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73. Alerta

Capítulo 73.
Alerta.

"Permanece armado y alerta, a fin de que no se te pase tu oportunidad, ni se la ofrezcas a tu adversario."— Tito Livio.

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— Bien repasemos el plan.— Habló Astrid con decisión.— Supongo que no deben estar muy lejos de aquí. ¿Me equivoco, Patapez?

— El castillo no está muy lejos de aquí Astrid. Habíamos analizado el mapa Hiccup y yo y descubrimos hace unas horas que teníamos que pasar por aquí. Más abajo del agua se encuentra un camino subterráneo que tiene la distancia suficiente para el aguante de nuestra respiración.— Informó.— Este es uno de los caminos más antiguos, pero Viggo seguramente encontró otro camino más fácil.

— Bien. Entonces tenemos que irnos de una vez.— Afirmó la rubia con determinación.— Una vez que lleguemos al otro extremo, vamos a destruir la base de Viggo. Brutacio, ¿Tienes tus explosivos?

— Pensé que nunca me los pedirías.— Respondió mostrando 15 bolas de gas.— Quitas el protector con los dientes y la lanzas. Con un poco de fuego, encenderá y hará la mejor explosión.

— Bien, entonces, hay que alistarnos. Patán, Erick. ¿Ya tienen las armas?

— Tenemos las sartenes.— Afirmaron.

— Es hora.— Finalizó Astrid para comenzar a caminar hacia dicho lugar que había señalado Patapez.

— Cuenta con nosotros Astrid.— Exclamaron todos a la par mientras se lanzaban a la profundidad del cenote.

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No tardaron mucho en llegar al otro lugar.

Encontraron frente a sus caras el enorme castillo perdido. El castillo de una leyenda muy antigua. Podían observar lo devastado que estaba ya que la maleza de las hierbas era alta, era difícil encontrar un camino a la entrada principal, pero al parecer existía un túnel subterráneo que podia llevarlos a otra parte del castillo.

El plan era sencillo. Analizar cada área del lugar para buscar primero a las mujeres y después salir a una confrontación en busca del objeto.

Hiccup y Astrid iban caminando en silencio, y a pesar de que ya habían pasado varias horas caminando, Astrid sentía sus brazos estar congelados por la temperatura. Poco a poco comenzaba a tiritar por el frío.

Hiccup notó aquello, así que se quitó su chaqueta para cubrirla a ella a pesar de que él también tenía frío. Aunque a diferencia de ella, el podía soportar más.

— Hiccup...

— Cubrete bien M'Lady. Estás helada.— Respondió con suavidad mientras besaba su mejilla con mucha ternura y cerraba su chaqueta en ella.

Astrid sintió sus mejillas sonrojarse y agradeció internamente su gran acción. Poco a poco sentía el calor fluir por su cuerpo y sus brazos dejaron de temblar.

Observó con agradecimiento a su novio y una vez más el mundo había desaparecido para ella. Solo eran Hiccup y Astrid en ese momento.

Perdidos en la oscuridad total de varios túneles, pero aún así podía ver con claridad esos ojos verdes que tanto la habían enamorado.

— Gracias Hiccup.— Respondió satisfecha dispuesta a irse hacia adelante cuando sintió la mano de Hiccup arrastrarla hacia el.

Lo próximo que sintió fueron sus labios sobre los de ella.