Perfecto(2° Temp)

25. La peor versión

Capítulo 25
La peor versión.

"Aunque seas la peor versión de ti, siempre valdrás la pena para la persona correcta."

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Entraron al baño público corriendo, Astrid no podía sentir más húmedo aquel rollo de papel que tenía entre sus piernas.

— O-Oye Astrid.

— Ahora no hiccup.— Se adentraron a un baño familiar para tener el suficiente espacio para los dos y Astrid no perdió el tiempo en bajarse las bragas. Hiccup rápidamente desvío la vista hacia otra parte para darle su privacidad.

¿Así que a esto se refería la bisabuela?, ¿Un matrimonio debería compartir momentos así? Esperaba que no se volviera a repetir. Astrid no podía evitar sentirse tan apenada con la vergüenza muriendo dentro de ella.

Estaba batallando en quitar el rastro de papel que se había pegado allí abajo. Sus bragas eran un desastre total. Bañadas de sangre y de pelusa que dejaba aquel rollo de papel.

— Maldita sea mi suerte.— Murmuró en voz baja, mientras tomaba asiento en el inodoro e Hiccup se sentaba a su lado sin darle una mirada.— ¿Le puedes escribir a Stormfly a que me traiga un vestido negro sin mangas y unas bragas por favor? Dile que llegue en menos de media hora.

— Oh claro. Claro.— Aceptó.— ¿Me pasas tu celular?

— ¿Qué le pasó al tuyo?

— Bueno, lo dejé en tu departamento ya que no me diste tiempo de ir por él.— Explicó con timidez.

— De acuerdo, pero déjame lavarlo.— Le pasó su celular que para su mala suerte tenía uno que otro rastro de sangre.— No preguntes y sólo tómalo.

— Tranquila, no iba a preguntar.— Respondió comprensivo.

¿Estaba aterrado? Sí. No sabía que hacer y no sabía cómo poder ayudarla. Podía sentir su pesar aunque él no estuviera en su situación.

Un silencio estaba en medio de los dos.

— ¿¡En serio no vas a preguntar?!— Preguntó de manera agresiva.

— Pero dijiste que no preguntara.— Terminó de enviar el mensaje a Stormfly.

— ¡Ash!— Bufó molesta.— Si me preguntas una vez, es por educación. Si te digo que no, y preguntas por segunda vez es porque te importo y te preocupo.

— Si te pregunto una vez es porque me importas. No pregunto por educación. Y... No pensé que querías que te preguntara otra vez.— Comentó con tono suave, volteando a verla a los ojos.

Estaba hecha en un mar de desastre. Sus ojos estaban tornándose rojos por el exceso de lágrimas que si aguantaba un poco más, saldrían como un par de cascadas con frenesí. Y sus mejillas tenían un tono rojizo marcado por la ira.

— Oh, M'Lady.— Se acercó con cuidado al ver con claridad su tristeza.

— ¿¡Qué!?— Cuestionó con enfado.— ¡¡Anda, reclamame, dime que te sientes incómodo a mi lado de esta manera!!, ¡Dime qué desearías estar en tu trabajo recibiendo la peor carga que estar aquí encerrado en un baño público conmigo con estas atrocidades de menstruación!, ¡Me siento impotente!