Capítulo 23.

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Auden.
No sé exactamente qué acaba de pasar. Mery se escapa de su habitación, esa chica la cual creía que era una buena amiga resulta ser una hija de puta, mi hermana me ha redactado un mensaje diciendo que se va a casar con Harry, la madre de Harry les va a hacer la vida imposible, mis padres se han hecho un tatuaje conjunto... todavía ando en shock.
Ahora mismo sé que estoy más pálido y blanco que el papel, y Mery lo está notando pero ella también ahora mismo tiene lo suyo y no la quiero preocupar más de lo que lo estará ahora mismo.
  -¿Me estás escuchando?-dice Mery.
  -Sí.-miento.
  Ella rueda los ojos, se levanta de la silla, paga su café y sale por la puerta de modo que me levanto furioso y voy a su encuentro.
  -¿Qué pasa?-le digo.
  Ella voltea a mi encuentro con los ojos llenos de lágrimas.
  -Estoy en uno de los momentos más importantes de mi vida y tú... a tí parece no importarte nada.-dice sorbiendo por la nariz.
En seguida me arrepiento pues ella no tiene la culpa de la crisis existencial que estoy viviendo ahora mismo.
-Lo siento Mery, me importa más de lo que crees, yo te amo y lo sabes perfectamente así que te pido que no digas que no he comprendo o que no me importa porque sí, eres sencillamente lo mejor que ha pasado en mi puta vida y no podría vivir sin tí.
»No puedo pensar en una vida sin tí pues sencillamente de una manera u otra estamos juntos desde los 11 años, así que eres mi novia y mi mejor amiga, no te puedo perder porque no sabría que sería de mi, y ya está.-acabó el discurso sin respiración.
Mery me mira con ojos llorosos y se acerca a mí. Cuando nos íbamos a besar, me extraña que solo me rozara y luego se separara. Después escucho un disparo pero no sé exactamente de donde proviene, solo quiero estar con ella. Abro los ojos y veo a Mery mirándome fijamente con ojos muy abiertos.
El resto de acontecimientos pasaron muy rápido. Mery se toca el estómago, donde sangra. Se separa la mano, la cual está llena de sangre, después me mira y se desmaya.
Preso del pánico, marco el número de emergencias y pido una ambulancia urgente. Intento reponer la herida con la camiseta que llevo pero en vano, pues sale demasiada sangre, pero la esperanza es lo último que se pierde.
La ambulancia llega y se la llevan, por suerte me han dejado acompañarla. Nada más subir, intentan taponar la herida como hacía yo, después le ponen las pegatinas con los cables que monitoriza sus constantes vitales y le ponen una mascarilla con oxígeno. Llegando al hospital, el pitido de la máquina se vuelve constante, dando a entender que... ¡NO! Se está muriendo...
Le hacen la maniobra correspondiente pero ella no reacciona, igual a mí que no soy consciente de lo que hay alrededor.
-¡La estamos perdiendo!
Un médico que hay aquí coge el desfilibrador, lo carga y lo pone en su pecho, pero aún no responde. Suben la carga y por fin sus constantes vuelven a la normalidad.
Llegamos al hospital y Mery fue directa al quirófano, donde no me han dejado entrar, aprovecho para llamar a papá a su número.
-Aquí Hardin Scott.-responde papá al tercer tono.
-¿Está mamá contigo?
-No pero la llamo ahora. ¡Theresaaa!
-¡Que no me llames Theresa, soy Tessa!-le grita mamá a papá, claramente de broma.
-Estás en manos libres.-dice mamá.
-Han disparado a Mery estamos en el hospital.
Escucho el sollozo de mamá y el suspiro pesado de papá mientras consuela a mamá.
-Ahora vamos allá.-dicen y cuelgan.
En la sala de espera del hospital están mis padres, Emery, Harry y Melissa. Un médico sale al fin del quirófano y se dirige hacia donde estoy yo con mi familia.
  -Hay novedades en quirófano.
  -¿Qué ha pasado doctor?-durante un instante todo ha parado, dando paso al recuerdo donde conocí a Mery y toda nuestra vida.
  -La paciente Mery ha...

¿Qué pasó con los hijos de Hessa? #wattys2019 #OmegaAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora