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17. Pequeño tiempo

Capítulo 17.
Pequeño tiempo.

"Y en ese preciso instante se detuvo el tiempo. Y entendí que había valido la pena vivir..."

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Revisó su reloj por séptima vez. Apenas habían pasado 5 minutos desde la hora prometida y ella no podía contar los segundos más rápidos como quisiera. Se sentía como una adolescente ansiosa esperando llegar la hora de abrir los regalos o empezar el año nuevo.

Su estómago brincaba de felicidad y sus mejillas estaban cubiertas en un tono rojizo por los nervios y los pensamientos que llegaban a su mente. Era su segunda cita y seguía sintiendo la misma emoción que cuando esperaba la primera.

Se asomó al espejo y apreció su vestido celeste con algunos encajes plateados por los hombros, mientras que el largo le llegaba a la altura de las rodillas con un poco de vuelo al final. Tenía dos pequeños pendientes en forma de diamantes colgando en una media tira. Mientras que sus labios los había maquillado con un rojo suave para no tener un color exagerado. Había leído en revistas que el rojo vivo era uno que denotaba pasión para los calientes amantes.

Su cabello estaba peinado en una rebelde cebolla pero sin dejar el toque de elegancia. Sus zapatillas eran plateadas con un ligero toque de brillo en las puntas.

— Demonios Hiccup, me haces sentir como si fuera una niña de nuevo esperando la llegada de Santa Claus con mis regalos.— Mencionó para sí sola mientras escuchaba por unos segundos el toque en su puerta principal.

Debía ser él.

Sin esperar más, se dirigió corriendo con una gran sonrisa, encontró a su castaño favorito en la entrada de su departamento.

— Buena...— Ni bien dejó que terminara cuando la emoción le ganó y ella decidió robarle un largo beso, encerrando su cuello entre sus brazos.

Él quedó sorprendido, pero correspondió el beso con la misma intensidad, atrapando su cintura contra él.

Después de esa pequeña muestra de afecto, la observó por unos instantes. Tenía ligero maquillaje y una sombra que pronunciaba mayor el brillo de sus ojos.

— Vaya... Estás... Perfecta.— Halagó una vez alejándose de ella para apreciarla por completo.

— Tú no te quedas atrás Hiccup.— Comentó por igual mientras tomaba su mano y cerraba la puerta detrás de ella para quedarse ambos en el pasillo.— Te ves muy guapo y lo bueno es que eres mi novio.

Él sonrió ante su humor. Tomó una de sus manos y entrelazó sus dedos con los suyos.

— ¿Estás lista para irnos?— Preguntó dando un último beso para comenzar a caminar.

— Estuve esperando esto desde que terminamos nuestra primera cita.— Confesó emocionada tratando de reprimir la verdadera cantidad de felicidad que tenía por estar con él.— ¿A dónde piensas llevarme?, ¿Qué haremos?, Nunca hemos tenido una plática sobre lo que queremos para nuestra cita. ¿Piensas reanudar de nuevo la de la vez pasada?

— Tranquila, M'Lady.— Besó su mejilla con ternura caminando hacia el elevador.— Pero sí. Estaba pensando en una romántica cena en la azotea de un restaurante. Podemos apreciar las estrellas mientras estemos allí y degustar una de tus comidas favoritas. Comida italiana.

— Me parece perfecto. ¡Vamos!

No tardaron más que media hora para llegar al restaurante. Al subir por elevador llegaron a una planta alta donde los dirigió a una azotea al aire libre. En medio del salón se encontraba una mesa preparada con los menús a la mano. Mientras ordenaron comenzaron a platicar de todo tipo de temas. Sobre la felicidad de los niños de Kayla, sobre sus futuros proyectos, las aventuras que vivían a diario e incluso sobre cómo se la pasaban en la ausencia del otro.