16.

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Lucia Osorio.

—Martín. —escuché la dulce voz de mi pequeña cuñada—

Inmediatamente me separé de mi novio y me puse de pie sintiendo como la sangre se iba a mi rostro en estos momentos.

—Dime preciosa. —le decía Martín a su hermanita—

—Que dice  moncho que si quieren bajar a ver una película—dijo intentando tirarse sobre él pero Martín la detuvo—

—No, no, Ali, es que —dijo viéndome— me duele la espalda y si te tiras sobre mí me dolerá aún más. 

me agaché y alcé Alicia para salir de la habitación y dejando a Martín solo.

—¿Y Marto? —preguntaba mientras jugaba con mi cabello—

—Marto bajará en un ratito, él tiene que esperar a que su dolor se le pase. —dije riendo—

—Tu pelo es muy bonito —dijo sonriendo para después rodear mi cuello con sus brazos.—

Entramos en la sala y la dejé en el sofá frente a la televisión. Y fui hasta la cocina donde estaba Simón. 

—Hola —dijo en cuánto me vio entrar— ¿Y el adoptado de mi hermano? —dijo riendo—

—El adoptado es usted Simón, solo que Juana aún no ha querido decirle —dije riendo— su hermano está en el cuarto. 

—¿Qué, por qué no bajó, están enojados? —dijo preocupado—

—No, no, es que está buscando algo. —dije nerviosa—

Alicia apareció en la cocina y se tiró sobre su hermano mayor para abrazarlo y él la cargó para sentarla sobre la mesa de la cocina, Alicia tenía tan solo cuatro años. 

—¿Quieres un jugo? —le preguntó Simón y ella asintió—

—Cuando fui a buscar a Lu y a Marto se estaban besando. —dijo riendo—

Abrí mis ojos como platos y sentí mis mejillas arder nuevamente, Simón alzó su cabeza haciendo que se vea sobre la puerta del refrigerador y sacó el jugo de Alicia.

—Toma, ve a decirle a Marto que salga —le dijo Simón sonriendo y bajándola de la mesa para que ella fuera hacer lo que le pidió— y usted —dijo señalándome— ¿Qué estaban haciendo? 

Lo único que pedía ahora era que me tragara la tierra y me escupiera en cualquier otro lado menos aquí, alcé mi vista para ver a Simón.

—No hicimos nada. —dije viendo hacia el suelo.—

—Porque llegó Alicia —dijo riendo— póngale seguro a esa puerta. 

Martín apareció en la cocina con Alicia en brazos.

—Oiga, trate de ponerle seguro a esa puerta, tiene cuatro años, evitemos los traumas. —dijo Simón riendo, ganándose una mala mirada por parte de mi novio—

Terminamos de hacer las palomitas y salimos a la sala para empezar a ver la película.

[...]

—Cumple años Luci, cumpleaños feliz. —terminó de cantar Isaza haciendo sonar su guitarra mientras todos aplaudiamos—

Mi mamá estaba detrás mío y yo solpé las velas del pastel.

Estuvimos un rato en el patio, mientras hablábamos de cosas varias.

—Bueno señores, yo le tengo un regalo muy especial a mi novia —decía Martín mientras se levantaba de la silla—

—Cortarse ese pelo. —dijo Villamil riendo—

Y es que desde que salimos del colegio mi novio habia cambiado, ya no tenía frenillos y su cabello estaba mucho más largo.

—¡No! Así me gusta. —dije sonriendo mientras mis amigos soltaban un "aayy"—

—No me voy a cortar el pelo, lo que tengo es mejor que eso —dijo sonriendo— nos vamos para México. —dijo sacando dos tiquetes de avión—

Abrí mis ojos con sorpresa y me tiré sobre él, ya habíamos hablado de lo mucho que yo quería ir acapulco, pero nunca creí que se lo tomara tan en serio.

—Pero eso es muchísimo, Martín, no puedo.

—Si puedes —habló mi madre— es un regalo de parte mía y de los Vargas—dijo mi madre abrazándome y yo besé su mejilla—yo me voy a dormir, mañana tengo que trabajar, descansa linda, y descansen muchachos. —dijo despidiéndose—

Lo abracé nuevamente y lo besé, yo podía declrarme afortunada, y no solo por lo material que me daba mi novio, si no por el tesoro que era, me dejaba claro que realmente me prestaba atención.

—Bueno, espero que si vayan solos, vuelvan solos y no con, ya saben. —decía Isaza riendo—

—No ando en condiciones de ser tío. —seguía Simón el chiste—

—Yo espero que disfruten mi lindo país. —decía Irina sonriendo—

Al terminar los chicos se despidieron de mí y se fueron a casa, hoy Martín se quedaría a dormir.

toma mi mano ; martín vargas [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora