Capítulo 49.

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Auden.

Lucy no paraba de mandarme señales, miradas y demás. Al principio me sentí incómodo y, quizás, acosado. Pero luego pensé que es una chica hermosa, con gran corazón y muy profesional. Me gusta como persona y tiene una filosofía de vida muy buena. Me encanta su personalidad y su carisma, no está mal su físico pero es una de las personas que resaltan más por su personalidad. Me acerco a ella con la esperanza de entablar una conversación.

-Hola Lucy-le digo tendiéndole la mano-.

-Ah, hola Auden-dice estrechando su mano con la mía con una sonrisa en sus bellos labios-. La boda está bastante interesante.

Asiento, dándole la razón. Ella se muestra un poco incómoda ante el silencio que se acaba de producir.

-¿Quieres una copa?-le digo para romper el hielo-Podemos seguir hablando y conociéndonos mejor-añado, pero por la manera en la que se ha ruborizado, se lo ha tomado en un sentido que no era o algo-.

-Está bien-me dice con toda la naturalidad que puede expresar ahora mismo-.

Le indicamos a la Barwoman que hay en la barra que nos ponga dos mojitos. Ella se lleva la pajita a los labios sin mirarme, sorbe de ella y se da cuenta de que la estoy analizando con la mirada, se ruboriza y deja de absorber.

-Siento si te he incomodado-le digo para que se relaje un poco-. De verdad, lo siento mucho.

-No es tu culpa, tranquilo. Soy una chica que se avergüenza enseguida, aunque quiero cambiar eso, solo me hace parecer insegura y atormentada.

-Pues yo creo que eso te hace especial. Si quieres cambiar ello solo por tí misma me parece estupendo, si por el contrario es porque básicamente te dejas llevar por lo que dice la gente eso si me parece mal, porque eres tú misma y es lo único que cuenta. Quédate con lo que de verdad importa, y no con lo que piense la gente tóxica, yo no digo que no opinen pero no tienen que influenciar en tu opinión.

-¿Sabes algo? Eres el único que me ha dicho lo que siempre he querido escuchar en años. Desde pequeña me criticaban. No juegues al fútbol, eres una niña... Como vas a estudiar Economía... Deberías ir al dermatólogo para que te quite esos granos que tienes... Tendrías que apuntarte al Gym... Siempre he hecho lo que la gente ha querido. Dejé fútbol por mi madre, mi padre me dijo que estudiara lo que me diera en gana pero mi madre quería que estudiara Enfermería... menos mal que no le hice caso, fui al dermatólogo como me dijeron y la verdad me fue bien pero yo no me sentía asqueada con los granos y pensé que se irían hidratando la piel de manera correcta, no me apunte al gym por falta de tiempo pero si hacía ejercicios en casa. Y muchas más cosas que sucedieron a lo largo de mi tortuosa adolescencia.

Me quedé absorto ante sus palabras. Apenas pude comentar nada más que varios Joder, me ha dejado sin habla después de oír semejante historia. Sentí una opresión en el pecho al recordar la perfecta adolescencia mientras gente añoraba el apoyo que tanto Emery y yo hemos recibido.

-Mejor no hablemos de cosas tristes-me dice apenada-.Hablemos de la inexistencia de tu corbata-dice, claramente mofándose de mí-.

-Cuando me enseñaron esa monstruosidad azul a varios tonos decidí que prefería ser el malote de la fiesta y no llevar corbata. La llevan el 80% de los asistentes de esta boda, la has tenido que ver-digo riéndome y bebiendo mi tercer mojito-. No sabía que decir cuando la vi, así que solo me limité a gritarle a mi madre No mamá no por favor no le hagas esto.

Se queda viendo mis labios a la vez que se ríe. Nos levantamos de los taburetes de la barra y nos dirigimos a dar vueltas. Hubo un momento en el que ella me guiaba, así que me resistí para que girara. Cuando lo hizo nos quedamos mirando, y ambos nos acercamos deseosos hasta que el contacto con nuestros labios fue bastante elegante. Más tarde le pusimos pasión y ganas.

En este momento, el mundo dejó de girar. Al fin besaba unos labios sinceros y buenos, me adentré en el corazón de alguien noble. Dejé de pensar en Mery y me centré en alguien que sé a ciencia exacta que será lo mejor para mi, que me permitiría amar de verdad a alguien. Haré las cosas con ella despacio, y espero que ella se enamore de mí. Aún no estoy enamorado de ella, es muy pronto para ello.

Con Mery, me enamore el día que la conocí y las cosas fueron mal, apenas conocía a su verdadera ella. Aunque Lucy me está permitiendo acercarme a ella y explorarla, quiero no precipitarme.

¿Qué pasó con los hijos de Hessa? #wattys2019 #OmegaAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora