaba a los ensayos del grupo e iba a
sus exposiciones.
-Decidido. ¡Me lo voy a pasar bomba!-Emery comenzó a dar palmas y
se fue brincando hacia la puerta principal.
Auden se despidió de nosotros y siguió a su hermana para ir al colegio.
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¿Qué pasó con los hijos de Hessa? #wattys2019 #OmegaAwards2019
RomanceCuando ya tienes tu vida resuelta y estás con la persona a la que amas, decidís tener hijos. Pues Tessa y Hardin, después de todas sus peleas y baches, consiguieron salir adelante, poco a poco. Al principio, Tessa tenía problemas para gestar, pero d...